Plantéate unas preguntas

Nuestra intención es darte algunos consejos para que ese paso sea mucho más sencillo. No obstante, entre esos consejos encontramos una primera fase en la que cuestionarnos el uso del papel que hacemos diariamente es más que necesario. Para saber cómo reducir el uso del papel debemos identificar aquellas situaciones en las que no es tan necesario o hay alternativas. Así pues, hazte una serie de preguntas antes de ponerte a imprimir cualquier documento:
- ¿Es realmente necesaria esta impresión? ¿Hay posibilidad de pasar este documento a un formato digital?
- ¿Cuántas copias de este documento son estrictamente necesarias?
- ¿Este papel podré reciclarlo posteriormente?
Usemos más la tecnología

Como comentábamos, las nuevas tecnologías ponen un poco más sencillo esto de evitar la impresión. Digitalizar los documentos que tenemos almacenados y usarlos posteriormente es sencillo gracias a muchas aplicaciones, tanto para iOS como para Android. Un buen ejemplo de ello son aplicaciones como Scanner pro y Office Lens.
Hay aplicaciones que digitalizan un sinfín de documentos, desde facturas hasta entradas a eventos. Por ejemplo, las entradas electrónicas han evitado que se impriman una inmensa cantidad de entradas físicas, funcionando simplemente con un código y pudiéndolas enseñar en los eventos desde las pantallas de nuestros dispositivos móviles. Usemos más estas opciones.
En la medida de lo posible, envía toda la documentación posible por correo electrónico, hay veces que no es tan necesario imprimirla y se puede usar de la misma forma en este soporte. Además, fomenta el uso de documentos electrónicos manteniendo un respaldo de seguridad y dando accesos compartidos en plataformas como Google Drive.
La firma digital

Incluso los documentos oficiales pueden tener una alternativa. Si no conoces la firma digital infórmate sobre ella. Te ahorrarás la necesidad de imprimir muchísimos documentos, firmarlos y volverlos a escanearlos. En los documentos oficiales podemos usar el DNI o firma electrónica. Sus funciones básicas son la de identificar al firmante de manera inequívoca, asegurar la integridad del documento firmado y asegurar el no repudio del documento firmado.
Las facturas

Intenta solicitar siempre las facturas vía email. La mayoría de las empresas tienen estas opciones, con ella dejarás de recibir mensualmente tu factura de suministros en el buzón físico de tu casa para recibirla en tu email. Tiene la misma validez, podrás guardarla cómodamente en archivos y encima no te ocupará espacio en casa.
Rechaza los tickets y copias de los datáfonos cuando pagues con tarjeta, hay apps que pueden controlar este tipo de aspectos y que ahorran también muchísimo papel al año.
Ocio e información en papel

Hemos hablado de las entradas electrónicas, pero el ocio e información también pueden usarse de forma digital. Los libros en lectores digitales son cada vez más frecuentes, además de ahorrar papel también nos ahorran espacio de almacenaje en casa. Es más, los principales periódicos y revistas cuentan ya todos con formato online, piensa en la gran cantidad de papel que se ahorra con esto diariamente.
Cuando imprimir es la única opción

Aunque cada vez es más fácil encontrar alternativas, muchas veces nos vemos obligados a imprimir determinados documentos. En este caso, también hay tips para intentar hacer las cosas un poco más ecológicas. Por ejemplo, optemos siempre por el papel reciclado.
También es importante revisar siempre los documentos que vamos a imprimir para evitar tener que repetir esta operación. No somos conscientes de la cantidad de pequeños errores que se cometen y que nos hacen tener que duplicar el gasto de papel. Asimismo, si tienes que imprimir varias hojas, intenta hacerlo a doble cara.
En el formato del documento también se puede trabajar, por ejemplo, ajustando los márgenes y el tamaño de la letra para evitar así imprimir demasiadas páginas.