En este artículo
Cuando A e I, acudieron a mi, querían emprender un negocio de estilismo, contaban con el local apropiado, de apenas 40 m, pero muy bien situado en la localidad de Puertollano. Un antiguo bar, de estilo bastante rústico.
Como requisito una propuesta elegante pero nada recargada.
Decidimos alejarnos del clasico blanco-plata-negro que proponía la dueña, por querer un estilo minimalista, para conseguir diferenciarnos del resto. El objetivo era vital para conseguir que el posible cliente se quede con tu imagen.
La propuesta final consistió en generar un espacio moderno y sofisticado, de líneas rectas y depuradas, poco recargado ayudándonos de la sensación que produce la combinación del azul noche y dorado/amarillo mostaza. Consiguiendo así un ambiente confortable pero de sensaciones limpias y elegantes que desprende luz.
Era vital conseguir llamar la atención con la fachada, diferenciandola del antiguo negocio y aprovechando la esquina que hace el local con una de las plazas . Optamos por utilizar panel composite de aluminio en un intenso azul acero, un acabado moderno, limpio y con un color elegante que nos conecta con el interior.
Ya en el interior los elementos principales que consiguen captar nuestra atención son los volúmenes de pladur, que generan las zonas de trabajo, sustentan los grandes espejos y elegante techo por su dirección vertical. De esta manera conseguimos que el espacio parezca mas grande. Se pintaron en pintura plástica satinada en el mismo azul acero que la fachada, consiguiendo así conectar el interior con el exterior. El resto de paredes se pintaron en blanco para iluminar el espacio, del mismo modo que la tarima del solado en roble decapado, por supuesto, los rodapies altos lacados en blanco. El toque de color, que me encanta por cierto, lo dimos con los complementos, como el estupendo papel en tonos dorados de papeles de los 70 , los plafones de tela de Ilusoria y la cortina con la fantastica tela de Ocott. Un amarillo yema, que inundo de luz y calidez el espacio.
Para conseguir solucionar el problema de privacidad en la zona de los lavacabezas, reconvertimos una cortina vegetal de Serastone en un tabique divisorio colgado con módulos de 40x40 en madera lacada oro, suspendidos por finos cables de acero. Logrando así separar el espacio, pero conservando la sensación de amplitud y vista de todo el local.
En un espacio anexo, decoramos en los mismos tonos la cabina de estética para los tratamientos personalizados.
Nuestro mayor logro....conseguir que la clienta se sintiera planamente identificada al terminar el trabajo!
Como siempre agradeceriamos vuestras opiniones para seguir mejorando!