En este artículo
Las progresiones avanzadas y las técnicas especiales se aplican para posicionarse en lugares a los que solamente puede accederse desde abajo o donde resulte difícil y particular el acceso al lugar de trabajo.
Algunas de las estas maniobras especiales son:
• Paso de fraccionamientos bajo superficie en techo.
• Progresión ascendente con aseguramiento dinámico.
• Progresión sobre estructura con y sin apoyos.
• Progresión horizontal y diagonal sobre cuerdas.
• Progresión por cuerdas con materiales de emergencia
•
Estas maniobras dada su escasa utilización deben ser realizadas por personal cualificado y con experiencia.
Se denominan técnicas de acceso y de posicionamiento mediante cuerdas (trabajos verticales) a las técnicas para trabajar en altura que se basan en la utilización de cuerdas, anclajes y aparatos o elementos de progresión, junto con sistemas anticaídas y otros accesorios específicos, para acceder y realizar un determinado trabajo a cierta altura.
Los trabajos verticales son cada vez más habituales y frecuentes, puesto que han demostrado que se adaptan con facilidad y eficacia a situaciones y condiciones de trabajo difíciles de resolver con otros métodos o técnicas.
Los trabajos verticales son muy adecuados para la realización de tareas en lugares de difícil acceso o en situaciones de riesgo de caída a distinto nivel.
Estas técnicas de trabajos en altura se caracterizan por su versatilidad y adaptabilidad, además de:
• Ser un método, para ejecutar trabajos en altura, legalmente reconocido.
• Ser un método de trabajo seguro, al aplicar las mejores técnicas en el desarrollo y ejecución del mismo.
• Ser un método de trabajo que evoluciona con el desarrollo de la técnica y las innovaciones tecnológicas.
• Ser un método eficaz y efectivo, al dar respuestas y soluciones concretas a las dificultades del trabajo en altura.
Las principales ventajas radican tanto en la facilidad y rapidez de la instalación y desmontaje de los distintos sistemas de sujeción, anticaídas y protección a terceros, como en la minimización de las molestias causadas a los ocupantes de los edificios, a los peatones y al tráfico. Por estos motivos, los trabajos verticales tienen actualmente un gran campo de aplicación ya que permiten acceder donde es difícil o costoso, o cuando la utilización de los medios tradicionales de trabajo en altura presenta mayores riesgos que el uso de estas técnicas.
A modo de resumen podemos decir que las principales ventajas del trabajo vertical son:
• Eficaz y rápido.
• Versátil y adaptable.
• Pocas molestias.
• Fácil aplicación y ejecución.
• Complementario.
• Especializado.
• Integra la prevención.
Dadas las características y ventajas de los trabajos verticales podemos decir que en la actualidad el campo de aplicación de los mismos es enormemente amplio. Esta actividad entronca con diversos sectores y actividades donde se deben realizar trabajos en altura como por ejemplo: construcción, Limpieza, Metal, Madera, Telecomunicaciones, Servicios, Industria, Turismo, etc., si bien la mayoría de las actuaciones que se realizan mediante trabajos verticales se hacen en el sector de la construcción.
Entre otros campos de aplicación podemos destacar:
• Rehabilitación, mantenimiento y restauración de fachadas y patios de edificios, monumentos, etc.
• Reparación y protección de estructuras de hormigón.
• Renovación y reparación de tejados y cubiertas.
• Evaluación y elaboración de informes técnicos.
• Limpieza de muros cortina, fachadas, cristales, etc.
• Instalación de toldos, de aparatos de aire acondicionado y sistemas de refrigeración, etc.
• Instalación de líneas de vida y sistemas de protección y seguridad en altura.
• Instalación de sistemas contra aves, plagas, etc.
• Instalaciones de gas, fontanería, electricidad, etc.
• Mantenimientos de estructuras, instalaciones, torres, postes, etc.
• Mantenimientos y limpieza de aerogeneradores.
• Obra civil, trabajos en puentes, presas, puertos, etc.
• Trabajos en taludes, frentes rocosos, instalaciones de mallas, redes y barreras dinámicas, etc.
• Trabajos en espacios confinados (pozos, silos, etc.).
La instalación de los sistemas de sujeción y anticaídas comprende la zona de cabecera y la zona vertical. La zona de cabecera o instalación de cabecera comprende los nexos de unión entre el lugar de trabajo y las cuerdas de acceso a la vertical (tanto de trabajo como de seguridad).
La instalación de ambos sistemas consiste en sujetar o anclar las cuerdas utilizando o sirviéndose para ello de un punto de anclaje seguro. Para ello se podrán utilizar elementos estructurales del edificio o la estructura, o bien instalar piezas metálicas específicas para esta misión realizando perforaciones en el substrato (anclajes mecánicos o químicos).
La instalación de los sistemas de sujeción y de seguridad debe ser efectuada de forma independiente, su resistencia no deberá ser inferior a la mínima exigida y estarán diseñados para el uso de un único trabajador.
Es necesario que los realice personal con experiencia y formación adecuada, debiendo realizarse las pruebas de resistencia necesarias para comprobar su idoneidad. Deberán tener una resistencia mínima de 10 kN, tal y como indica la norma UNE-795, y ser utilizados por un solo trabajador.
En el proceso de la instalación de ambos sistemas nunca se deben de obviar las normas de prevención y seguridad tales como la utilización de los equipos de protección individual y colectiva para su realización, así como aquellos otros necesarios para evitar los riesgos inherentes a estas operaciones.
Una vez realizada la instalación de la zona de cabecera (puntos y elementos de sujeción y anticaídas), que es la responsable de la sujeción primera del tendido de trabajo y de seguridad, se procede a la instalación de la zona vertical o de los tendidos de trabajo y seguridad. Esta comprende la instalación de las cuerdas de trabajo y seguridad que permiten acceder y posicionarse en un lugar de trabajo, y en las cuales se conectarán los elementos que componen el equipo de trabajo y el de seguridad.
En la instalación de los tendidos de trabajo se deberán realizar y aplicar algunas normas y procesos de seguridad específicos con objeto de proteger las cuerdas de los rozamientos agresivos que se puedan producir con aristas, bordes, filos, cantos u otros elementos, los cuales pueden provocar el corte o deterioro de las cuerdas. Para ello, se deberán utilizar diferentes sistemas o elementos tales como fraccionamientos, desviaciones, protecciones antirroce, trípodes, pescantes, etc.
La evolución de los equipos de trabajo y seguridad, así como de las propias técnicas ha contribuido a que los trabajos verticales sean un método de trabajo en altura eficaz, rápido y seguro.
El método está basado en el empleo de técnicas y en la utilización de equipos específicos que permiten el desplazamiento en la vertical a través de una cuerda como equipo de trabajo. Pero la utilización de una cuerda para progresar por ella no exime de la utilización del preceptivo sistema anticaídas, puesto que la exposición al riesgo de caída es evidente.
La correcta utilización combinada de la cuerda de trabajo y la cuerda de seguridad (sistema anticaídas), será la que haga nuestra situación de trabajo realmente segura, minimizando la posibilidad y consecuencias de una caída.
Uno de los riesgos laborales que afecta, y que debe ser objeto de estudio en particular, a los trabajos verticales es el que se relaciona con las posturas y esfuerzos de los trabajadores al desarrollar su tarea en suspensión sin un apoyo firme.
La normativa vigente en materia de trabajos verticales exige que se facilite a los
trabajadores un equipo auxiliar cuyo fin es minimizar los riesgos de carácter ergonómico que implica el trabajo en suspensión.