Este proyecto se realizó en el año 2012, el propietario es un joven trabajador de un hotel de Granada. La vivienda está situada en frente a la clínica La Inmaculada de Granada. La compleja distribución que ofrecía este piso poco tiene que ver con el sofisticado interiorismo que luce a día de hoy. Una reorganización de los espacios fue el punto de partida de este proyecto. Se demolieron los tabiques de la entrada dando lugar a un lugar a un salón diáfano pero a la vez delimitado, en la que dispone de zona de Tele y zona de comedor, todo ello con unos pequeños tabiques de ladrillo y cristal salvando unos pilares. La cocina se encuentra junto al salón, decorada en tono blancos y grises, con una encimera de Silestone en color gris antracita, guiada desde el salón por una pared pintada en rojo vivo de la marca Bruguer. Los dormitorios son 3, en el dormitorio de matrimonio hace incapié al cabecero de la cama pintado en color Violeta, se instaló un falso cortinero de escayola en la que una tira led ilumina este testero. La entrada al baño del dormitorio consta de un puerta de cristal templado colocado sobre un casette corredera, dando holgura a su interior. Pavimento y revestimiento en tono gris de la marca Saloni y mobiliario de la marca Salgar. Las puertas elegidas fueron de la casa Uniarte en color wengué y los rodapiés del mismo tono realzando la tarima flotante de la casa Faus en tono gris claro.
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