Cómo hacer una mudanza sin cajas en cómodos pasos

¿Sólo imaginas cajas y cajas de cartón a tu alrededor porque estás a punto de cambiarte de casa? Aunque es unas de las opciones de embalaje más habituales, no son imprescindibles. Piensa en otras alternativas, por ejemplo cómo hacer una mudanza sin cajas utilizando muchos objetos domésticos y complementos de viaje. Y si no nos crees, sigue leyendo y te lo demostramos. ¡Lo que te ahorrarás en embalaje!
12 trucos para realizar una mudanza sin cajas

Si miras bien a tu alrededor, seguro que tienes en casa un montón de objetos, complementos de viaje y material de papelería o de cocina susceptible de transformarse en tus grandes ayudantes. Piensa en su gran capacidad para guardar y en la resistencia de sus materiales a la hora de almacenar lo que decidas. Hacer una mudanza fácil no implica rodearse de montañas de cajas. Fíjate bien en estos trucos y empieza por ellos:
Usar maletas con ruedas
No dejes de utilizarlas si te estás preguntando cómo hacer una mudanza sin cajas. Si las tienes de diferentes tamaños, genial. Puedes organizar el contenido por sus medidas. Las de mayor volumen resérvalas para la ropa más grande y en las más pequeñas coloca zapatos, bolsos e incluso libros.
Además, si son rígidas son un excelente contenedor donde guardar ciertos materiales sensibles: desde un ordenador portátil, a tablets, monitores y marcos de cuadros. Siempre bien protegidos con toallas o unas mantitas de las de ver la tele, envuelven bien sin abultar mucho. Y tu espalda no sufrirá.
Mételo todo en mochilas
Después de este consejo, te parecerá increíble el gran partido que puedes sacar a esas mochilas con las que tanto has viajado. Este tipo de equipaje además está diseñado con muchos compartimentos y bolsillos interiores que te vendrán de cine. ¿Qué tal si las reservas para aparatos electrónicos y pequeños electrodomésticos? Los cables pueden ir bien ordenados, en los bolsillos, sujetos por bridas. Es importante que etiquetes cada cable con su equipo y si has tenido que desmontar alguno, será de gran ayuda haber hecho una foto de cómo debe de quedar. De organización sabe mucho la gurú del orden Marie Kondo, puedes inspirarte en ella con una mudanza método Marie Kondo.
Usa bolsos grandes
Es otro de los complementos de tu vestuario que te dará muchísimo juego. ¿Por qué guardarlos apilados y vacíos si caben un montón de cosas en su interior? Los únicos requisitos es que no sean objetos muy grandes ni, a ser posible, frágiles. Hay infinidad: desde guantes y pañuelos de cuello, a tus colecciones de relojes, gafas de sol, collares y bisutería… Aprovecha bolsitas o joyeros de tela para llevarlos controlados y que no se pierdan dentro.
Maletines para documentos

Son muchos los trucos para hacer una mudanza así, reutilizando objetos de casa o material de escritorio, como los maletines y portadocumentos. De paso te ahorrarás el presupuesto en cajas. Quizá los tengas un tanto olvidados, o no, pero como al fin y al cabo son pequeñas maletas, pueden ser de gran utilidad para la documentación que conlleva una mudanza. Desde el contrato de alquiler o compra de la nueva casa, al inventario, facturas, recibos, presupuestos de mudanzas económicas, etc. Son papeles importantes que viene bien tener a mano y bien guardados.
Guarda ropa en los cajones
Igual piensas que lo más seguro y recomendable es vaciar los cajones cuando llegue el momento de realizar la mudanza a la nueva vivienda, pero no tiene por qué ser así. De hecho, las compañías de mudanzas suelen mover estos muebles llenos y, por supuesto, con una serie de precauciones para evitar que se abran o golpeen. Prueba a protegerlos con plástico de burbujas y cerrar los frentes con una cinta de embalar con un alto nivel de resistencia.
Bolsas de viaje
Cómo hacer una mudanza sin cajas pero con bolsas de viaje. Cuántas posibilidades dan si tienen un tamaño mediano y están fabricadas con un material resistente que soporte bien el peso. Por ejemplo, puedes pensar en ellas para guardar de manera bastante ordenada los organizadores de los cajones de la cocina donde seguramente tendrá los cubiertos. Apílalos y luego envuélvelos en un film transparente para que no se muevan. Llegarán en perfectas condiciones y solo tendrás que retirar el film para empezar a usarlos.
Rellena las ollas y sartenes

