5 trucos para poner orden y limpieza en tu trastero

Un trastero puede ser una solución o un gran problema, sobre todo si lo utilizas como agujero negro para meter dentro todo tipo de cosas que no sabes dónde guardar. Con los trucos y consejos que te vamos a contar, mantenerlo ordenado y limpio, de manera regular, no te costará casi nada. Te contamos las claves para organizarlo y mantenerlo ordenado para que nunca más te vuelvas a deprimir al verlo, o a darte un palizón para limpiarlo.
- ¿Qué tipo de cosas se guardan en un trastero?
- 1. Decide la distribución y sistema de iluminación
- 2. Organiza las cosas por usos
- 3. Etiqueta las cajas
- 4. Haz revisiones periódicas
- 5. No olvides que también hay que limpiarlo
¿Qué tipo de cosas se guardan en un trastero?

Como su propio nombre indica es un lugar destinado para trastos que no se usan. Algunos lo tienen de origen, y otros (viendo que les hace falta) lo construyen en patios, plazas de garaje, azoteas, terrazas o huecos de escalera. El problema es que dentro de "cosas que no se usan", puede entrar una cantidad disparatada de objetos que antes o después nos pesará mantener. Un trastero viene genial para guardar las bicis o patines, cascos, material de buceo o de esquí, herramientas, maletas, la tienda de campaña y los sacos de dormir... Hasta ahí, ¡perfecto! El problema viene cuando empezamos a meter todo tipo de cacharros. Es más cómodo aparcarlo ahí que tomar una decisión sobre si realmente lo necesitamos. Y lo que en principio son cuatro cosas se convierte en un caos que crece y crece con los años como una bola de nieve. Es básico por ello poner un poco de sentido común y usar ese espacio extra para vivir más cómodos. Te contamos 5 trucos para que deje de ser un problema y se convierta en un espacio muy útil.
1. Decide la distribución y sistema de iluminación

Estamos de acuerdo en que ese espacio extra, tanto si es propio, como si es un trastero alquilado, hay que aprovecharlo bien. Pero eso no significa hacer con él un Tetris con tal de meter ahí dentro de todo. Es básico no llenarlo hasta los topes para poder desplazarnos por él con comodidad y hacer una gestión cómoda de lo que hay dentro. Si tienes la suerte de contar con una ventana, no la tapes. ¿Imaginas un almacén iluminado con una triste bombilla? Pues tu trastero igual. Asegúrate de contar con una buena luz de bajo consumo que sea agradable. Decidida la distribución, toca elegir estanterías. Siempre deben ser funcionales y seguras. Las muy altas solo se recomiendan si es muy pequeño. Es mejor contar con estanterías modulares que aguanten mucho peso, de altura variable y baldas regulables para poner las cosas de más peso abajo, y las que más se usen al alcance de la mano. ¿Y armarios? Se pueden usar para ropa, mantas o textiles. Lo ideal es analizar primero si nos hace falta o no, y a partir de ahí decidir si será de metal, madera o tela.
2. Organiza las cosas por usos

Es fundamental que las cosas se organicen por usos. Las herramientas juntas, las bombillas igual... Se puede hacer por categorías, temas, uso, peso, volumen... Pueden ser cajas opacas (siempre que estén señalizadas), o transparentes si quieres ahorrarte la tarea de etiquetar, pero todas, a ser posible, con tapa para no acumular polvo (especialmente si vamos a meter dentro ropa, textiles...). Los ganchos son muy prácticos para colgar bicicletas, sillas de playa, cascos... De ese modo no molestan al paso. En techos abuhardillados o con una altura considerable, nos podemos plantear hacer un altillo para cosas que tardarás tiempo en utilizar: maletas, la cuna y/o carrito del bebé (si es muy probable que aumentemos la familia). Lo que nunca deberías meter ahí son juguetes, ordenadores viejos o una cadena de música antigua... Hay muchas aplicaciones para vender cosas que ya no te hacen falta y que te pueden regalar un dinerillo extra con el que no contabas.
3. Etiqueta las cajas

Todo lo que guardes en las estanterías debería estar guardado en cajas, para evitar el polvo, la humedad o la suciedad propia de estar almacenados. Por eso es básico que lo identifiques de inmediato. Es más fácil encontrar lo que buscas si todo tiene una etiqueta. Se puede escribir el texto, pegar una foto, o incluso hacer una lista a modo de inventario con lo que tiene dentro. Cualquier cosa antes de meterlo dentro sin más y esperar a acordarse dentro unos años. Las organizadoras profesionales recomiendan que antes de meter algo nuevo nos planteemos si debemos sacar algo. Puede parecer extremo, pero en algunos casos puede resultar práctico para ir haciendo limpieza regular de objetos acumulados. Es desesperante abrir una caja, y otra y otra... y no encontrar lo que se estaba buscando. Si lo tienes, pero no sabes dónde, es como si no lo tuvieras.
4. Haz revisiones periódicas

Deberíamos hacer revisiones periódicas de todo lo almacenado. Igual que de manera regular se debe hacer balance de lo que acumulamos en la despensa o los armarios, lo mismo con el trastero. De no hacerlo así, dejará de ser un espacio útil y se convertirá en un problema. No es preciso que lo incluyas en la rutina semanal de limpieza. Con las cajas con tapa prácticamente todo estará resguardado del polvo, y solo tendrás que, de vez en cuando, limpiar el suelo y las ventanas. Pero si sería conveniente que a partir del día en que lo hayáis dejado limpio y ordenado, os toméis la obligación de todos los meses pegarle un repaso. Invierte algo de tiempo en dejar siempre espacio para cosas que sí te conviene guardar y tener controladas en todo momento. Al ser lugares de poco tránsito, húmedos en algunos casos, oscuros y mal iluminados, es posible que sin que tú lo sepas se encuentre habitado por unos inquilinos muy incómodos: termitas, roedores o insectos… Conviene por ello mantenerlo limpio, y sanearlo si descubrimos humedades y bichejos (vivos o muertos) que pueden estropear lo que almacenas.
5. No olvides que también hay que limpiarlo

Reserva un día para abrir y que se ventile, quitar el polvo de las cajas, llevar al contenedor o punto limpio esas cosas que pensaste que te vendría bien guardar y ves que llevan bastante tiempo sin usarse. Los "por si acaso" que se han quedado en "por si nunca", tienen que salir de ahí. Barre y friega el suelo, y si hace falta, aprovecha para echar un poco de insecticida. ¡Poco más! Estas serán las pocas atenciones que te va a pedir a partir de ahora. Tener trastero es una suerte, pero solo si eres capaz de guardar en él lo que realmente merece la pena, y de seguir estos trucos sencillos que te hemos contado para mantenerlo limpio. ¿Te imaginas no volver a repetir la frase: este puente toca ordenar el trastero? Pues eso, hazlo de una vez bien, y tu trastero se mantendrá ordenado para siempre solo.