El techo del salón de estar estaba revestido en tono blanco y los paramentos en tono vainilla. Después de proceder a proteger mobiliario, puertas, apliques, rodapiés y retirar todos los elementos que se podían manchar se plastecieron varios agujeros, se lijo y se procedió a dar dos manos de pintura plástica tono blanco mate en el techo y tres manos de un naranja con un alto porcentaje de blancura y muy baja cromaticidad.
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