

En este proyecto se nos planteó renovar una habitación de matrimonio que durante muchos años había mantenido sus muebles y estética con lo que había quedado un tanto anticuada y poco funcional. Uno de los cambios más importantes fue la reubicación de la zona de armarios hacia un nuevo espacio, la habitación contigua la cual dejó de ser un dormitorio individual para convertirse en un vestidor con un nuevo acceso des de la habitación de matrimonio y cerrando el paso des de el pasillo.
Al liberar el espacio de los armarios, ampliamos la sensación de amplitud del dormitorio, creando nuevas zonas como una pequeña zona de butaca ideal para una lectura relajada o bien para tomar un café de buena mañana.




Jugamos con elementos naturales y tonos neutros en todo el espacio aportando calidez con maderas y toques de colores cálidos en los téxtiles. El punto focal es un cabecero que cubre la pared de punta a punta realizado con un tablero alistonado que unifica todo el espacio. Los téxtiles juegan un papel clave, cortinas de caída lisa combinando un tejido semiopaco en tono tierra con un visillo blanco, todas ellas de techo a suelo.








