4 lecciones que podemos aprender de Jordi Gamito, el obrero corredor


El sueño de un albañil
Jordi Gamito fue y sigue siendo albañil. Todos somos
conscientes del trabajo físico de esta profesión y de las horas que se tienen
que invertir. Todos somos conscientes de los esfuerzos que hoy por hoy debe
hacer un autónomo. Pero, además, también somos realistas al ver que una persona
que lleva dos temporadas metido en el top 10 del Ultra Trail World Tour dedica
muchísimo tiempo sus entrenamientos. Todo es posible, y el esfuerzo es
necesario. Si repasamos la historia de este hombre, que en septiembre volvió a
la obra, pues según él mismo estaba “a dos velas” y sin ingresos, nos daremos
cuenta de muchas cosas. Aprendizajes que podemos incluir en nuestra propia
vida.
No temer llegar a la meta
Todos tenemos sueños, algunos tienen que ver con lo laboral
y otras veces están lejos de ese mundo. Todos necesitamos dinero a fin de mes.
Como bien decía Jordi “Tengo que pagar alojamiento, comida, camping… y sólo
tengo la ayuda del esponsor”. El dinero no crece en los árboles, pero eso no
tiene que frenarnos. Si tenemos una meta, debemos estudiar bien el camino, ver
cuáles son las etapas que tenemos que pasar y cuál es nuestro plan de ataque.
Un plan siempre viable, tampoco podemos vivir en las nubes. Pero al final, si
lo miramos todo con frialdad y perspectiva, pocas cosas en esta vida son
imposibles. Nunca tengas miedo de llegar a la meta, ni de trazar un plan para
hacerlo.
No pienses que ser autónomo te limita
Sí, los autónomos nos quejamos mucho de los impuestos, de
las cuotas de todo lo que tenemos que pagar a fin de mes. No obstante, como autónomos
también somos conscientes de que todo es inestable ¿por qué dejar de hacer
cosas por algo que mañana no puede estar? No hay que pensar que el autónomo
tiene limitaciones. Cualquier persona puede arriesgar. Es evidente que si no lo
hacemos no llegaremos a nada. Saca cuentas, observa tus ingresos y mira tus
gastos. Intenta vivir con menos para poder llegar a lo que realmente deseas. El
camino puede ser duro, pero, sin duda alguna, la recompensa es mayor.
Toma decisiones, aunque sean drásticas
En este camino, Jordi Gamito ha tenido que tomar decisiones,
algunas bastante drásticas. Por ejemplo, este hombre decidió abandonar Platja d´Aro,
Costa Brava, para trasladarse a Camprodon. Con este cambio conseguía matar dos
pájaros de un tiro. Por un lado, tenía a tiro de piedra la montaña, para poder
hacer sus entrenamientos. Además, acortaba algo sus maratonianos horarios en la
obra. Sí, cambiar de residencia es drástico, pero no menos que otras decisiones
que tenemos que tomar día a día para cumplir nuestros sueños.
Este hombre ha pasado más de 2 meses sin trabajar para poder
cumplir este sueño. Una vez logrado vuelve a la obra, sin miedo, con satisfacción.
Sabe que hay que trabajar, pero no por ello dejará de lado nunca este camino.
Todo un ejemplo para muchos de nosotros.
1 Comentario
Jordi nos da una lección de estusiasmo, fuerza y pasión por la vida. Gracias y enhorabuena Jordi