La transformación de un Mas - que hacía las veces de molino de sangre - en una casa rural, supone la dificultad de adaptar a un nuevo uso un espacio que nunca lo había contenido. La humildad de la edificación y la sobriedad de sus sistemas constructivos, son elementos que se quieren conservar y transmitir, la escalera y el espacio de planta baja donde se molía el aceite le dan el valor a este Mas, elementos que se dotan de mayor protagonismo en la rehabilitación introduciendo los instrumentos propios y necesarios para el desarrollo de la actividad a implantar.
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