La instalación de una chimenea es un trabajo complejo, pero tenemos buenas noticias: lo puedes hacer tú mismo si sigues al pie de la letra la normativa y los pasos a realizar. Te contamos dónde, cómo y cuándo hacerlo, y te contamos cómo limpiarla y cuidarla para disfrutar a tope del fuego en el hogar.
En este artículo
- Aspectos a tener en cuenta antes de realizar la instalación de tu chimenea
- Instalación de chimenea
- Tareas básicas de mantenimiento y limpieza para mejorar el rendimiento de tu chimenea
Aspectos a tener en cuenta antes de realizar la instalación de tu chimenea
Antes de empezar con la instalación de la chimenea, hay varios aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, recuerda que según la normativa solo podrás instalarla si tu vivienda cuenta con sistema de evacuación de humos vertical y sobre el tejado, o si hay posibilidad de instalarlo. En caso contrario, tendrás que cambiar de idea; existen otros tipos de calefacción que te aportarán confort y eficiencia, sin apenas obras y sin molestias.
Aparte, estas son algunas claves a tener en cuenta:
- Consulta la normativa sobre instalación de chimeneas (RITE y CTE) para asegurarte de la viabilidad de tu proyecto. También conviene acudir al Ayuntamiento y preguntar sobre la normativa municipal, así como consultar la página web de tu Comunidad Autónoma para saber si tiene normas propias en relación al tema.
- Colocar bien los conductos de evacuación de humos y sellarlos adecuadamente es fundamental por seguridad, y para obtener la máxima eficiencia.
- Respeta las normas de distancia de la chimenea de un vecino. La salida de humos de la chimenea debe quedar 50 cm por encima de otros tejados cercanos, como mínimo. También debe tener una separación de por lo menos 8 m con respecto de ellos.
- Cuando instales la salida de humos en el tejado, sella bien los bordes para evitar que el agua de lluvia entre hacia el interior y genere problemas de humedad.
- ¿Vas a instalar el tubo en la fachada? Elige conductos con doble pared aislante y de acero inoxidable, y fíjalos al muro con anclajes homologados resistentes a la intemperie.
- Por último, si tienes la suerte de contar ya con un conducto de ventilación hacia el tejado, consulta con distintos especialistas en chimeneas. Es probable que tengas que introducir un conducto metálico aislado por el interior, para evitar fugas de gases y aumentar la eficiencia de tu chimenea al máximo.
Instalación de chimenea
Y ahora, vamos con la instalación de la chimenea. Si has tenido en cuenta las recomendaciones de la sección anterior y sigues los pasos al detalle, podrás disfrutar de ella en poco tiempo y con todas las garantías. Eso sí, no olvides contar con asesoramiento profesional: y si tienes dudas, deja el trabajo a profesionales cualificados.
Elegir la ubicación de la chimenea
Lógicamente, es el primer punto a considerar. Aunque lo suyo es escoger el lugar más céntrico y visible del espacio (para conseguir una buena distribución del calor y una vista óptima de las llamas), muchas veces estamos condicionados por la presencia de un hogar antiguo o por la ubicación de la salida de humos.
Coloca la chimenea sobre un suelo que no sea de madera; si es porcelánico o de piedra, genial. ¿Tienes parquet, tarima o moqueta? Entonces, consulta al distribuidor de la chimenea la posibilidad de colocar debajo una placa de metal o de cerámica para evitar riesgos. Y por último, no olvides separar la chimenea entre 5 y 10 mm de la pared (si no es encastrada, claro) y dejar alrededor un metro de distancia de seguridad con cualquier otro elemento.
¿La estancia no cumple con los requisitos en cuanto a ubicación? Entonces, infórmate sobre las ventajas de las estufas de bioetanol. No necesitan conducto de salida de humos, son muy decorativas, calientan y se pueden colocar en cualquier lugar, incluso en el exterior.
Montaje de tubos y conductos
Cuando planificamos la instalación de una chimenea, el montaje de los tubos de salida de humos y gases es una de las partes más importantes. Una vez escogido el tubo (a continuación te contamos cuáles son tus opciones y cómo elegir el más adecuado), tendrás que diseñar el recorrido que harán desde el hogar hasta el tejado.
Dependiendo del tipo de combustible (leña o pellets), necesitarás un tipo de tubo u otro. Y a la hora de montarlos, recuerda emplear el menor número de conexiones y cambios de dirección (codos) que sea posible.
Tipos de tubos de chimeneas
Dependiendo del tipo de chimenea que vayas a instalar, de las necesidades del tubo de ventilación y de si la instalación va por el interior o el exterior, tendrás que elegir un tipo u otro de tubo. Si lo ves complicado, contacta con un servicio profesional de instaladores de estufas a leña y pídeles presupuesto. Es posible que te merezca la pena la inversión.
Estos son los tubos que se utilizan habitualmente:
- Tubo simple. Puede ser de acero inoxidable (mejor calidad), vitrificado (para instalaciones vistas) o galvanizado (para estufas de leña pequeñas e instalaciones de interior). Tienen diámetros de entre 80 y 250 mm.
