Cómo decorar decorar las paredes: 10 ideas para llenarlas de personalidad

A la hora de decorar paredes, hay tres reglas básicas que te ayudarán a evitar el "desastre". Pero no te preocupes: aunque no te guste el resultado, solucionar los posibles problemas es más fácil de lo que parece. Vamos con nuestras claves:

1. Menos es más, siempre. Recuerda: tu casa no es un museo ni una galería de arte. Si cuelgas mil cuadros, espejitos, fotografías y accesorios de las paredes, al final la atención se dispersará y no verás ninguno de ellos. Huye del ruido visual: es mejor poner dos o tres láminas o espejos grandes, y nada más. Y si quieres colgar recuerdos o fotos, enmárcalos a juego y cuélgalos por grupos.
2. Elige colores neutros. Salvo en casos puntuales (como alguno de los que veremos a continuación), lo mejor es escoger colores neutros y suaves para las paredes. El blanco siempre va bien, sobre todo si es cálido y matizado. Las gamas de los grises, arenas, beiges y azules o verdes empolvados también funcionan genial.
3. Busca el equilibrio. Distribuye los cuadros u objetos decorativos de forma que queden equilibrados. La simetría siempre funciona, y también los números impares: tres láminas grandes iguales, cinco fotos pequeñas bien repartidas...

Un consejo: antes de pintar o empapelar, llévate a casa una muestra de la pintura o el papel. Ponla delante de la pared y comprueba cómo se ve con la luz, y con el resto de la decoración. Y para colgar objetos, utiliza colgadores de velcro. Soportan bastante peso y se quitan sin dejar rastro.

Con papel pintado

Si quieres decorar las paredes de tu casa con papel pintado, ¡genial! Es tendencia y hay muchísimas opciones para escoger. Los papeles tejidos no tejidos (TNT) son fáciles de colocar, lavables y resistentes. Si eliges un estampado muy vistoso, empapela solo la pared de la habitación que reciba más luz o la más visible. ¿Es más discreto y luminoso? Puedes colocarlo en dos paredes o incluso en toda la estancia, siempre que sea amplia.

Con plantas

¡Que no falten! Las plantas aportan frescor, un tono verde que pega con todo y muchísima vida. En las paredes quedan genial las especies colgantes de interior, como los potos o la famosa "planta del dinero". También puedes colocar estanterías flotantes y poner maceteros caseros colgantes; escógelas del mismo tamaño, color y modelo para crear un efecto de regularidad. Y si no tienes "mano verde", hoy hay plantas artificiales preciosas que casi parecen de verdad.

Con cuadros

Es la opción más clásica, pero también una de las más complicadas. Piensa que si un cuadro tiene unos colores muy definidos o una imagen muy potente, puede condicionar el resto de la decoración. Lo mejor es decantarse por láminas o fotografías en tonos neutros: blanco y negro, sepia, colores suaves... Los grabados también son una buena opción. En cuanto a los marcos, intenta escogerlos finos y en color madera, dorado o negro: no "chocarán" con el ambiente. 

Con espejos

Nos encantan. No solo están de moda, sino que reflejan la luz. Y bien colocados, pueden hacer que una habitación parezca más grande. Si los quieres pequeños, escógelos redondos o asimétricos y crea composiciones de 2 o 3. ¿Te gustan grandes? Elige modelos tipo ventana, espejos enmarcados con molduras doradas o piezas adhesivas para crear murales. Te sorprenderá lo que puedes conseguir.

Los frisos o zócalos son una de las soluciones más antiguas para decorar las paredes. Antiguamente se colocaban para proteger la parte inferior de golpes o manchas, pero hoy tienen también una función estética. El de la foto está realizado con piezas de madera o MDF pegadas a la pared con adhesivo, pintado con esmalte plástico mate del color de la pared y rematado por una pequeña balda. Que, por cierto, permite colocar cuadros sin agujerear la pared y cambiarlos siempre que apetezca.

Desde luego, esta idea no puede ser más sencilla. Consiste en colgar un marco sin cuadro de forma que centre la atención. Por supuesto, tiene que ser un marco grande y bonito; los de color dorado resultan muy elegantes. Para que destaque, anímate a pintar la pared de un color potente y estiloso como el verde esmeralda de la foto. Junto con el tono dorado crea un efecto mid century modern muy de tendencia, ideal para lucir hacer destacar el sofá blanco.

