Ni abiertas ni cerradas: descubre el encanto de las cocinas semiabiertas

Si estás pensando en reformar tu cocina, seguramente tienes el dilema encima. ¿La dejo abierta como se llevan ahora, o la cierro? Interioristas, arquitectos y decoradores se aferran a uno y otro bando para defender los pros de unas y los contras de las otras. Pero, ¿por qué no ser neutrales? Nosotros te proponemos una solución intermedia que se queda con lo mejor de cada una. ¡Qué vivan las cocinas semiabiertas!
- La solución perfecta para indecisos
- Puertas sí, pero no cualquiera
- Con semicerramientos de cristal
- Fifty-Fifty
- Cuando no se gana en vistas, pero sí en luz
- Dentro de una jaula
- Saliendo del armario
- Muy Glam
La solución perfecta para indecisos

Estamos de acuerdo, una cocina abierta siempre es más luminosa, más moderna y además es la forma perfecta de estirar los metros en pisos o casas pequeños. Pero ¿qué pasa con los olores o el desorden que suele generar una cocina "viva"? En ese caso, una solución intermedia puede irnos de lujo. Desde levantar un muro a media altura hasta usar un mueble como elemento separador. En la cocina de la foto lo podéis ver muy bien. Un muro de algo más de un metro, culminado con una repisa a juego con los muebles. La clave del éxito para que esta distribución funcione es... ¡una buena campana extractora! Fundamental para no arrepentirte.
Puertas sí, pero no cualquiera

Si la propia distribución de tu casa no invita a hacer reformas profundas en las que tengas que desplazar tomas de agua o desagües, una alternativa a la cocina cerrada clásica podría ser apostar por camuflar sus fronteras. ¿Y eso cómo se hace? Muy fácil, siguiendo un mismo patrón de color a través de unas puertas batientes del mismo color que las paredes, el suelo o el mobiliario; o con puertas correderas empotradas, que abiertas son completamente invisibles. ¡Muy práctico y muy top!
Con semicerramientos de cristal

Son supervistosos y te solucionan de una todos los problemas que genera una cocina abierta sin perder nada de luz. Las combinaciones de hierro y vidrio se han convertido en una alternativa muy puntera. Desde cambiar la puerta clásica por otra corredera con cuarterones de cristal, hasta sustituir un muro por un fijo de cristal de este estilo. La de lo foto nos encanta porque, sin alterar la distribución original de la casa, han conseguido una cocina semiabierta muy vistosa y cómoda. El suelo es el mismo en ambas zonas. El mobiliario, a juego con el del salón y las paredes, algunas lisas y otras cubiertas de azulejo, para facilitar su limpieza en las zonas de más trote.
Fifty-Fifty

Ni un simple muro con repisa ni una pared entera de vidrio, hay quien prefiere hacer un combo de los dos. Normalmente se sustituye un muro convencional por uno de pladur, pero a media altura. Así tenemos margen en la parte de arriba para hacer una ventanita (para pasar platos) o simplemente dejar un fijo de cristal que deje fluir la luz, pero no los olores de la cocina. Si trabajas su apariencia, ya sea con efectos de pintura o añadiendo un marco de escayola, por ejemplo, además de práctico será muy decorativo.
Cuando no se gana en vistas, pero sí en luz

En las viviendas de obra nueva se procura unificar la zona de cocina, comedor y salón. Pero en las más antiguas es casi una casualidad verlas juntas o conectadas. Esta imagen os puede dar una idea de lo que hablamos. Una cocina amplia, luminosa y actual que linda con un largo y oscuro pasillo. Abrirla al distribuidor hubiera sido un gran error. Así que solucionaron el problema con un fijo de cristal. Ahora tanto el pasillo como la cocina parecen mucho más grandes, y a cambio ha desaparecido el túnel oscuro. Recuerda que cuando se instalan vidrios de este tipo, es importante contar con un buen profesional que te asesore sobre la mejor fijación y el grosor recomendado. ¡Queremos que sean bonitos, pero también 100% seguros!
Dentro de una jaula

Os tenemos que confesar que, de todas las opciones vistas, esta es nuestra gran favorita. ¡Por ser un todo en uno! Es práctica, porque se puede abrir o cerrar gracias a sus enormes puertas correderas en un plis plas. Es cómoda, porque al integrar una gran barra que hace las veces de comedor, hace muy fácil su limpieza y mantenimiento. Y sobre todo es estéticamente perfecta. Fíjate en su mobiliario azul, a juego con el del resto del apartamento. Apunta bien la idea de separar sin dramatizar gracias al vidrio y el hierro forjado. Tendrás que limpiar muchos cristales con una solución así, ¡pero no me digas que no merece la pena!
Saliendo del armario

Exactamente igual que en algunas suites de los hoteles de lujo. Algunos prefieren dejar la cocina oculta dentro de un armario. Te puedes servir de puertas correderas, paneles, o incluso modelos plegables como el que os mostramos. La idea es disfrutar de todas las ventajas de una cocina abierta, pero teniendo siempre la opción de ocultarla cuando nos apetezca. Imagina que vienen la suegra y tienes el fregadero hasta los topes; ¡pues se cierra el armario y aquí no ha pasado nada! Muy a tener en cuenta en apartamentos muy minis.
Muy Glam

Si tu cocina está totalmente integrada en el salón, pero no acaba de convencerte su estética, tienes la opción de camuflarla sin llegar a ocultarla ¿Cómo? Usando los mismos materiales que en el salón y originales separadores, como en este ejemplo: uno para la zona que da al salón y otro para el pasillo. ¡Una solución chula y sofisticada!
1 Comentario
Alahhh me ha encantado esta. Me parece de lo más original. La verdad es que no sé cómo quedará una vez puesto, peroen la imagen me convence.