En esta vivienda unifamiliar de cuatro plantas, encontramos muchos elementos del origen de la construcción, así como una distribución que no cumplía todos los requisitos de su nuevo propietario.
Diseñamos espacios mejor comunicados: proyectamos la conexión directa del salón y la cocina mediante una puerta corredera que ocupaba todo el hueco de paso para que cuando ésta se abriera quedaran las dos estancias lo más unidas posibles, pero a la vez se pudieran independizar cuando el cliente lo necesitara.
Para el dormitorio principal unificamos dos dormitorios independientes, para unir un vestidor, zona de la cama y un amplio baño en suite con ducha y bañera.
Cuando finalizamos la reforma, la vivienda adquirió un nuevo estilo clásico pero con detalles contemporáneos, una línea de diseño muy limpia con trabajo en colores muy cálidos y la recuperación de muchos de los elementos que ya tenía tales como barandillas, muebles hechos a medida en madera, puertas antiguas, algunos radiadores etc. y que gracias a la rehabilitación y un lavado de color les hemos podido dar una segunda vida.
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