Suciedad en las persianas

Aunque no lo creamos, la acumulación de polvo y suciedad puede ser el motivo de que tu persiana no baje. Barro, telarañas o incluso plumas de aves que se posan en los edificios podrían estar impidiendo que tus persianas se deslicen correctamente por las guías.
En estos casos, la solución es sencilla. Un destornillador, una escalera estable y maña para desmontar la persiana. Fregarla bien, tanto las lamas como todos los recovecos, así como el interior del cajón, podría ser suficiente para que volviera a funcionar bien.
El desplazamiento de las lamas

Podría ser que una o varias lamas se hubieran movido del sitio. Esto suele suceder en las persianas más viejas y desgastadas. Un desplazamiento hace que la persiana deje de estar alineada. Si lo corregimos este desplazamiento, la persiana volverá a subir sin problema alguno.
Lamas de la persiana rotas

En el caso de que las lamas no solo estén desplazadas, también rotas, la situación es más complicada. Las lamas rotas deben ser sustituidas por unas nuevas. Podrías comprarlas tú mismo en una tienda de bricolaje y reemplazarlas, pero si no te ves capaz de hacerlo, no dudes en consultar con un profesional.
Fricción en el eje

Si hemos revisado bien la persiana y no es cuestión ni de suciedad ni del deterioro de las lamas, quizá sea momento de fijarse en el eje. Es necesario revisar si el eje gira sin obstáculos. Si nos damos cuenta de que hay un atasco o fricciones que puedan entorpecer este movimiento, será el eje el problema.
Ante un problema del eje podemos solucionarlo todo con un simple engrasado. No obstante, hay otros problemas más complicados, como la intervención para proporcionarle holgura en la rotación.
Soporte del eje dañado

Con el paso del tiempo y con el uso, es posible que el soporte del eje se rompa. Este soporte es una pieza de plástico que se encarga del anclaje del eje a la pared del cajón y que lo conecta con la cuerda. Si el problema es la rotura del soporte, no quedará otro remedio que sustituirlo por otro. Para ello es necesario desmontar la persiana y el eje con un destornillador, sustituir la pieza y luego volverlo a montar.
Desprendimiento de uno de los flejes

La persiana de tu ventana está unida al eje gracias a dos o más flejes. Estas piezas pueden partirse o desprenderse. En este caso la persiana podría ladearse y quedarse atascada en las guías. En estos casos, la solución es igualmente adquirir un nuevo fleje e incorporarlo al mecanismo sustituyendo el anterior. Si bien es cierto que no es una reparación costosa, no todos conocemos el funcionamiento de una persiana. Así pues, si no nos consideramos unos manitas, debemos recordar que hay muy buenos profesionales que podrán hacer esta y otras reparaciones bastante sencillas en habitissimo.
hace 3 años
Me quedo igual que antes de leerlo!
hace 3 años
Faltan fotos de lo que habla, sin ellas el artuculo no tiene utilidad