Decorar la pared en los dormitorios resulta esencial si queremos disfrutarlos como se merecen. Porque es el lugar en el que descansas, y disfrutas también del placer de la lectura o tus hobbies favoritos. Es muy importante que sepas decorarlo con equilibrio: anota estas ideas súper inspiradoras, ¡y presume de un dormitorio de revista!
En este artículo
A la hora de decorar las paredes del dormitorio, hay que tener muy en cuenta que estamos en un lugar para el descanso. El exceso de objetos, cuadros, fotos y demás puede terminar resultando muy agobiante. Así que la primera norma está clara: hay que deshacerse de cosas. Anímate a donarlas, a guardarlas en cajas (para cambiar la decoración cada temporada) o incluso a darles un aire nuevo.
Por ejemplo, puedes pintar los marcos de un solo tono para unificarlos y cambiar las viejas fotos por otras más recientes. En blanco y negro siempre quedan bien. Anímate a cambiar láminas por espejos, a colgar tapices o adornos artesanales, a dar nueva vida a las paredes con papel pintado... Las opciones son muchas, y todas ellas son sencillas y asequibles.
20 Ideas inspiradoras para decorar las paredes del dormitorio
El color, los revestimientos, los muebles y los accesorios de decoración son las protagonistas de nuestras siguientes propuestas. Descubre cómo cobran vida en 20 ambientes llenos de encanto y modernidad, que te servirán de inspiración para decorar la pared de los dormitorios de tu casa. ¡No te los pierdas!
1. Look minimalista en madera y blanco
Nuestra primera propuesta no puede ser más sencilla. Sobre la pared blanca, el cabecero de madera de estilo escandinavo luce con toda su presencia natural. Es una propuesta muy interesante si tienes un cabecero de calidad, de madera noble o con mucha personalidad. Elige un blanco cálido para la pared y combínalo con ropa de cama blanca. En la mesilla de madera, un jarrón de cerámica blanca con una sencilla rama remata el efecto.
2. Un tapiz artesanal entre ventanas
Esta idea se inspira en lo ancestral, lo artesanal y la tradición, pero sin perder de vista la modernidad. El gran tapiz de cuerda color arena pende de una rama, aportando un toque rústico y una potente simbología. No es necesario añadir más elementos: su personalidad es más que suficiente. En la pared blanca, los visillos transparentes matizan la luz y crean un ambiente mágico, al que las plantas verdes le aportan el toque de color y frescura.
3. Haz una composición de láminas
Una excelente idea para decorar la pared de los dormitorios es utilizar láminas enmarcadas. Las de este ambiente son de estilo vegetal, con un punto muy original: las plantas surgen de los laterales, las esquinas e incluso la parte superior. El efecto es dinámico y atractivo. Los marcos de madera unifican el conjunto, y hacen juego con los detalles de fibra natural colgados alrededor: cestas y sombreros adquiridos en distintos viajes. ¿Tienes sitio? Apoya en la pared una escalera decorativa para colgar mantitas, collares...
4. Ladrillo y artesanía, un contraste que funciona
Recuperamos la idea del tapiz, pero en este caso hacemos contrastar la suavidad de las lanas la pared de ladrillo. Pintado de blanco, hace un contraste fantástico. El look se remata con atrapasueños blancos de algodón, espigas en color ocre, tejidos orgánicos y naturales y un sencillo cabecero blanco. Puedes lograr un efecto similar con una decoración con papel pintado que simule ladrillo blanco: hay diseños fantásticos que parecen reales.
5. Con papel pintado geométrico
¡No puede estar más de moda! El papel pintado es uno de los revestimientos más escogidos hoy para decorar las paredes del dormitorio; sobre todo, la principal. Si eliges un estampado protagonista, podrás incluso prescindir del cabecero. Los motivos geométricos son tendencia, pero para que no resulten muy agobiantes conviene escogerlos con fondo blanco y combinarlos con colores claros y neutros en la decoración. Como puedes ver en la foto, crean una sensación elegante y original y hacen que los espacios parezcan más grandes.
6. Colores pastel para un espacio juvenil
¿El color rosa, cursi? De eso, nada. Es uno de los tonos que más se utiliza hoy día en los dormitorios por su cualidad fresca y relajante. Eso sí, en lugar del "rosa bebé" conviene optar por tonos empolvados y matizados: cuarzo, maquillaje, nude... En este dormitorio, las paredes blancas hacen destacar las cortinas claras, las notas azules (butaca y mantita) y los toques en rosa cuarzo, presentes en el cojín, la caja del tocador... Los objetos de fibras naturales y madera clara aportan un aire natural y moderno, que eleva el nivel del espacio.
