Diseñado en 1920 por el renombrado arquitecto James Miller, es uno de los edificios más llamativos de Glasgow. En 2007 se sometió a una profunda transformación conservando la fachada original y la planta baja, sede original del Union Bank de Escocia.
En su interior, se han levantado hasta 7 plantas de oficinas en base a una compleja estructura de acero de 700 toneladas rematada por una terraza y un ático acristalado de avanzada tecnología que ofrece una visión panorámica única de la ciudad.
Otras de las características del edificio es la instalación de ascensores inteligentes de alta velocidad de pasajeros y un aparcamiento subterráneo informatizado con sistema automático de aparcamiento de los vehículos.
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