El ahorro de luz es hoy más necesario que nunca. El frigorífico es el “rey del consumo” en el hogar: mantenerlo en forma y utilizarlo bien ayuda a reducir el gasto energético.
En este artículo
- Dale un buen uso a tu nevera y optimizarás el ahorro en luz
- Un buen mantenimiento evitará que el consumo se dispare
- Consejos técnicos para alargar la vida del frigorífico y mejorar su rendimiento
La subida disparada de los costes de la energía nos está impulsando a cambiar nuestros hábitos de consumo. Ahorrar en la factura de la luz se ha convertido en algo fundamental para los hogares, y para ello hay que volver la vista hacia el uso que le damos a nuestros electrodomésticos. El que más consume es el frigorífico: es el único que permanece encendido 24 horas al día, 7 días a la semana. Por lo tanto, si queremos ahorrar luz y mejorar su funcionamiento, hay una serie de consejos a tener en cuenta. No solo bajarás tus facturas, sino que alargarás su vida útil y mejorarás su funcionamiento.
Dale un buen uso a tu nevera y optimizarás el ahorro en luz
El primer “truco” para evitar que nuestro frigorífico consuma demasiado es utilizarlo bien. Es algo que está al alcance de todos, y que puede reducir el gasto hasta en un 20%. Quédate con estos consejos y lo notarás:
- Ubicación del frigorífico. Intenta colocar el electrodoméstico en una zona alejada del sol y del calor. Colócalo con una separación de 5 cm (mínimo) con respecto de la pared trasera: así favorecerás la ventilación y evitarás que el motor se recaliente.
- Contenido. Para sacar el máximo partido al frigo y aprovechar todo su potencial, lo mejor es que esté lleno (no sobrecargado). Aprovecha todos los compartimentos, baldas y rincones, colocando cada producto en su sitio: recuerda que cada modelo tiene distintas temperaturas por zonas.
- Temperatura adecuada. La temperatura del frigorífico se debe regular siempre cuando está lleno. En verano, ajústala a 3°C (posición 3-4 de la rueda); y en invierno, a 2°C (posición 2). Aquí encontrarás más información sobre cómo ajustar la temperatura del frigorífico y otros consejos de mantenimiento.
- Apertura. Como es lógico, cada vez que abres la nevera la temperatura interior sube; el motor tiene que hacer un esfuerzo extra para volverla a bajar cuando cierres la puerta. Intenta abrirlo la menor cantidad de veces posible; antes de hacerlo, piensa bien qué necesitas y cuándo vas a usar los alimentos. Si te gusta beber agua fría y lo haces a menudo, plantéate hacerte con un termo de calidad o cambiar tu frigorífico por un modelo con dispensador de agua.
Un buen mantenimiento evitará que el consumo se dispare
Es importante saber de antemano cuánto consume una nevera, además de asegurarnos de que el frigorífico esté siempre en perfectas condiciones: limpio, libre de hielo y escarcha y con todas sus piezas en buen estado. Si lo haces, mantendrás a raya el gasto en electricidad.
- Limpieza interior y exterior. Limpia el frigorífico de forma regular (por ejemplo, una vez al mes) y siempre que se derrame algún producto o se manche el interior. Puedes usar una mezcla de bicarbonato, agua y vinagre blanco, o emplear productos comerciales de calidad.
- Parte trasera: limpieza del serpentín. La parte trasera de la nevera es la gran olvidada. Y es un error, porque cuando el motor se llena de polvo empieza a funcionar peor (y a consumir más energía). Como mínimo, retira el frigorífico de su lugar cada 6 meses y deja espacio entre él y la pared para poder limpiarla. Desenchufa la nevera y limpia el serpentín que recorre toda la parte trasera con un cepillo y un aspirador potente. No uses productos líquidos.
- ¡Atención al congelador! Si tu frigorífico es No Frost, no tendrás problemas con la escarcha. Si es de tipo Low Frost generará una fina capa de hielo que tendrás que retirar cada cierto tiempo. Y si es un modelo antiguo, lo más probable es que tengas que desenchufarlo y descongelarlo a menudo para eliminarlo. Si no lo haces, consumirá el doble: tenlo en cuenta.
Consejos técnicos para alargar la vida del frigorífico y mejorar su rendimiento
Ya solo nos falta echar un vistazo a los detalles más técnicos, aquellos que suelen pasar inadvertidos. Si los tienes en cuenta, mejorarás el funcionamiento del motor y lograrás que tu frigo dure más tiempo en buenas condiciones.
- Comprueba que está a nivel. Una nevera desnivelada nunca funcionará bien. Para comprobarlo solo tienes que colocar un nivel de burbuja en la base, por el interior. Ajusta la rosca de las patas delanteras con la llave que incluye el frigorífico o con una llave inglesa hasta que la burbuja quede en el centro.
- Limpia las bobinas. Algunos frigoríficos tienen un panel trasero atornillado que protege las bobinas. Si es tu caso, retira los tornillos y el panel y limpia el interior con cuidado, ayudándote de un cepillo y un aspirador. Vuelve a poner el panel en su lugar.
- Cambia las gomas. Haz esta prueba: abre la puerta, pon un folio en el borde y vuélvela a cerrar. Si el folio se cae es porque las gomas no proporcionan la estanqueidad necesaria. Tira de la goma para sacarla y mira cómo cambiar la goma de la nevera por otra nueva. c Si al tirar la goma no sale, no insistas; en ese caso solo la podrá cambiar un profesional. Valora si merece la pena el gasto; si el frigorífico tiene ya unos cuantos años, puede ser el momento de comprar uno nuevo y más eficiente.