Adivina, adivinanza… Pequeña y discreta, guardo tus secretos más queridos y a golpe de llave me abro, ¿qué es? Así es, hablamos de la cerradura, un mecanismo instalado en puertas y ventanas que asegura la entrada a un espacio y requiere una llave, dispositivo o código para su apertura.
La cerradura es esa primera línea de defensa que separa la intimidad de tu hogar del resto del mundo. Por tanto, es un elemento clave para proteger el acceso a tu vivienda y con tantos tipos de cerraduras disponibles en el mercado puede ser complicado elegir la más adecuada. Por eso, esta guía te viene como anillo al dedo.
Vamos a descubrir cuáles son los principales tipos de cerraduras que existen y repasaremos sus características, ventajas y el nivel de seguridad que ofrecen para escoger la que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Comenzamos?
En este artículo
- Tipos de cerraduras para puertas exteriores
- Tipos de cerraduras para puertas de madera
- Tipos de cerraduras para puertas de garaje
- Consejos para elegir la cerradura
Tipos de cerraduras para puertas exteriores
Es curioso la gran variedad de tipos de cerraduras que podemos utilizar hoy en día para saber cómo asegurar una puerta por dentro. Y con semejante oferta, es fácil perderse. Así que vamos a arrojar un poquito de luz al respecto.
En total, hemos recopilado hasta 10 tipos diferentes de cerraduras, todas ellas con sus rasgos propios. Vamos a verlas.
- Cerraduras tubulares.
- Cerraduras de sobreponer.
- Cerraduras embutidas o empotradas.
- Cerraduras cilíndricas o de perfil europeo.
- Cerraduras multipunto.
- Cerraduras digitales.
- Cerraduras antibumping.
- Cerraduras magnéticas.
- Cerraduras invisibles.
- Cerraduras de gorjas.
Cerraduras tubulares
Una cerradura tubular o de pomo, como su nombre indica, tiene una forma cilíndrica. Su mecanismo interno se basa en una serie de pasadores que, al alinearse correctamente con la llave, permiten la rotación del cilindro y, por ende, la apertura de la cerradura desde el exterior. Además, desde el interior se pueden bloquear o desbloquear con un botón o un giro en la perilla.
Son una opción práctica, económica y fácil de instalar para puertas de habitaciones, baños, oficinas, armarios, buzones o cajones, donde la principal necesidad es la privacidad y no tanto la protección contra intrusos.
Sin embargo, las tubulares no son el tipo de cerradura más segura para puertas exteriores, ya que su diseño es más susceptible a técnicas de manipulación como el bumping.
Cerraduras de sobreponer
Las cerraduras de sobreponer son un tipo de cerradura externa que se instala directamente en la superficie interior de la puerta sin necesidad de modificar la estructura o instalar un perno en el borde como sí sucede con las cerraduras empotradas.
Este tipo de cerradura se puede accionar desde el exterior con una llave y desde el interior con un tirador o manilla. De hecho, seguro que más de una vez has visto cerraduras de este tipo, ya que son frecuentes en interior y, sobre todo, en casa antiguas.
Al ir sobrepuesta en la superficie de la puerta, su instalación es muy sencilla, incluso puedes hacerlo sin pedir ayuda a cerrajeros cercanos. También son una opción socorrida si necesitas preservar la integridad de la puerta sin taladrarla o perforarla.
Sin embargo, las cerraduras de sobreponer también tienen algunas limitaciones, ya que no son tan seguras como otras cuando se colocan en puertas exteriores. Si te decantas por este sistema, busca una versión más compleja que incorpore mecanismos de seguridad adicionales como doble cerrojo o pestillos.
Cerraduras embutidas o empotradas
A diferencia de las sobrepuestas, las cerraduras embutidas o empotradas se instalan dentro de la puerta y quedan ocultas a la vista. Para ello, es necesario colocar una cavidad en el grosor de la puerta.
Entre sus ventajas están la estética. Piensa que el mecanismo queda completamente oculto dentro de la estructura de la puerta y solo la placa frontal, el cilindro y la manilla son las partes de la cerradura que quedan a la vista. Así resultan más discretas y atractivas visualmente.
Además, son mucho más seguras respecto a los tipos de cerradura que hemos visto hasta ahora porque al estar dentro de la puerta, no se pueden manipular o forzar tan fácilmente. Por este motivo, se suelen instalar en puertas exteriores de entrada a la vivienda o puertas interiores de alta seguridad que dan acceso a oficinas o habitaciones que requieran protección.
Eso sí, debes tener en cuenta que la instalación de las cerraduras embutidas es compleja y requiere de un trabajo preciso para tallar el espacio necesario en el canto de la puerta destinado a alojar el mecanismo sin comprometer su integridad.
Así que, si no tienes experiencia, tendrás que recurrir a un profesional para colocar este tipo de cerradura, con el aumento de costes que esto supone. El precio de cambio de cerradura y las reparaciones también resultan más caros.
