Se trata de una reforma integral de una vivienda de 180m2 en Valencia, con demolición total de todos los elementos interiores. Se redistribuyó logrando el objetivo principal de los clientes, que era tener un gran salón-comedor de 50m2 y comunicado directamente con la cocina a través de una gran puerta ya que también querían la posibilidad de separar ambas estancias.
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