Esta vivienda unifamiliar aislada y en terreno ligeramente en pendiente, está ubicada en la población de Castellbisbal, en una urbanización tranquila y cercana al centro del pueblo. La casa se distribuye en dos niveles, con un amplio hueco de doble espacio entre plantas para generar amplitud y comunicación entre ambas.
Los propietarios, una pareja joven de la ciudad de Barcelona, querían una casa de fin de semana, pequeña y acogedora, donde pasar unos días aislados del bullicio de la ciudad. Generamos espacios flexibles en función de sus necesidades, amplios, con grandes ventanales y doble altura.
Uno de los objetivos más importante en este proyecto de vivienda ha sido potenciar y dar la mayor sensación de espacialidad posible, creando espacios amplios donde el protagonista sea la luz.
La materialidad de este proyecto de arquitectura juega un papel fundamental en la vivienda. Busca combinar el diseño al detalle, generar espacios cálidos y a la vez sencillos y poco recargados.
Se propone una entrada a la casa retranqueada para dar mayor amplitud, creando así un espacio de hall exterior cubierto por una celosía. Una vez se accede a la vivienda, nos encontramos con el espacio de recibidor, componiendo así un espacio de transición antes de acceder al salón principal de doble altura y cocina en isla, que se encuentran vinculados al jardín, de esta forma se crea una continuidad entre el exterior el interior, mediante un sistema de ventanas correderas.
Las escaleras que comunican con la planta primera se encuentran en un lateral de la casa, y son de chapa metálica plegada en una tonalidad RAL que combine adecuadamente con el color de la cerámica y del resto de materiales. De esta forma, se consigue crear la sensación de una escalera muy liguera. Para el resto de acabados predomina la madera clara, tonos de mobiliario y revestimientos muy terrenales y suaves.
En el nivel de planta primera, se dispone de un baño completo y tres habitaciones, una con salida a una terraza con vistas hacia el jardín de la casa.
