En este artículo
- Ventajas del calentador de gas
- Desventajas del calentador de gas
- Ventajas del termo eléctrico
- Desventajas de los termos eléctricos
Ventajas del calentador de gas
Una de las características importantes de este tipo de sistema es que el suministro de agua caliente no es inmediato como en el caso del termo eléctrico. Es cierto que el tiempo de espera tampoco es elevado, pero tendremos que esperar entre uno y tres minutos para que el agua caliente empiece a correr después de que se caliente a través de una serie de quemadores de gas. Eso sí, una vez comencemos a tener agua caliente, el suministro será ilimitado.
Comentábamos al principio que los termos de gas pueden ser la opción ideal en aquellas casas en las que tengamos un alto consumo de agua caliente. Esto se debe a varios motivos. Para empezar, el gas natural es mucho más económico que la electricidad. Así, el gasto en suministros será menor aunque hagamos un mayor uso. A pesar de que existen trucos para ahorrar con un termo eléctrico.
Por otro lado, con un termo de gas natural tendremos agua caliente de forma ilimitada. No hay depósito, simplemente el agua se calienta y sale, por lo que si vivimos muchos en una misma casa, es un punto muy positivo para que nadie se quede sin agua caliente en mitad de un baño.
Desventajas del calentador de gas
¿Tienen desventajas estos calentadores? No es que sean grandes desventajas, pero sí conviene saber cuáles son sus puntos débiles para poder tomar la mejor decisión. Para empezar, como hemos comentado, el agua caliente no sale de manera inmediata. Es necesario esperar hasta que se caliente. En este punto, recordad que hay calentadores más eficientes que otros, y aun así en todos hay que esperar un poco hasta que salga el agua caliente. Además, es necesario un caudal mínimo de agua para que el calentador se ponga a funcionar, un punto que quizá sea bastante más condicionante que el anterior y que en determinados casos nos obligue a encarecer la reforma.
¿Hay más desventajas? En comparación con otro tipo de calentadores, sí. Por ejemplo, tenemos que pensar que un calentador de gas necesita una instalación de gas que, además, deberá ser revisada de forma periódica, pues aunque son totalmente seguros, necesitan unas condiciones óptimas para que esa seguridad sea plena. Puedes aprender cómo limpiar un calentador de gas para garantizar esa seguridad.
Ventajas del termo eléctrico
Para entender mejor su funcionamiento, pensemos en el termo eléctrico como un aparato que cuenta con un depósito de agua. Este depósito es el lugar en el que se calienta y se mantiene a esa temperatura estando lista para ser usada en cualquier momento.
Evidentemente no todos los termos eléctricos son iguales, y la principal diferencia la encontramos en su capacidad. Podemos encontrar termos de 30 litros e incluso de 300 litros.
¿Cómo funciona? El agua se va calentando, esta vez mediante resistencias eléctricas. Una vez se alcanza la temperatura programada la resistencia se apaga y el agua queda en el depósito a esa temperatura gracias a materiales aislantes. Así, a medida que gastamos el agua caliente, entra agua fría que deberá ir calentándose previamente.
De este funcionamiento extraemos que el agua caliente en estos casos es ilimitada. No obstante, en una vivienda en la que no seamos muchos y no contemos con un gran uso de agua caliente puede ser muy interesante.
Las ventajas para decantarnos por este sistema son varias. Para empezar, tendremos agua caliente de forma instantánea, una vez que abramos el grifo. Esto es debido a que no se calienta en el momento en el que la usamos.
Estos termos, además, son mucho más sencillos de instalar, no requieren la instalación que necesitan los termos de gas ni tampoco su mantenimiento. El precio de compra, además, también es inferior, por lo que puede ser estupendo también para segundas viviendas.
Desventajas de los termos eléctricos
La primera desventaja la encontramos en el precio de la electricidad. Las constantes subidas en esta materia hacen que nos replanteemos colocar termos de gas. Sin embargo, merece la pena desenchufar el termo eléctrico cuando no lo necesitamos o nos vamos de vacaciones para que no gaste. No obstante, si hablamos de una diferencia global, también hay que pensar en el mantenimiento que conlleva el termo de gas, que es un gasto extra que con el eléctrico no tenemos.
Otro de los inconvenientes es precisamente la limitación del agua caliente. Cuando el agua caliente se acaba en el depósito, hay que esperar un tiempo considerable para que se pueda volver a calentar. Esta espera depende también mucho del modelo de calentador que tengamos, pero si estamos hablando de modelos antiguos, la espera puede ser, en ocasiones, de horas.
La solución a este problema es intentar colocar un termo con una capacidad un poco mayor de la que necesitamos. También hay modelos que cuentan con depósitos de reserva para estas ocasiones.
Otro problema es que, a veces, tenemos que aprender cómo vaciar un termo eléctrico para tener un correcto mantenimiento.
Si no hacemos un seguimiento y control del mantenimiento, como roturas, goteo, mal funcionamiento o excesiva presión, debes saber que puede explotar el termo eléctrico, provocando bastante caos en la vivienda.
hace 3 años
Chorradas. Ni un dato, ninguna comparación real.
hace 3 años
Muy útil, la información.
hace 3 años
Hola no soy partidario de los termos electricos,comprendo que en casas reducidas o con poca gente,puede solucionar el problema,pero en mi caso los cambio cada 5 años como mucho terminan picandose y mojando al vecino y no una marca definida si no unas pocas ,edesa,fleck,fagor ,ariston y un largo etc,en unos edificios de oficinas con poco uso no quiero imaginar si fuera uso permanente,aparte la luz es mucho mas cara que el gas por el momento
saludos
hace 3 años
Uno han hablado para los termos eléctricos, sobre todo los antiguos, del problema serio de la producción de ciertas bacterias (legionela) si uno no utiliza el agua regularmente, por ejemplo, cuando hay una ausencia de varios debido a vacaciones...