No me lo digas. Te preocupa enormemente afrontar la factura de la luz o del gas en estos meses de invierno en los que el frío se echa encima. No es plan de prescindir de tu sistema de calefacción y perder confort térmico a pasos agigantados, sino de darle al ingenio. Cómo aumentar el calor de los radiadores no es un imposible, existen trucos y consejos domésticos que funcionan. ¡Como los que hemos recopilado aquí!
En este artículo
- Cómo aumentar el calor de los radiadores
- 10 Trucos para mejorar la eficacia del radiador y hacer que caliente más
Cómo aumentar el calor de los radiadores
Para aumentar el calor de los radiadores tan solo necesitas modular el detentor, que es la llave encargada de regular la entrada de agua al radiador. Si quieres aumentar el calor de los radiadores, abre el detentor en los radiadores que calientan poco. Si ves que no calientan o el detentor está abierto al máximo, cierra levemente el detentor de los radiadores que más calientan.
10 Trucos para mejorar la eficacia del radiador y hacer que caliente más
¿Preparado para descubrir cómo aumentar el calor de los radiadores de casa sin que afecte lo más mínimo a tu factura? Disfrutar al máximo de la instalación de calefacción que hayas elegido poniendo en práctica estos trucos que, de paso, ayudarán a que funcionen más tiempo de forma idónea.
1. El truco del papel de aluminio
Es muy probable que hayas oído hablar de este consejo pero nunca lo hayas puesto en práctica. Pues ha llegado el momento, eso sí, solo funciona cuando hablamos de radiadores que van pegados a las paredes. Lo que ocurre es que el calor emitido por la parte trasera de estos elementos, hacia los muros, se pierde, y solo se aprovecha el que expulsan por delante. ¿Tienes papel de aluminio y un cartón grande? Es todo lo que necesitarás.
El truco consiste en hacer un panel reflector casero con estos dos materiales que casi seguro tendrás en casa. Primero deberás cortar el cartón al mismo tamaño de tu radiador y después forrarlo con el papel de aluminio. Una vez envuelto, solo hay que situarlo entre la pared y el radiador, siempre con la cara del aluminio hacia el aparato. Lo que hará esta superficie es reflejar el calor emitido por el radiador y que hasta ahora se perdía, así ese calor antes residual se irá hacia la habitación, aumentando el calor de la estancia. ¡Prueba y verás!
2. Instalar un termostato inteligente
Cómo aumentar el calor de los radiadores sin que eso implique más gasto energético a final de mes también puede lograrse adaptando termostatos inteligentes. De ese modo podrás programar las horas de encendido y la temperatura que deseas disfrutar. Plantéate instalar modelos diseñados para controlar la temperatura de casa cuando no estás y detectar cuando estás llegando a ella (suele ser mediante geolocalización del GPS del móvil) y así ofrecer un aumento del calor gradual. Lograrás una temperatura ambiente más constante.
Con ellos evitarás que se fuerce el funcionamiento de la calefacción porque la casa no se encontrará completamente fría. Además, al ser inteligentes se pueden conectar a la Wifi y controlar desde una aplicación. Un informe reciente de la consultora Gemserv asegura que estos aparatos son capaces de ayudar a reducir la factura hasta un 22% del total anual.
3. Purgar el radiador
¿Has comprobado que tus equipos de calefacción no tienen aire después de un período largo sin encender? Cuando se forman esas bolsas, suele ocurrir con bastante frecuencia, emiten menos calor ya que las burbujas ocupan el espacio por donde debería ir el agua caliente. Esto provoca subir la temperatura del termostato para alcanzar el confort térmico deseado y, como consecuencia, que la caldera trabaje más hasta alcanzar la temperatura ideal.
Para purgarlo basta con abrir la válvula de purgado de los radiadores y esperar a que todo el aire salga del circuito. Lo normal es comprobar que calientan mejor y a la vez son más eficientes, aunque a veces puede ocurrir que el radiador no calienta después de purgar por diversas causas. Es una opción que no hay que descartar, aunque no no guste la idea. Ni tampoco que la caldera funciona pero los radiadores no calientan.
4. Evitar cubrir los radiadores con ropa
Que levante la mano quién no ha hecho esta práctica doméstica más de una vez, sobre todo en plena época de lluvias invernales que impiden que la ropa se seque al aire libre. Pues bien, al margen de los tipos de radiadores que cuente tu vivienda, los expertos desaconsejan cubrirlos, da igual que sean pequeñas prendas o complementos textiles. Gastarán más porque necesitan realizar un trabajo extra para calentar la habitación de forma óptima.
