La eficiencia energética es una de las claves más importantes para el ahorro en el hogar y la sostenibilidad. Descubre como mejorar la de tu casa con reformas, soluciones y buenas prácticas.
En este artículo
- Aislamiento y ahorro energético, siempre de la mano
- Cómo elegir un sistema de climatización eficiente
- Buenas prácticas que mejoran la eficiencia energética del hogar
Seguro que has escuchado el término eficiencia energética. En las últimas décadas se ha vuelto esencial en nuestras vidas, sobre todo en estos tiempos en los que los costes de la energía no paran de subir. En realidad, una casa bien construida puede ser perfectamente habitable durante todo el año a un coste mínimo; es el caso de las casas pasivas, un concepto desarrollado en los años 80 del siglo XX para construir edificios de alta eficiencia energética. Sin llegar a esos extremos, hay muchas cosas que podemos hacer para optimizar la de nuestros hogares: a continuación te damos las claves para mejorar la de tu vivienda. ¡Lo notarás en las facturas!
Aislamiento y ahorro energético, siempre de la mano
El mayor gasto de energía en el hogar corresponde a la calefacción y la climatización. El segundo puesto lo ocupan los electrodomésticos, con el frigorífico en primera línea. Por lo tanto, si nuestra vivienda permite que el calor y el aire fresco se "escapen", estaremos tirando el dinero por la ventana (literalmente). Conclusión: una de las mejores formas de mejorar el ahorro energético en las viviendas es aislar bien las estancias. Lo que conlleva intervenir en cerramientos, paredes, suelos y techos. Estas soluciones pueden mejorar la eficiencia energética de tu casa hasta en un 90%:
- Cambia las ventanas. Es imprescindible que tengan doble acristalamiento y perfiles de PVC o aluminio con RPT (rotura de puente térmico). A mayor espesor del vidrio y la cámara de aire, más capacidad aislante tendrán. Además, puedes colocar burletes en las hojas o los marcos para mejorar aún mas las estanqueidad de las habitaciones.
- Trasdosa las paredes exteriores. Son las paredes que dan a la fachada. Si no tienen un buen aislamiento (y desafortunadamente, muchísimas viviendas en España sufren esta carencia), el calor se filtrará por los poros de los materiales de construcción y saldrá al exterior. Lo mismo sucede con la humedad. Para evitarlo, la mejor solución es trasdosar las paredes, es decir, levantar un tabique ligero a unos 10 cm por el interior y rellenarlo con un material aislante. Con esta solución se pierde algo de espacio en las habitaciones, pero se gana confort y se reducen drásticamente las facturas.
- Aísla techos y suelos. Sobre todo, los áticos y las buhardillas tienden a sufrir las inclemencias meteorológicas a través de las cubiertas. Los problemas de humedad suelen ser habituales, y durante el verano el sol que incide en tejados y azoteas aumenta la temperatura en varios grados. Colocar un falso techo con aislante es una buena solución; y cuando es posible, las cubiertas verdes aportan aislamiento ecológico y sostenible. En cuanto a los suelos, los laminados y vinílicos con capa aislante inferior de buena calidad son una solución económica, sin obra y muy estética para aislar pavimentos fríos.
Cómo elegir un sistema de climatización eficiente
Una vez mejorado el aislamiento, es el momento de decidir qué sistema de climatización es el que mejor rendimiento (y menos gasto) nos va a proporcionar. No vamos a extendernos en este tema; en su lugar, te invitamos a leer esta guía sobre cómo elegir el mejor sistema de calefacción, donde podrás ver los pros y los contras de cada opción. Pero es importante saber cuáles son las opciones que mejoran la eficiencia energética de las viviendas. La aerotermia y la geotermia son fuentes de energía sostenibles, que permiten contar con calefacción, aire acondicionado y ACS a un coste mínimo. Se recomiendan sobre todo para viviendas grandes, a partir de 90 m2. Requieren una inversión elevada y suponen hacer obra, sobre todo si se instalan con suelo radiante (la opción más eficiente y confortable).
Los sistemas de aire acondicionado con bomba de calor también aportan una excelente eficiencia energética. Las instalaciones funcionan con conductos, splits o fancoils y permiten contar con aire fresco o cálido, según la estación. Las instalaciones de tuberías y radiadores de agua caliente alimentados con calderas de condensación son también una buena elección: estas calderas suponen una mejora en la eficiencia energética de las viviendas de un 25%, comparadas con las estancas.
Buenas prácticas que mejoran la eficiencia energética del hogar
Las reformas y mejoras en las viviendas son la opción más eficaz para ahorrar en nuestras facturas y cuidar el medioambiente. Pero también hay prácticas que podemos incorporar en nuestras rutinas, que no suponen gasto alguno y pueden mejorar considerablemente la eficiencia energética nuestra casa. Estas son algunas de las más interesantes:
- En invierno, ventila la casa por la mañana y solo durante 10 minutos. Es suficiente para renovar el aire, y no perderás calor.
- Cuando no estés en casa o no ocupes una habitación, baja las persianas. Estos elementos, sobre todo si las lamas están rellenas de espuma aislante, crean una barrera que impide la entrada del frío o del calor (según sea invierno o verano).
- En verano, baja los toldos en las horas de sol. Puedes reducir la temperatura interior hasta en 8 grados y bajar el consumo en aire acondicionado.
- No pongas cubre radiadores o muebles delante de estos elementos. Si están instalados bajo las ventanas, mejor.
- Cierra las puertas de las habitaciones para mantener el calor.