La dureza del agua es un enemigo silencioso e invisible. Nuestros electrodomésticos e instalaciones pueden verse muy afectados por ella. ¿Pero cómo distinguir si el agua es dura? ¿Cómo evitar sus consecuencias? Vamos a responder a estas y otras preguntas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, dura o blanda, el agua que sale de nuestros grifos se puede beber sin ningún tipo de problema. Salvo en circunstancias muy excepcionales, su calidad es buena y tomarla no entraña riesgos. Pero no todas las aguas son iguales.
En este artículo
- Aguas duras y aguas blandas. ¿Cuál es la diferencia?
- ¿Cómo afectan las aguas duras?
- ¿Cómo puedo conocer la dureza del agua en mi zona?
Aguas duras y aguas blandas. ¿Cuál es la diferencia?
El agua que sale de nuestros grifos lleva disueltos diferentes minerales. Esa composición, sobre todo el contenido en magnesio y calcio, es la que determina si el agua es dura o no.
Aunque las cifras pueden variar ligeramente según la fuente que consultemos, podemos guiarnos por esta tabla de dureza del agua. Se expresa en mg de carbonato cálcico/l, aunque hay otras formas de medirla, por ejemplo, en grados franceses.
- Aguas muy blandas: tienen una concentración inferior a 79 mg/l de carbonato cálcico.
- Aguas blandas: tienen entre 80 y 149 mg/l de carbonato cálcico.
- Aguas duras intermedias: entre 150 y 329 mg/l
- Aguas duras: entre 330 y 549 mg/l
- Aguas muy duras: más de 550 mg/l de carbonato cálcico.
¿Cómo afectan las aguas duras?
Existe la creencia de que las aguas con mucha cal son perjudiciales para la salud. Sin embargo, hasta ahora no hay evidencia científica que lo demuestre. Sí tiene otras consecuencias que, de un modo u otro, nos afectan, como que pueden resecar la piel o el cabello.
Las aguas duras se distinguen también porque esos minerales disueltos “neutraliza” los compuestos de jabones y detergentes, por lo que es necesaria más cantidad para hacer espuma. Además de ello, con el tiempo acaban provocando incrustaciones visibles en grifos y sanitarios.
Pero lo realmente peligroso es el efecto de la dureza del agua en las instalaciones. La razón es que en el interior de las tuberías se pueden acabar formando cúmulos. Y es la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) la que marca el umbral a partir del cual es más probable que se formen incrustaciones: concentraciones superiores a 200 mg/l. El resultado son grifos con poca presión y atascos en conductos.
Los electrodomésticos que necesitan de agua para funcionar también sufren estos problemas, que pueden derivar en averías muy serias. La cal no solo se acumula en entradas de agua, también en cualquier otro elemento que esté en contacto con ella.
Si de repente el calentador no arranca, puede deberse a que el agua no llega con suficiente presión por una acumulación de cal en la tubería de entrada. Y lo mismo puede ocurrir con lavadoras o lavavajillas en los que las incrustaciones pueden dañar seriamente las resistencias. Pequeños electrodomésticos como centros de planchado o cafeteras tampoco son inmunes a la dureza del agua.
En muchos casos, la solución pasa por avisar a un profesional que se encargue del desatasco y limpieza de las tuberías o de los elementos afectados por la cal. En otros casos no habrá más remedio que sustituir las piezas dañadas.
Para evitar esas averías y el gasto añadido que implica que los electrodomésticos no funcionen correctamente, lo mejor es la prevención. Si en casa las aguas son muy duras, instalar un descalcificador prolongará la vida útil de los equipos y evitará que la cal se acumule en tuberías o sanitarios.
Una solución más económica es ajustar el funcionamiento de los aparatos a la dureza del agua y realizar ciclos de limpieza y descalcificación de vez en cuando.
¿Cómo puedo conocer la dureza del agua en mi zona?
Conocer el nivel de dureza del agua nos puede ayudar a tomar las medidas más adecuadas para evitar esos problemas derivados de la presencia de minerales en su composición. Por lo general, las aguas más duras están en la costa mediterránea y el sur de España, mientras que en el norte y el centro esta dureza se rebaja notablemente. Sin embargo, es un dato orientativo porque la dureza del agua por localidades puede variar sensiblemente.
Cabe la posibilidad acudir a la compañía suministradora correspondiente, normalmente estas ofrecen información en sus páginas web. Además, existen buscadores que ofrecen datos de la dureza del agua por código postal o municipio. Y en la página del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo se pueden obtener también datos de la calidad del agua por localidades.
Con esa información y un trabajo preventivo y de mantenimiento de instalaciones y electrodomésticos, la cal dejará de ser un problema.