- Tubo aislado Lleva dos capas de acero. La cámara entre ellas se rellena con lana de roca. Se recomienda para tubos instalados en el exterior, ya que el aislante impide que el tubo pierda calor. También es recomendable para instalaciones de interior que tengan materiales inflamables cerca. Su diámetro está entre 200 y 250 mm.
El grosor del metal puede ser de 0,4 y 0,8 mm, siendo el de 0,8 mm el de mejor calidad. En general, los tubos de acero inoxidable son los más duraderos y eficientes..
¿Cómo colocar los tubos de chimenea?
Cuando las chimeneas y estufas de leña están separadas de la pared, se pueden conectar directamente al tubo vertical para la salida de humos. Pero si están colocadas en ella tenemos dos opciones:
- Realizar una salida lateral y conectarla al tubo con un codo.
- Instalar el tubo en el exterior, en la fachada. Para ello hay que abrir un hueco en la pared y pasar un tramo horizontal por él, para luego conectarlo al tubo vertical. Si elegimos esta opción tendremos que tener especial cuidado en el sellado y el aislamiento, y escoger tubos dobles aislados de la máxima calidad.
Tanto si la instalación de la chimenea es en vertical como si hay que poner algún tramo horizontal, es aconsejable añadir un registro para la limpieza. ¿En qué consiste? La idea es añadir a los conductos una derivación en T con una salida hacia abajo que se cerrará con una tapa. El registro nos servirá para introducir el cepillo de limpieza de forma regular y eliminar todo el hollín. Lógicamente, la salida superior de la T conectará con la salida de humo que va hacia el tejado.
¿Cómo unir los tubos de chimenea?
Las conexiones entre tramos de tubería pueden ser de tres tipos, dependiendo del que hayamos escogido y de los requisitos de la propia estufa o instalación. Son los siguientes:
- Tubos estriados. Se inserta el extremo macho en el hembra. Las estrías de los extremos se encajan y crean una unión sellada.
- Tubos con abrazaderas. Son característicos de las chimeneas a pellets. Estos tubos llevan unas abrazaderas que se cierran una vez encajados, sellando perfectamente las conexiones.
- Tubos lisos. Son los más sencillos. Se encajan a presión, con uniones macho-hembra. Previamente hay que aplicar un adhesivo refractario, especial para este tipo de instalaciones.
Instalación de la expulsión de humos
Como venimos diciendo a lo largo de este artículo, una salida de humos realizada según la normativa es obligatoria en la instalación de una chimenea. Debe tener suficiente diámetro como para expulsar los humos y los gases, pero no tanto como para permitir que entre aire. Y la altura sobre el tejado debe ser de 4 m como mínimo.
En el remate de la chimenea hay que instalar un sombrerete para evitar que los residuos caigan en el tiro y puedan atascarlo o causar averías. Existen sistemas de tiro forzado con ventilación que mejoran esta característica y aumentan la capacidad calorífica y la eficiencia del sistema.
Elegir un buen revestimiento
Si el revestimiento de la chimenea es de obra, lo normal es que esté construida con ladrillo y mortero refractario. Estos materiales soportan altas temperaturas sin desgastarse, quemarse o estropearse. Incluso en muchas chimeneas pintadas se aplican estos revestimientos.
Las chimeneas encastradas en la pared suelen tener una estructura de perfiles de metal alrededor (fíjate en la foto, arriba), que después se ocultan con un revestimiento. Puede ser yeso laminado ignífugo, gres porcelánico, mármol, hierro fundido, piedra natural como el granito o la pizarra...
En cualquier caso, no escatimes en gastos. Cuanto mejor calidad tenga el material, más tiempo se mantendrá en perfecto estado y más atractiva será tu chimenea. La inversión sale rentable.
Tareas básicas de mantenimiento y limpieza para mejorar el rendimiento de tu chimenea
Una vez terminada la instalación de la chimenea, veamos una serie de pautas para mantenerla en buen estado. Limpiarla y revisarla es fundamental para que funcione bien, sea eficiente y no sufra averías.
- El RITE recomienda revisar siempre los revestimientos, comprobar el sellado de los conductos y limpiar la salida de humos en dos ocasiones, durante la temporada de uso.
- Deshollina los conductos con frecuencia. Evitarás que se acumulen hollín y creosota, materiales inflamables que pueden causar accidentes. Y mejorarás el funcionamiento y las seguridad del sistema.
- Si la chimenea es de metal y se usa con frecuencia, retira las cenizas cada dos días como mínimo.
- En chimeneas con puerta de cristal, limpia el interior con un producto específico. Hazlo una vez a la semana.
- ¿El revestimiento exterior es de piedra o ladrillo? Frótalo con un detergente neutro o un limpiador para piedra y un cepillo de cerdas. Aclara y seca. Hazlo con frecuencia y evitarás que se ennegrezcan.
Si después de leer este artículo estás valorando llevar este sistema de calefacción a tu casa, no dudes en consultar a los profesionales cuánto cuesta hacer una chimenea. Hazte con varios presupuestos, infórmate sobre cuál es la mejor opción para ti y ponte en marcha antes de que llegue el frío. Cuando la tengas, ¡la disfrutarás a tope!