¿Por qué pensar en cajas de embalaje para guardar los alimentos no perecederos de la despensa cuando tenemos infinidad de menaje de cocina que puede valer perfectamente? El ingenio se agudiza cuando hablamos de cómo hacer una mudanza sin cajas y desde luego este tip es un gran ejemplo. Las ollas y las sartenes ondas poseen bastante capacidad, así que úsalas para colocar en su interior paquetes de legumbres, de café, cajitas de infusiones, latas en conserva… Incluso los frascos de especias y si no quieres arriesgarte a que se abran al moverlas, mételos en bolsas de plástico con cierre hermético de las de congelar.
Bolsas de basura
Sobre todo las grandes y más resistentes. Piensa en ellas para colocar los complementos textiles y la ropa de cama que abulta bastante y no pesa excesivamente: desde juegos de sábanas, a visillos, almohadas, cojines, alfombras pequeñas… Incluso la camita de tu mascota. Un buen truco para recordar lo que contienen es rotularlas con alguna palabra o utilizarlas de distintos colores y así hacer una clasificación cromática.
Aprovecha el cesto de la ropa
Cómo sobrevivir a una mudanza y además organizándola sin usar cajas, sino con objetos domésticos que están en nuestro día a día. Sin ir más lejos, los cestos de la ropa de mimbre de toda la vida son especialmente prácticos para transportar esos artículos del hogar difíciles de acoplar al hacer una mudanza por sus formas. Hablo de todas las plantas de interior de casa, de las escobas, fregonas y esas lámparas de mesa altas. Lo ideal es envolverlas individualmente con toallas o sábanas viejas para que no choque entre ellas, salvo las macetas.
Cajas de frutas

¿Ya has descubierto lo útiles que son para dejar infinidad de cosas además de las verduras? Pues solo tienes que conseguir unas cuantas, seguro que un frutero de confianza estará encantado de hacerlo. Como se pueden apilar, es posible crear estructuras que soportan bastante peso, así que piensa bien qué puedes guardar en ellas. No conviene hacer torres muy altas porque después te costará más levantarlas y el riesgo de que se vuelque el contenido será mayor. Es importante que las cajas vayan bien sujetas entre sí mediante bridas o cintas de embalar para que las torres no se desmoronen en una posible caída.
Ropa de cama
Si has decidido evitar las cajas, también puedes plantearte hacer lo mismo con el plástico de embalaje de burbujas. Otro de los imprescindibles en muchas mudanzas. De nuevo si echas un vistazo a tus armarios y cómodas descubrirás infinidad de aliados textiles que cumplirán la misma función sin gastarte nada. La lista es larga: cortinas, mantas, ropa de cama, paños de cocina… Eso sí, piensa bien qué vas a proteger con ellos, nada de objetos con aristas afiladas o productos líquidos. Ni tampoco mobiliario: embalar muebles para una mudanza requiere materiales adecuados y una serie de recomendaciones a seguir.
Limpia la papelera y cúbrela
Los productos de higiene personal y del baño siempre son un incordio cuando toca guardarlos. Sin embargo, una papelera puede salvarnos del apuro y hacer las funciones de un pequeño contenedor donde ponerlos y tenerlos bastante localizados. Para que el transporte sea lo más seguro posible, conviene forrarla con una bolsa de basura, de tela o de la compra resistente, la que mejor encaje por altura y diámetro.
Consejos si realizas la mudanza sin cajas

Todos estos trucos pueden ser una excelente alternativa el día señalado, quizá hasta puedas permitirte realizar una mudanza en un día. Pero para que funcionen y no nos llevemos sustos de última hora, es importante sopesar ciertos aspectos. El más importante, ser muy conscientes del peso que pueden llegar a soportar, tampoco vendría mal que comprobaras si sus asas están en perfecto estado.
No cargar en exceso las maletas, los bolsos de viaje y las bolsas de basura te permitirá moverlos mejor y evitar que se abran o rompan en pleno proceso de traslado. Pésalos en el peso de casa. Por cierto, cómo hacer la mudanza de la ropa tiene sus secretos, ¿quieres saberlos? También conviene ser cuidadosos en cubrir bien el interior de estos objetos para que no se rayen o deterioren.
Las sartenes y las ollas, por ejemplo, poseen superficies delicadas y hay que protegerlas al máximo: un buen consejo es forrar el fondo con trapos de cocina o papel de cocina. Y para terminar, es preciso que estos contenedores tan especiales y sin tapa tengan la mayor estabilidad posible dentro del maletero del coche (o del camión de la mudanza) debidamente sujetos.