7. Negro, verde y rosa: trío de ases
De nuevo, el rosa es uno de los tonos elegidos para decorar la pared del dormitorio. Pero en este caso y por increíble que parezca, se ha empleado para lograr un efecto industrial. Este ambiente destaca por el uso del metal negro sobre la pared blanca, que crea líneas verticales que hacen que el techo parezca más alto. Las láminas en verde y rosa combinan con la ropa de cama, y generan un foco de atención en el centro de la estancia. Para matizar el efecto, el suelo, las cajas y la lámpara de madera añaden el necesario toque cálido y natural.
8. Viste la pared con un cabecero acolchado
La misma gama de colores sirve en este caso para decorar un dormitorio acogedor, con un aire entre clásico y moderno. En la pared, el cabecero acolchado se muestra lujoso y cálido: el tono gris arena de la tela es perfecto para combinar con cualquier gama cromática. Este tipo de cabeceros son cómodos y elegantes, y ayudan a aislar la pared del ruido y el frío. Las láminas vegetales asimétricas, los toques en verde oscuro y el contraste de las notas en rosa coral llenan esta habitación de glamour.
9. En gris oscuro: arriesgado, pero elegante
¿Te asustan los tonos oscuros en la decoración? Puede que este dormitorio te haga cambiar de opinión. Si se trata de un espacio amplio y luminosos, arriesgar con un color potente puede ser un acierto. El gris grafito, por ejemplo, es una buena opción: es discreto y estiloso, y pega con todo. En esta foto la pared se ha pintado a juego con el cabecero de obra y los muebles, creando un efecto uniforme y original. Para dar vida al ambiente, la ropa de cama con estampado blanco, la alfombra, la lámpara y los accesorios añaden toques claros que reflejan la luz.
10. Estilo colonial en rojo teja y fibra
El rojo no es precisamente un color que invite al descanso. Pero si elegimos un rojo teja o un naranja caldero, la cosa cambia. Estos tonos son cálidos y acogedores, y combinados con fibras naturales y plantas nos recuerdan a los ambientes coloniales del Hollywood de los años 50. Si eliges decorar la pared del dormitorio con este color, no la tapes con cuadros: con tres bandejas o salvamanteles redondos puedes crear una decoración atractiva y elegante, como la de esta fantástica habitación.
11. Pon una balda para cuadros y adornos
¡Nos encanta esta idea! En lugar de gastarte un dineral en un cabecero, pinta la pared de blanco y fija una balda flotante del mismo color. Con que tenga 10-15 cm de fondo, será suficiente para poder colocar sobre ella láminas, espejos, cuadros, lámparas y mil accesorios decorativos. Cuando te canses de la decoración, solo tendrás que cambiarlos de lugar o sustituirlos por otros elementos. Y si no tienes clara la gama de color, un consejo: apuesta por el blanco y negro, como en la foto, y no te equivocarás.
12. ¡Que no falten los espejos!
Si hay una habitación de la casa donde pertenecen por derecho propio, esa es el dormitorio. Además del imprescindible de cuerpo entero, esencial para vestirse, puedes colocar espejos enmarcados sobre las mesitas de noche o la cómoda. Crearás zonas de claridad que reflejarán la luz y darán amplitud al espacio, y le darás a la habitación un estilo muy personal. Anímate a decorar uno de ellos con una guirnalda de lucecitas y crearás un rincón lleno de encanto.
13. Paredes enteladas: cálidas y lujosas
Hace unas décadas, las paredes enteladas eran signo de lujo y riqueza en las casas. Además de decorar, aportaban calidez y ayudaban a aislar del frío y de los ruidos. Hoy vuelven con fuerza, pero con un plus: en lugar de tela, hoy es posible decorar las paredes del dormitorio con papel pintado efecto textil. Todo son ventajas ya que es mucho más económico, fácil de colocar y de limpiar. En la foto se ha elegido un modelo gris claro con rayas verticales que dan sensación de altura. Junto con el color blanco, que inunda el dormitorio de luz, y los toques de amarillo mostaza, la combinación crea un efecto realmente espectacular.
14. Un papel pintado con mucha personalidad
Como hemos visto en varias de estas propuestas, el papel pintado es un recurso fantástico para decorar todo tipo de paredes. En el caso de los dormitorios, ha cobrado un papel aún más importante en la pared del cabecero. Echa un vistazo y descubre que, además de los diseños clásicos que imaginas (de flores, con motivos naturales), hay modelos para todos los gustos y estilos. Más modernos, alternativos, vintage. Causan furor los que imitan materiales como la madera, el cemento, o incluso, el ladrillo visto. Con base de papel, TNT, vinílico, no vinílico...
