Elegir el mejor sistema de calefacción para cada caso supone ganar confort y ahorrar en las facturas. Te contamos qué tener en cuenta a la hora de escoger, y los pros y contras de cada opción.
En este artículo
- ¿Qué tipos de sistemas de calefacción son los más habituales?
- Calefacción de gas por radiadores o suelo radiante
- Calefacción eléctrica: emisores inteligentes, chimeneas y calefactores por infrarrojos
- Calefacción por bomba de calor: las distintas opciones
Instalar una bomba de calor, aerotermia, biomasa, calderas de condensación… Lejos quedan los tiempos en los que solo se podía escoger entre estufas de butano, radiadores de agua y radiadores eléctricos. Las nuevas formas de generar energía, cada vez más sostenibles, y los avances tecnológicos hacen que escoger un buen sistema de calefacción sea cada vez más complicado. Para acertar en la elección hay que tener en cuenta dos cosas: las características de la vivienda y las ventajas y ventajas de cada opción. Y para ponerte las cosas fáciles, hemos elaborado esta guía donde analizamos cada uno de los sistemas de calefacción que tienes hoy a tu alcance. ¡No esperes a que llegue el frío!
¿Qué tipos de sistemas de calefacción son los más habituales?
En general, podemos agrupar estos sistemas según dos aspectos: la fuente de energía empleada para generar calor y el tipo de emisores que lo emiten y difunden. Según esto, las opciones serían las siguientes:
- Según la fuente de energía, los sistemas de calefacción se dividen en tres grupos: alimentados por energía eléctrica, por biomasa o por combustibles fósiles. En el primer grupo entrarían los sistemas que se conectan a la red eléctrica; el segundo incluye las estufas de pellets y de leña, y el tercero integra la calefacción por gas (natural, butano o propano) o gasóleo.
- Según el tipo de emisores, existe calefacción por radiadores de agua, emisores eléctricos, calefactores halógenos, estufas y chimeneas de distintos tipos, splits, fancoils, conductos o suelo radiante.
A continuación, veamos los pros y los contras de cada sistema.
Calefacción de gas por radiadores o suelo radiante
Es el sistema más habitual en nuestras viviendas. La instalación consiste en un circuito de tubos de agua caliente alimentados por una caldera de gas. El gas puede ser natural, butano o propano, aunque en la mayoría de los hogares funciona por gas natural. Y por otra parte, hay sistemas en casas aisladas que utilizan gasóleo. Las calderas de condensación son las más eficientes y permiten bajar el consumo hasta un 30%. Esta opción tiene dos variantes: puede funcionar por radiadores (convectores que se instalan en las paredes) o por suelo radiante. En este segundo caso, el agua caliente circula por unas tuberías situadas bajo el suelo de la vivienda.
Ventajas:
- Genera un calor envolvente, agradable y que se prolonga durante horas.
- Son sistemas eficientes, con un consumo energético bajo.
- Aumenta el valor de las viviendas.
- Hay subvenciones para cambiar las calderas.
- La red de gas natural llega a la mayoría de los hogares.
- Se puede añadir ACS (agua caliente sanitaria).
Desventajas:
- La instalación requiere una inversión.
- Hay que hacer obra para meter las tuberías, y más si se va a instalar suelo radiante.
- Los radiadores ocupan sitio y son poco decorativos.
- El gas es un combustible fósil, menos sostenible y eficiente que las energías renovables.
Calefacción eléctrica: emisores inteligentes, chimeneas y calefactores por infrarrojos
Los sistemas de calefacción eléctricos funcionan conectando emisores directamente a la red eléctrica de la vivienda, como por ejemplo la calefacción por infrarrojos. Los emisores son de distintos tipos: los que funcionan por resistencias eléctricas, halógenos o chimeneas, que difunden calor al tiempo que reproducen la estética de las chimeneas tradicionales.
Ventajas:
- No requieren obra. Los emisores se conectan directamente a los enchufes o la red.
- Si la red funciona con placas solares fotovoltaicas, son sostenibles y eficientes.
- Los halógenos consumen poco y emiten un calor limpio y saludable.
- Hay emisores “inteligentes” que pueden programar un radiador eléctrico y gestionarlo a través de apps.
- Existen muchos diseños, algunos muy decorativos.
Desventajas:
- Son menos eficientes que los sistemas por agua.
- Calientan más rápido, pero el calor dura menos.
- Ocupan espacio.
- No permiten puede añadir ACS.
Calefacción por bomba de calor: las distintas opciones
La bomba de calor es un mecanismo que funciona mediante el intercambio de aire. Es habitual en los sistemas de calefacción por aerotermia, por geotermia y en climatización. Para poner en marcha los equipos es necesario conectarlos a la red eléctrica; una buena forma de aumentar su eficiencia es añadir placas fotovoltaicas para su alimentación. Estos sistemas tienen una ventaja común: pueden aportar aire caliente o frío, para climatizar los espacios en invierno y verano. Y también una desventaja: hay que instalar una unidad exterior en la fachada, la azotea, la terraza, el patio…
Calefacción por aerotermia
- Ventajas: es muy eficiente y consume poco, funciona con energía sostenible, se puede conectar a placas solares, permite añadir ACS y se puede instalar suelo radiante.
- Desventajas: requiere una inversión elevada (aunque hay subvenciones), y el suelo radiante necesita obra.
Calefacción por geotermia
- Ventajas: funciona con energía limpia y gratuita, extraída de la tierra, y es muy eficiente y ecológica. Se puede añadir suelo radiante y ACS.
- Desventajas: la instalación es cara y complicada, y se necesita contar con un terreno para captar la energía del subsuelo.
Calefacción por climatización: conductos, splits o fancoils
- Ventajas: consume poco. Los sistemas por conductos son discretos, prácticamente invisibles.
- Desventajas: el calor es menos envolvente que con los radiadores o el suelo radiante, y menos duradero. No permite añadir ACS.
Calefacción por biomasa: el encanto del fuego
Esta categoría incluye las estufas de pellets, de leña y las que funcionan con biomasa obtenida de cáscaras de almendra, huesos de aceituna, etc.. Es un sistema de calefacción que cada vez tiene más adeptos, ya que resulta eficiente, ecológica y permite disfrutar de la vista de las llamas.
Ventajas:
- Es ecológica y sostenible.
- Es eficiente, aunque menos que la geotermia o las calderas de condensación.
- Las estufas tienen diseños muy atractivos.
- Se pueden programar y controlar por app.
Desventajas:
- Se necesita espacio para almacenar el combustible.
- Para calentar estancias grandes hacen falta estufas muy potentes y costosas.
- Las estufas ocupan bastante espacio.
- Requieren salida de humos.
Además de las estufas de biomasa, otra opción interesante son las que funcionan por bioetanol. Es un tipo de alcohol obtenido del procesado de restos vegetales, que cuando se consume emite CO2 neutro (no contamina). Estas estufas son estéticamente muy atractivas, se pueden encastrar en la pared y no necesitan salida de humos, pero no conservan el calor y el bioetanol es un combustible caro.
Con estas claves, elegir el mejor sistema de calefacción para tu vivienda es cosa hecha. Confía en los profesionales para resolver tus dudas: ellos te ayudarán a decidir.