5. Ajustar las válvulas
Las válvulas termostáticas pueden ser de gran ayuda cuando buscas cómo aumentar el calor de los radiadores. Con ellas podrás controlar la temperatura del aire caliente y hacerlo de manera individual, así será más fácil obtener el confort térmico deseado habitación por habitación, distribuyendo el calor de una forma más uniforme y, por tanto, mejorando su eficiencia energética.
Lo mejor es jugar con las válvulas y su configuración hasta conseguir el confort que necesitamos. Quizá una estancia se calienta enseguida y en cambio detectas que otra no se calienta lo suficiente; cuando sucede esto es necesario variar las posiciones, bajándola o aumentándola gradualmente.
6. Ojo con las cortinas
Pensar en cómo aumentar el calor de los radiadores es sinónimo de garantizar que estos aparatos no se encuentran demasiado cerca de cortinas y otros textiles que visten las ventanas de las habitaciones. Tal vez no habías caído en ello pero pueden bloquear el calor que emiten. Aunque la zona de las ventanas es el lugar idóneo para la instalación de radiadores porque permite equilibrar la temperatura de la estancia, es fundamental no dejarlos cubiertos con caídas textiles y cortinas, ni tampoco con muebles. Dificulta la transmisión correcta de calor hacia la habitación y aumenta el consumo energético. La distancia recomendada es de unos 5 cm, que debe ser medida entre la parte superior del radiador y estos elementos.
7. Mantener la temperatura baja
Aumentar la eficiencia energética de los radiadores de casa, de eso se trata. Y desde luego esta recomendación es infalible para lograrlo. Los expertos aconsejan fijar una temperatura de confort durante el día de entre 21° y 18° y para la noche bajarla a un rango de entre 17° y 15° grados. Además, mantener este sistema de calefacción a una temperatura constante ayuda a que el gasto energético sea bajo, pues los aparatos no tendrán que trabajar al máximo para calentar el interior de la estancia. Y ello suele repercutir positivamente en la factura de la luz.
8. Ventilar el radiador
Un radiador correctamente ventilado podrá emitir su calor de una forma eficiente, es decir, despejado de aquellos elementos que pueden impedir una correcta circulación del aire. Aparte de esto, ¿quieres conocer un método para aumentar su capacidad calorífica? En realidad se trata de un invento casero de Jordi Naharro consistente en un sistema que impulsa aire a través de los radiadores y que solo se activan cuando comienzan a emitir calor.
El invento consiste en cuatro ventiladores acoplados a una barra que se adapta a la base del radiador para poder así impulsar el aire a través de su estructura cuando está caliente. Al parecer el invento consigue hacer circular aire a altas temperaturas por la habitación, calentándose antes sin que suponga un elevado coste eléctrico. Si quieres ver en qué consiste su diseño y cómo es posible montar uno, solo tienes que consultar los vídeos de sus redes sociales, algunos con tutoriales.
9. Aislar ventanas y puertas
Un aislamiento deficitario en los cerramientos principales de casa, sobre todo las conectadas al exterior, ocasiona pérdidas energéticas importantes. Por mucho empeño que pongas en pensar cómo aumentar el calor de los radiadores. Así que será prioritario aislarlos con alguno de los materiales que existen en el mercado. Ahora bien, mientras que lo haces puedes plantearte una solución intermedia; colocar unos burletes. ¿Los conoces?
Se ponen fácilmente (sobre todo los adhesivos), son efectivos y la inversión es mínima. En las puertas hay que ponerlo en los cercos y en la parte baja de las hojas, así es cómo evitan las corrientes de aire. En las ventanas se acoplan en el rebaje del cerco o en los extremos, según el modelo.
10. Utilizar un sistema de calefacción eficiente
Aferrarse a nuestros radiadores convencionales de toda la vida no siempre es la mejor elección si no queremos renunciar al confort térmico al que estamos acostumbrados. Quizá su rendimiento ya no sea tan efectivo porque se han quedado algo desfasados y vale la pena plantearse invertir en un sistema de calefacción eficiente. Las nuevas soluciones que el mercado ofrece no solo garantizan elevados rendimientos, también son prestaciones más ecológicas al funcionar con energías renovables. Por ejemplo las bombas de calor, que pueden ser geotérmicas cuando utilizan el calor del subsuelo y aerotérmicas si se alimentan del aire exterior.