Te desvelamos los mejores trucos para que no roce la puerta: descubre las causas del problema y aplica estas soluciones para no tenerla que cambiar. Te sorprenderá lo sencillo que puede ser repararlas; y lo mejor es que es posible hacerlo tú mismo, con herramientas y materiales básicos. ¿Te animas?
En este artículo
- El truco viral para evitar el roce de las puertas
- Cómo aplicar el truco
- Razones por las que una puerta comienza a rozar
Si estás buscando trucos para que no roce la puerta que realmente sirvan para algo, has llegado al lugar perfecto. Las redes sociales están en constante ebullición con mil y un consejos de bricolaje de todo tipo, y este es uno de los problemas que más consultas tienen. Los trucos virales para reparación de puertas están, por tanto, a la orden del día.
A continuación te desvelamos el "truco estrella" de TikTok para que no roce la puerta. Que, por cierto, no es nada nuevo: los carpinteros y aficionados al DIY lo conocen desde hace décadas. ¡Sigue leyendo!
El truco viral para evitar el roce de las puertas

La reparación de puertas madera incluye evitar o solucionar los roces y los atascos. Lo bueno es que es algo que puedes hacer tú mismo en la mayoría de los casos, con herramientas básicas y sin tener que llamar a un carpintero. Eso sí, si lo que necesitas es reparar puerta de aluminio, la cosa cambia: lo más probable es que tengas que recurrir a un profesional.
Y ahora, vamos con el truco viral para que no roce la puerta del salón, la entrada o el dormitorio. Es tan sencillo como lijar el canto inferior con papel de lija grueso. Pero, ¿cómo hacerlo sin retirar la puerta del marco? Te lo desvelamos a continuación...
Cómo aplicar el truco

La respuesta a esta pregunta es bien sencilla. Solo tienes que deslizar un papel de lija de grueso (número 60 u 80), con la parte rugosa hacia arriba. bajo el punto donde la puerta roza con el suelo. Písalo o pégalo con cinta de carrocero, y abre y cierra la puerta varias veces pasándola por la lija. El movimiento de la puerta lijará el canto inferior sin que tú tengas que hacer el mínimo esfuerzo.
Mueve la puerta durante un rato. Retira el papel de lija y comprueba el resultado. Si todavía roza, repite la operación las veces que sean necesarias. Cuando lo consigas, haz lo mismo con un papel de lija fina (280) para sellar el poro. Para terminar, moja un trapo en cera para muebles, colócalo bajo la zona lijada y mueve la puerta unas cuantas veces. La madera absorberá la cera y se impermeabilizará.
¿No has conseguido que deje de rozar? Entonces, el atasco es más grave de lo que parecía. Si no te animas a desmontar la puerta, contacta con un servicio de carpinteros para que te la arreglen.
Razones por las que una puerta comienza a rozar

Tan importante como saber los trucos para que no roce una puerta es conocer el porqué de este problema. O más bien, los porqués: las causas de los atascos y roces pueden ser muy distintas. Estas cinco son las más habituales:
- Movimiento del edificio. A causa de los movimientos del terreno o de los cimientos sobre los que se asientan, las paredes, las fachadas y los forjados de las casas se pueden mover. Puede ser algo imperceptible, pero suficiente como para que las puertas se desplacen y terminen rozando con el suelo. En estos casos, si la casa ha terminado de asentarse, bastará con rebajar la hoja para solventar el problema.
- Humedad y cambios de temperatura. La madera es higroscópica, es decir, tiende a absorber la humedad. Los fregados, las limpiezas y el clima pueden hacer que la puerta se hinche y se atasque, y lo mismo sucede con el calor y el frío. Es normal que la hoja o el marco se dilaten y contraigan, lo que puede hacer que la puerta termine rozando con el suelo o el lateral. Intenta no poner la calefacción demasiado alta y evita mojar la madera. Puedes aprender cómo arreglar una puerta que roza con el marco.
- Bisagras deterioradas. Con el tiempo, es normal que las bisagras se aflojen o se deformen, provocando descolgamientos en las puertas. Si una de ellas roza con el suelo, míralas de cerca y aprieta los tornillos flojos. ¿Están deformadas? Cámbialas por unas similares.
- Defectos de instalación. Una puerta mal instalada puede terminar rozando con el suelo o los marcos. Contrata siempre a profesionales con garantías y referencias; si tu puerta da problemas en los tres meses siguientes a la instalación, puedes exigir que te la arreglen (siempre, con la factura en la mano).
- Deterioro por el paso del tiempo. Las puertas que tienen ya muchos años tienden a deformarse, abrirse o estropearse. Normalmente, estos problemas son de difícil solución; si quieres conservar tu puerta, infórmate sobre cuánto cobra un carpintero por hora y contrata a un profesional con experiencia en este tipo de trabajos. ¿No se puede arreglar? Tendrás que cambiarla por un modelo similar.