Si lo tuyo son las plantas, alíate con ellas para crear paredes que llamen la atención. Para el color, elige un tono blanco roto o gris claro; el verde de las distintas especies destacará con fuerza. Los colores oscuros no les van bien y les roban claridad. Si eliges plantas colgantes colócalas en maceteros de macramé, cestas o ganchos colocados en la pared. También puedes poner maceteros altos delante y ponerlas en ellos, como el poto de la imagen. Añade láminas con fotos o dibujos de plantas (las de tipo botánico quedan preciosas) bien enmarcadas y combínalas con objetos de madera clara.

Una pintura bien escogida puede ser todo lo que necesites para decorar tus paredes. Antes de pintar, quita el polvo y rellena los agujeros, grietas o desperfectos con masilla. Lija y aplica una imprimación; cuando se seque, da una o dos manos de una pintura plástica lavable y de calidad. Si no vas a colocar nada en ella, atrévete con un color protagonista: el verde azulado de la foto, como puedes ver, queda precioso con objetos de madera o cobre. ¿Más ideas? Anímate con un rojo teja, un amarillo ocre, un azul petróleo o un naranja melocotón. 

Los prints tropicales, con grandes hojas y flores, están de moda en decoración. Los encontramos en telas, tapicerías o incluso cerámica; y por supuesto, en preciosos papeles pintados como el que podemos ver en este salón. Con fondo blanco y grandes hojas de monstera y kentia, es llamativo pero también sutil. Si te animas a empapelar una pared con un estampado de este tipo, asegúrate de que el resto de las paredes y el techo son blancos o muy claros. Elige una estancia con mucha luz y combina el papel con cojines, tapicerías y muebles en tonos azules, verdes y blancos. Un "secreto": el malva de la foto también queda genial. 

El degradado u ombreé está de moda. Son colores que realizan una transición sutil entre un tono oscuro, y el mismo tono muy claro, prácticamente blanco. En paredes generan un efecto muy teatral, que bien realizado puede ser espectacular. El de la fotografía se ha conseguido pintando la pared de un gris muy claro, y aplicando brochazos en tonos cada vez más oscuros de izquierda a derecha. Los brochazos son regulares, horizontales y del mismo tamaño, y generan un efecto regular y uniforme. ¿No te animas a hacerlo tú? No te preocupes: hay papeles pintados, fotomurales y vinilos que lo reproducen de forma eficaz, y son fáciles de colocar.

Esta idea para decorar paredes no puede ser más sencilla y económica. Tan fácil como coger tres marcos de madera fina, colocarles tres trozos de papel pintado con print vegetal y colgar los cuadros con sombreros y bandejas de fibra natural, recopilados en distintos viajes. El efecto es elegante e informal, y nos recuerda a las películas de aventuras de los años 50. En este dormitorio, la decoración se combina con un cabecero realizado con una gran tabla de madera y una escalera de pared, perfecta para colgar plaids, mantitas, bolsos...

El zócalo de nuestra primera propuesta se renueva sin tener que quitar clavos o escarpias de la pared. Lo logramos simplemente quitando las láminas y sustituyéndolas por un espejo redondo con un fino marco de madera. El espejo refleja la luz y las plantas del fondo del salón, dando sensación de amplitud y claridad. Junto a él, una pequeña planta colgante, una caja y una base de madera con esculturas de piedra completan la decoración. 

¿Te animas a decorar las paredes del baño? Sí, es más complicado que renovar las del salón o la decoración de la pared del dormitorio: los azulejos no son fáciles de cambiar. Pero siempre puedes pintarlos con pinturas especiales o revestirlos con vinilos resistentes al agua. ¡Los hay incluso para la zona de la ducha! El de la foto reproduce un entramado de madera en espiga y combina genial con el suelo, las lámparas y la bañera. Colocarlos es fácil: solo hay que limpiar a fondo los azulejos, vaporizar agua sobre ellos, quitar el protector del vinilo e ir colocándolo con una espátula. Si pides ayuda, te quedará perfecto.