Con la llegada del verano, los que cuentan con terraza o jardín pueden disfrutar muchísimo de esos exterior. No obstante, no tener nada de esto no tiene que impedirnos necesariamente algunas de las cosas más agradables del verano, como dormir la siesta en una hamaca; y es que podemos colocar una hamaca en el interior de nuestra vivienda, dejar las ventanas abiertas y relajarnos al máximo. Ahora bien, hay que tener en cuenta que todo lo que se instale en el interior de la casa y esté sujeto a paredes y techo debe estar completamente asegurado. La mejor opción es contactar con un profesional que nos ayude a saber si las instalaciones de nuestra casa podrían soportar la hamaca y nuestro peso. No obstante, podemos adelantaros algunos pasos importantes que no podemos obviar.
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Colocar una hamaca entre dos paredes

Parece la opción más sencilla. Podemos colocar la hamaca en paredes en ángulo recto o paralelas. El segundo caso es un poco más complicado, pues tendríamos que asegurarnos de que coincida la distancia entre las paredes y la longitud de nuestra hamaca. Además, por su ubicación es probable que se quede en medio de una zona de paso.
En ambos casos, es esencial que nos aseguremos de que las paredes en las que se colocan los anclajes (anclajes que puedan soportar por lo menos 100 kg de peso) tengan por lo menos un grosor de 14 cm. ¿Cómo comprobamos esto? Muy sencillo, en un paso de puerta. Si no lo tenemos, podemos intentar hacer la prueba con los nudillos en la pared. No es tan exacta, pero ayuda. Si el sonido que sale es sordo, seguramente tenemos una pared muy gruesa. Si el sonido que sale es hueco, seguramente tendremos un tabique. Sea como sea, no es aconsejable anclar las hamacas en tabiques porque no aguantan tanto el peso.
Colocar una hamaca en el techo

Las hamacas que se colocan en el techo dan muchísima más flexibilidad que las anteriores, pues podemos ubicarlas en muchos más rincones de casa. Ahora bien, hay que tener en cuenta algunos puntos.
Es posible que el lugar que elijas cuenta con un falso techo. Cuando se trata de un falso techo de materiales tipo pladur, es mucho más fácil darse cuenta. En el caso de que sea de escayola es más complicado, pues algunos tienen un grosor lo suficientemente grande como para que cuando piquemos parezca el techo. Si quieres asegurarte, debes usar un taladro. Los falsos techos no suelen tener un grosor mayor de 3 a 4 cm.
Hamacas en vigas de madera

¿Quieres colgar tu hamaca en una viga de madera? Lo cierto es que suele ser un buen lugar para hacerlo, eso sí, siempre que la viga esté en perfecto estado de conservación. Una vez se coloquen, siempre debemos estar pendientes. En el momento en el que percibamos una sola grieta, debemos quitar la hamaca.
En el caso de las estructuras de hormigón, es mejor anclarlo a las vigas. Es preferible hacerlo en el centro, si no nos podríamos encontrar con alguna armadura y no podremos introducir el taco hasta el final.