Actualizar el conjunto pero sin traicionar sus orígenes. En todos los sentidos: distribución, funcionalidad y en estética. Este fue el reto del estudio danés Global Architects de cara a renovar el ático de una casa de principios del siglo XX, sin comprometer la experiencia espacial en general. Una casa sofisticada pero humilde… una casa diferente, mejor. Pasado y presente; tradición y modernidad son inevitablemente palpables.
Amplitud e independencia


Casi lo primero que uno busca al entrar en un ático es el exterior. El ojo circula por la estancia buscando la fuente abundante de luz que hace que el interior se encienda. Es por eso que la intervención trata de despejar el espacio al máximo, y buscar una comunicación fluida entre ambos extremos de la casa. El proyecto plantea un uso optimizado del espacio, ofreciendo un amplio escenario central en el que desarrollar las actividades de día. La remodelación ha respetado así todas las habitaciones de esta parte de la casa que funciona como un apartamento autónomo. Es más, conservan su función original sólo que ahora de manera más eficiente y con una estética más contemporánea.
Materiales al natural

La sección principal del apartamento consta de un gran espacio que contiene la sala de estar y el comedor. El apartamento gira en torno a estas dos grandes estancias, al más puro estilo neoyorquino, sumergidos en una atmósfera a la vez industrial y cercana. Así la estructura de hormigón de la chimenea original se ha revelado y puesto en valor creándose un maravilloso contraste con el estuco blanco del acabado interior. Se ha logrado una división clara en la funcionalidad y la reducción de la escala de la habitación sin comprometer el auténtico y espacioso interior. La unidad entre la sala de estar y el comedor se conserva porque el techo bellamente restaurado se despliega sin obstáculos a través de todo el espacio.
Espacio libre

El blanco de la envolvente suaviza la transición hacia la cocina. La eliminación de los antiguos elementos de revestimientos desvela los tesoros de la tradición constructiva y los acerca a la escena doméstica. Dos armarios empotrados de estilo minimalista se sitúan en el centro junto a las dos paredes proporcionando un gran espacio de almacenamiento, que incluye una nevera oculta, lavadora y varias estanterías. Con esta partición las estancias ganan espacio y se reordenan mejor. La luz natural penetra por ambos lados del apartamento gracias a que se ha prescindido de puertas y se han reducido los obstáculos, ésta recorre libremente todo el espacio.
- Las puertas correderas permiten aprovechar al máximo el espacio.
- Intenta ubicarlo en huecos "perdidos": entre pilares, bajantes, rincones, etc...
- Pide un esquema de la distribución interior del armario, para planificar el aprovechamiento del hueco.
Industrial, pero cercano


Los detalles metalizados y mobiliario a medida completan esta armoniosa composición y definen una cocina sencilla y sofisticada. La mesa de madera de la cocina, de tablas de madera con grano áspero, convive con el acero inoxidable de la encimera y los cajones. Ninguna silla tiene el mismo color o forma. Una estufa de acero al carbono, pasando por una alacena para la leña, son el resultado es una experiencia de vida que combina los ideales de la burguesía de principios del siglo XX con elementos modernos de alta tecnología y diseño industrial, coronados con un clima interior confortable a través de la aplicación de principios arquitectónicos sostenibles. La alternancia de elementos en madera y detalles metálicos hacen vibrar la escena.
Hacia la tradición


Tanto por sí solas como en el conjunto del interiorismo, el equipo de arquitectos ha mezclado piezas de mobiliario de estilos muy diferentes para conseguir un ambiente en el que todavía se respira el aire aburguesado de la mansión pero en un entorno del siglo XXI, en el que por otra parte, mezclar vintage e industrial es casi que un estilo más hoy en día.
Desenfadado y coqueto

El dormitorio combina planos de diferentes materiales para crear una composición que recrea un ambiente de lujo desenfadado. Un zócalo de madera luminosa da forma al lateral de cama e incorpora un palé de madera a modo de tarima para la cama. La madera suaviza el interior y lo sumerge en un ambiente cálido y doméstico. Esto hace destacar la claridad de la estructura y acentúa la continuidad del espacio, más allá del trazado de las estancias.
Tanto dentro como fuera

La terraza es el tesoro de la casa y el motivo principal por el que uno se decide por la última planta de un edificio. El suelo se cubre por completo con una tarima para exteriores. El espacio ofrece la posibilidad de ampliar el interior funcionalmente y extender el programa hacia fuera, abogando por un estilo de vida más holgado y fresco.
El proyecto muestra las posibilidades de transformación de un interior antes sobrecargado y fragmentado. La total apertura del espacio, tanto hacia el exterior como interiormente, permite el uso optimizado de la vivienda, sin renunciar a estancias holgadas, circulación fluida y generoso espacio de almacenamiento. Un lujo estos días.