Se trata de un proyecto de interiorismo para dos dormitorios juveniles. Los propietarios querían reutilizar piezas de mobiliario que ya poseían. Se ha tratado de dar sentido a todo lo que había que integrar añadiendo nuevas piezas de mobiliario y creando ambientes juveniles atemporales.
En el dormitorio de la niña se han mezclado el estilo contemporáneo y el nórdico, mientras que todos los muebles de obra y estanterías que se poseían se han lacado en blanco para integrarlos en el espacio.
En el dormitorio del chico, todos los muebles eran de estilo contemporáneo y se han añadido piezas de madera como son un espejo y una lampara para dar calidez. El papel pintado del cabecero da dinamismo al espacio y añade personalidad y frescura.
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