En este artículo
- Una cocina con gusto
- Unificación y elementos arquitectónicos
- Exteriores acondicionados
- Suelos y paredes
- Vivir con un spa en casa
- Una suite con estilo
Una cocina con gusto
Aunque las cocinas blancas siguen siendo a día de hoy las grandes favoritas, lo cierto es que la incursión del color en esta dependencia de la casa ya no es tímida. Se llevan las cocinas con color. Tonos de moda como el azul pastel, el verde o incluso el negro para los más arriesgados.
Solemos tener miedo porque pensamos que esos colores van a agobiarnos con el tiempo, pero lo cierto es que si combinamos un color más potente con azulejos y suelos claros, la luz no debería restar amplitud y, por tanto, no nos cansaremos de este espacio tan rápidamente. Al final, el que una cocina sea blanca no significa que con el tiempo no queramos cambiar de aspecto. Aprovechemos entonces y apostemos por esos muebles lacados que dan vida y color.
Anotad: los tiradores se vuelven a llevar, así como las bancadas más finas y los azulejos texturizados.
Unificación y elementos arquitectónicos
Desde hace un tiempo, hemos visto como elementos arquitectónicos han salido al exterior metiéndose de lleno en la decoración de interiores. Las unificaciones de espacios permiten que podamos descubrir desde columnas de hormigón hasta techos abovedados. Si bien es cierto que no todos los estilos decorativos se ven potenciados por estos elementos arquitectónicos, un estilo desenfadado, urbano, industrial o incluso nórdico, puede quedar francamente bien con estos elementos.
Exteriores acondicionados
De nada sirve tener una zona exterior si no la tenemos habilitada. No pensemos en las terrazas más ideales, esas que son grandes o las casas unifamiliares que cuentan con jardín. Lo cierto es que cualquier espacio exterior, por pequeño que sea, puede acondicionarse para convertirse en una estancia que nos permita tener un soplo de aire fresco. El secreto está en cuidar los detalles. Un revestimiento adecuado, como un revestimiento de madera o incluso azulejos que la imiten. No nos olvidemos de elementos tan necesarios en el exterior como los toldos, que nos protegerán del sol, del aire, la lluvia, pero también de las miradas de vecinos. Además, también es necesario invertir en un mobiliario que nos permita estar cómodos; y es que, al final, de lo que se trata es precisamente de eso.
Suelos y paredes
No podemos ni imaginar el cambio tan radical que puede dar una vivienda apostando únicamente por dos elementos: suelo y paredes. Al cambiar el pavimento, estamos dando un giro completo a la decoración de la vivienda; y es que al final esta superficie nos acompaña en todas las estancias. Una opción por la que siempre apostamos es la de los suelos con efecto madera. La calidez que confieren estos tonos contrastará enormemente con una pintura blanca en las paredes. Un espacio mucho más iluminado que incluso ganará metros de una forma visual.
Vivir con un spa en casa
La tendencia actual es clara: eliminar la bañera para incluir una ducha. Sabemos de sobra cuáles son las ventajas de una ducha respecto a una bañera. No obstante, si contamos con baños grandes o con dos baños, quizá no sea mala idea respectar la bañera. No podemos negar que un baño relajante es la mejor forma de terminar el día. En cuanto a estética se refiere, las bañeras exentas son, sin lugar a dudas, las joyas de la corona. Un baño se verá muchísimo más elegante y confortable con una de estas.
Una suite con estilo
Tendemos a pensar que un dormitorio debe ser un lugar neutro en el que poder descansar. No es un mal planteamiento, pero desde un punto de vista estético, esto no significa que no podamos incluir elementos llamativos, o por lo menos diferentes. La pared del cabecero de la cama es ideal para crear. Desde una pieza de arte, un cabecero llamativo o la colocación de papel pintado, siempre con un estampado agradable que nos proporcione un poco de paz mental. Crear una combinación perfecta entre colores cálidos en paredes y suelo puede ser la mejor de las bazas para amar aún más nuestro dormitorio.