Reforma integral de un piso de 131 m2 útiles en la plaza del Conde del Valle de Suchil, en Madrid, para una familia formada por una pareja y dos niños.
Su estado original se caracterizaba por una distribución laberíntica típica de las casas antiguas y una excesiva tabiquería.
Aunque se rehace toda la vivienda, la intervención se concentra en la zona pública de la casa. Se elimina la mayoría de la tabiquería y se resuelve la separación entre recibidor, cuarto de estar, comedor y cocina con un mueble de obra y una mampara corredera de vidrio. Se consigue así una continuidad entre las diferentes estancias y una mayor luminosidad. Además, se convierte el cuarto de servicio en un gran baño para el dormitorio principal.
En la elección de los acabados se combina una línea moderna con un estilo clásico que no desentona con la imagen del edificio de los años cincuenta en el que se encuentra la vivienda.
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