Cerraduras cilíndricas o de perfil europeo
Estamos ante uno de los tipos de cerraduras más utilizados en las puertas de nuestras casas debido a su combinación de seguridad, versatilidad y facilidad de instalación. Esta cerradura se caracteriza por su diseño modular, donde el cilindro es la pieza clave que aloja el mecanismo de cierre. Se trata de una sola pieza de metal que conecta ambos lados de la cerradura.
Este cilindro puede reemplazarse fácilmente sin necesidad de cambiar toda la cerradura, lo que las hace especialmente prácticas en caso de pérdida de llaves.
Ya de por sí son cerraduras con alto nivel de seguridad, pero si queremos un plus de protección contra intentos de manipulación o forzado, siempre podemos hacernos con cerraduras de perfil europeo reforzadas con tecnologías anti bumping, antitaladro y antiganzúa.
Cerraduras multipunto
Si la protección de tu vivienda es tu obsesión, las cerraduras multipunto serán tu alternativa preferida. Se consideran uno de los sistemas de bloqueo más seguros gracias a su diseño con múltiples mecanismos o pernos de bloqueo y las podemos ver en puertas de entrada o puertas de garajes.
A diferencia de las cerraduras tradicionales, que suelen tener un solo punto de cierre, las multipunto distribuyen la fuerza de cierre en varios puntos de anclaje a lo largo de la hoja de la puerta. Cuando se acciona la llave, los distintos puntos de cierre se activan de forma simultánea, asegurando la puerta en varios puntos a lo largo de su contorno. Esto dificulta que pueda ser forzada con herramientas como palancas o ganzúas.
Como desventaja, su precio. Son caras y complejas de instalar. Tanto es así que no se recomienda colocar este sistema de cierre multipunto en puertas ya existentes. No es imposible, pero es probable que se produzcan daños en el sistema de entrada y que algunas partes del mecanismo no queden alineadas.
Cerraduras digitales
Vivimos en un mundo digitalizado y las cerraduras no iban a quedarse atrás. Seguro que también has visto alguna vez este tipo de cerraduras cuando has estado de vacaciones, ya que son las que más se colocan en hoteles o establecimientos públicos.
Las cerraduras digitales utilizan tecnologías avanzadas para permitir el acceso como tarjetas RFID (identificación por radio frecuencia), códigos numéricos, aplicaciones móviles o parámetros biométricos (huella dactilar, reconocimiento facial…) —sí, como en las pelis de espías—.
Son un tipo de cerradura segura y cómoda gracias a estos métodos de autenticación que eliminan la necesidad de llevar llaves físicas. Incluso muchas de estas cerraduras digitales pueden integrarse con otros dispositivos inteligentes del hogar, como sistemas de alarma o asistentes virtuales que permiten bloqueos automáticos o aperturas remotas.
Pero las cerraduras digitales también tienen sus inconvenientes como puede ser su precio (son más caras que las cerraduras mecánicas) o el hecho de que requieren de una fuente de alimentación para funcionar (ya sea a través de batería o conexión eléctrica), lo que las hace vulnerables a fallos técnicos.
Cerraduras antibumping
¿Te suena el término “bumping"? Se trata de una técnica que utiliza una llave especial para manipular los pines internos de una cerradura convencional y desbloquearla. En apenas unos segundos, la cerradura se desbloquea y tu morada queda expuesta a los extraños.
Para frenar esta amenaza, se han diseñado las cerraduras antibumping con pines y mecanismos internos resistentes a las vibraciones y golpes que caracterizan la técnica del bumping.
Estos pines están fabricados de materiales más duros o diseñados con formas irregulares que impiden que la llave bump pueda alinearlos correctamente para abrir la cerradura. Además, las llaves que acompañan a estas cerraduras son de alta seguridad, con un perfil patentado y difícil de copiar.
Si buscas un tipo de cerradura con seguridad reforzada, la antibumping es perfecta para ello. No son baratas, pero a su favor diremos que muchas de ellas encajan en los cilindros de las cerraduras estándar, por lo que no tendrás que hacer modificaciones visibles en la puerta para instalarlas.
Cerraduras magnéticas
Una cerradura magnética consta de dos componentes básicos: una placa de acero que se fija al marco de la puerta y un electroimán que se fija a la puerta misma. Cuando se aplica corriente eléctrica al electroimán, este genera un campo magnético que atrae la placa de acero, manteniendo la puerta cerrada. Cuando se corta el suministro eléctrico, la cerradura se libera y la puerta se abre.
Al utilizar la fuerza magnética, es muy complicado forzar estas puertas y esto convierte a este tipo de cerradura en una opción segura. Otra ventaja es que no tiene partes mecánicas móviles y, en consecuencia, su mantenimiento es mínimo.
Lo cierto es que no están muy extendidas. Su uso se limita habitualmente a edificios industriales o comerciales como oficinas, hospitales y almacenes. En estos espacios, las cerraduras magnéticas se combinan con otros sistemas de seguridad, como alarmas y cámaras de vigilancia, para garantizar una protección completa.
Cerraduras invisibles
Las cerraduras invisibles son una innovación en el campo de la seguridad. Como su nombre indica, están ocultas a la vista. No tienen ni cilindros ni otros componentes expuestos, lo que las hace prácticamente imposibles de detectar y, por tanto, difíciles de manipular.