Déjate asesorar por un profesional para elegir el material perfecto para vestir tus paredes. En este dormitorio han optado por un estampado geométrico en tonos oscuros, que combina de maravilla con las dos lámparas y el cabecero de terciopelo dorado. Con ello han conseguido un espacio íntimo, relajado y súper exquisito.
15. Destaca la pared con un gran mapa
Viajar y descubrir nuevas gentes y lugares es un placer. Después de los duros meses de confinamiento, seguimos planeando un viaje tras otro, para resarcirnos de aquel parón obligatorio. ¿No te parece una idea genial vestir las paredes con un gran mapamundi, y marcar los sitios a los que ya has ido y los que te faltan por ver? Puedes elegir un fotomural de pared a pared, colgar un mapa enmarcado, buscar uno vintage como el de la foto... Cómo más te guste. Es una idea que vemos mucho en dormitorios infantiles o juveniles, pero que no entiende de estilos ni edades. Si te gusta, ¡atrévete!
16. Un espacio juvenil que juega con el color
Ya conoces las bondades de la cromoterapia. Por arte de magia el color puede hacer que una estancia crezca, o todo lo contrario, que disminuya visualmente más de lo que nos gustaría. Siendo los dormitorios espacios muchas veces pequeños elegir bien el color es básico. En esta habitación juvenil usar el color negro en la parte más cercana a la ventana (también en el suelo), ayudó a crear sensación de profundidad. ¿Lo notas?
Para equilibrar el ambiente y salir del clásico blanco y negro, el azul intenso de la pared de la cama aporta dinamismo y mucha frescura a un espacio divertido, que no deja de ser elegante. ¡Nos encanta el gran armario que han diseñado para guardar y también sentarse! Es otra idea fantástica para los que necesitan aprovechar al máximo cada centímetro de pared.
17. Texturas que destacan: piedra y madera
Si tienes la suerte de contar en el dormitorio con una o varias paredes de piedra, ¡ni se te ocurra quitarlas! Si están deterioradas se pueden arreglar para que luzcan estupendas, a pesar de sus años. Los dormitorios de piedra, o con ladrillos, tienen un aire rústico que siempre enamora. Además, son cálidos en invierno y muy fresquitos en verano.
¿Y si no tengo ninguna pared de este tipo? Siempre puedes elegir sus imitadores. Papel pintado, revestimientos decorativos... Hay maravillas. Y para las vigas de madera, lo mismo. Si no acabas de verlo, pide un diseño en 3D a un interiorista. Te ofrecerá distintas versiones de las paredes, ajustadas al presupuesto que necesites.
18. Un cabecero de pared a pared
La madera, además de ser muy decorativa, ayuda a proteger las paredes de las rozaduras o las temidas humedades. Además de la de verdad, existe la versión decorativa para facilitar aún más su aplicación. Forrar la habitación entera quizás es una opción demasiado arriesgada, pero hacer como aquí y estirar el suelo hasta la altura del cabecero, ayuda a prolongar la estancia y le da muchísima calidez.
En esta habitación la mezclan con ladrillo blanco (imitable también con papel pintado), y pocos muebles, pero bien escogidos para que la estancia no pierda el carácter calmado que requiere. Mira el armario lacado en blanco: pasa "casi" inadvertido, cumpliendo perfectamente su función. ¿Y la luz del techo? Es una tira de LED. En dormitorios se está usando mucho sobre el cabecero para aportar una iluminación discreta y muy cálida.
19. Rescata una puerta rústica
Las puertas recuperadas de madera son una propuesta fantástica para los que quieren dar a su dormitorio un aire vintage. En este caso sirve para formar el cabecero, pero también se les pueden añadir ganchos o espejos y usarse como expositor o perchero. ¿Y el resto de paredes? En este caso son blancas y sin ningún otro adorno. Piensa que estos muebles tienen mucha fuerza visual. Por eso es básico equilibrar color, textiles y todos los detalles y complementos.
20. Potencia y personalidad, pero con estilo
Un cabecero textil, molduras de escayola enmarcando las mesitas, contrastes de color intensos: rojo, gris, blanco, piedra... Un dormitorio con personalidad y mucho estilo, al que no le falta detalle. De refilón veis en las fotos una pared de cristal y metal negro (tras las que se encuentra la ducha) y a continuación un vestidor de ensueño. En espacios con tanta riqueza de color y materiales, lo mejor es no cargar las paredes con cuadros, ni muchos elementos decorativos. Al final, lo que buscamos es un espacio que induzca al descanso y al sueño.