El programa de centrifugado de la lavadora es imprescindible para evitar que la ropa salga cargada de agua. Ajustarlo bien es esencial para lograr la colada perfecta. ¿Sabes cómo hacerlo?
En este artículo
No hace tanto tiempo, las lavadoras eran un lujo en muchas viviendas de nuestro país. En las ciudades, los electrodomésticos empezaban a ser habituales en las casas; pero en muchos pueblos las mujeres seguían bajando al lavadero a lavar la ropa de la familia.
Afortunadamente estos tiempos han quedado atrás, y en la mayoría de las viviendas hay hoy una lavadora que se encarga del trabajo más duro. Solo es cuestión de saber qué programa poner en la lavadora en función de la ropa y de su grado de suciedad. Además, todas ellas llevan una función esencial: el centrifugado. Pero, ¿sabes cómo funciona y cómo elegir el más adecuado para cada tipo de ropa? Si no lo sabes, sigue leyendo: te lo contamos.
Cómo funciona el centrifugado de la lavadora
Como su propio nombre indica, el centrifugado se basa en la fuerza centrífuga. Se trata de una fuerza aparente, que es como se denomina aquellas que no son “fuerzas” en realidad, sino efectos generados por fuerzas reales. En este caso, la fuerza “real” es la fuerza centrípeta, que hace que los objetos en movimiento tiendan a acercarse al centro de una circunferencia. Cuando el movimiento desplaza a los objetos hacia el exterior, entonces hablamos de fuerza centrífuga.
La lavadora es un ejemplo perfecto: tras evacuar el agua del aclarado, el tambor empieza a girar a gran velocidad. La ropa se desplaza hacia la pared del tambor, donde hay unas perforaciones por las que sale el agua. Esta es “absorbida” por las perforaciones tras haber sido despedida hacia la pared por efecto de la fuerza centrífuga. Dependiendo de la velocidad a la que gire el tambor, la cantidad de agua evacuada será mayor o menor.
¿Qué ventajas tiene el programa de centrifugado?
Lógicamente, la ventaja que tiene emplear este programa es que consigue que la ropa salga con mucha menos cantidad de agua que si no lo empleáramos. Un buen centrifugado evitará que nuestra colada gotee y empape la ropa del vecino del piso inferior, reducirá el tiempo de secado e impedirá que las fibras mantengan la humedad demasiado tiempo (lo que puede generar manchas, moho, deformaciones…). Pero cuidado: no todo son ventajas. Si no se ajusta bien, el centrifugado puede arrugar la ropa e incluso estropear las prendas más delicadas.
Cómo elegir la velocidad de centrifugado correcta
Siempre que compremos cualquier electrodoméstico, leer con atención el libro de instrucciones es una práctica de lo más recomendable. En el caso de la lavadora, encontrarás una tabla o listado con las diferentes opciones de centrifugado y el tipo de colada al que corresponden. El centrifugado se mide en rpm (revoluciones por minuto, es decir, el número de vueltas que da el tambor cada 60 segundos). En general, estas son las opciones más habituales:
- 600 rpm. Escógelo solo cuando laves prendas de tejidos muy delicados: sedas, encajes, tules… Solo eliminarás el 20% del agua, pero evitarás que se rompan.
- 800 rpm. Este centrifugado reduce la humedad de la colada en un 40%. Es ideal para tejidos de resistencia media, como el poliéster o los acrílicos.
- 1200 rpm en adelante. Eliminan como mínimo un 50% de la humedad, pero solo son adecuados para tejidos muy resistentes: lonetas y sargas de algodón, tejidos de lana o mezcla de lana y sintéticos, telas de nailon…
Y como hoy el ahorro energético es una obligación, te damos una serie de consejos para que le saques el máximo partido a tu lavadora y ahorres unos cuantos euros en tu factura de la luz. Toma nota:
- Pon la lavadora en las horas del día en las que la electricidad es más económica. Existen webs y apps que te indican las tarifas y las actualizan constantemente. Si vas a comprar una nueva, asegúrate de que se puede programar.
- Lava con agua fría. Los detergentes actuales eliminan las manchas y la suciedad sin necesidad de usar agua muy caliente. Además, tu ropa durará más tiempo y conservará mejor el color y la forma.
- Apuesta por electrodomésticos eficientes. ¿Tienes que renovar tu lavadora? Fíjate en la etiqueta energética y escoge un modelo de clase energética alta. Cuidarás el medioambiente y bajarás tu gasto en electricidad.