Este tipo de cerraduras están instaladas en el interior de la puerta sin ningún tipo de componente visible desde el exterior. Se controlan a través de dispositivos remotos tipo mandos a distancia, apps móviles, sistemas de domótica u otras conexiones inalámbricas (Bluetooth, Wi-Fi, RFID…).
Es frecuente su uso combinado con otras cerraduras convencionales como un segundo nivel de seguridad. Esto implica que, aunque la cerradura mecánica se fuerce, la puerta continuará asegurada gracias a la cerradura invisible. Y, como imaginarás, la instalación de una cerradura de esta categoría requiere conocimientos técnicos especializados.
Cerraduras de gorjas
Sin duda, la llave es el rasgo definitorio de este tipo de cerradura y se reconoce enseguida por ser más larga que las estándar y por su diseño intrincado de gorjas que da nombre a este sistema.
Estamos ante un tipo de cerradura mecánica que se abre con una llave dotada de una serie de dientes que deben estar perfectamente alineados para que el pestillo pueda moverse. Además, suele contar con un mecanismo de doble vuelta, es decir, que la llave se debe girar dos veces para abrir completamente la cerradura.
Fueron muy populares hace un par de décadas por su sencillez de montaje y durabilidad. Pero, con el tiempo, se ha demostrado que la cerradura de gorjas resulta muy vulnerable ante manipulación con ganzúas o con el método bumping, y ha terminado por sucumbir ante los nuevos sistemas que confieren mayor seguridad como las multipunto o las de perfil europeo.
Tipos de cerraduras para puertas de madera
Ya sabes qué tipos de cerraduras existen, pero ¿cuáles son las más indicadas para puertas de madera?
En este caso, las cerraduras embutidas o empotradas son las más comunes en puertas de madera, sobre todo en exteriores o interiores que requieren mayor seguridad y estética. Como ya sabes, este tipo de cerradura se instala dentro del cuerpo de la puerta, lo que significa que el mecanismo está oculto y tan solo la placa frontal y el cilindro son visibles.
A la hora de elegir esta cerradura, tendrás que considerar diversos factores como:
- Tipo de cierre: Puedes optar por cierres de pastilla, bulones o sistemas antipánico, cada uno con características y usos específicos.
- Forma de la llave: La forma del cilindro y de la llave influyen en la seguridad de la cerradura. Existen diferentes opciones como el europerfil, gorja, redondo u ovalado.
- Diseño: El diseño del canto de la cerradura puede variar, dándote la posibilidad de elegir entre un aspecto más redondeado o recto.
- Medidas: Para asegurar un ajuste perfecto, es esencial conocer la distancia entre ejes y la entrada de la cerradura.
Tipos de cerraduras para puertas de garaje
El garaje es terreno sagrado para muchas personas. Este habitáculo guarda uno de los bienes más preciados que tienen: su vehículo. Sin olvidar que, en muchas casas, el garaje sirve como lugar de almacenamiento de herramientas, mobiliario u otros objetos de valor.
Por todo ello, suele ser un espacio codiciado por los amigos de lo ajeno que aprovechan su vulnerabilidad no solo para robar los vehículos, sino para acceder a otras partes de la vivienda o a casas colindantes mediante butrones u otras técnicas.
Estos son los principales tipos de cerraduras que se instalan en puertas de garaje:
- Cerraduras de chapa: Son las más básicas y consisten en una chapa metálica que se inserta en un orificio del marco de la puerta. Se aseguran con una llave.
- Cerraduras de garaje para puertas electrónicas sin llave: Utilizan sistemas de apertura remota, como mandos a distancia o teclados numéricos. Pueden ser vulnerables a la interferencia de señales y requieren baterías.
- Cerraduras con agarradero en T: Combinan un mecanismo de cierre tradicional con un agarradero en forma de T para facilitar la apertura desde el interior.
- Cerradura de combinación y teclado: Requieren introducir un código numérico para abrir la puerta. Son más seguras y fáciles de usar que otras opciones, pero… ¡ojo, no olvides la combinación!
- Cerraduras eléctricas: Se accionan mediante un motor eléctrico y pueden integrarse con sistemas de automatización del hogar.
- Cerradura tipo defender para puertas basculantes: Están fabricadas con materiales resistentes como acero endurecido, lo que les confiere una alta resistencia a ataques físicos como cortes, palancas o perforaciones.
Consejos para elegir la cerradura
A estas alturas ya puedes decir que tienes un master en tipos de cerraduras, ¿verdad? Venga, vamos ahora con unos últimos consejos para elegir la cerradura perfecta.
✔️ Evalúa el nivel de seguridad que necesitas: Para puertas principales o de entrada, elige cerraduras de alta seguridad que ofrezcan resistencia a técnicas comunes de ataque, como el bumping y el taladro. Para puertas interiores, puedes optar por cerraduras con un nivel de seguridad menor.
✔️ Conoce el tipo de puerta: En función del material de la puerta (madera, metal, PVC…), tendrás que decantarte por un tipo de cerradura.
✔️ Ten claras las dimensiones: Asegúrate de que las medidas de la cerradura (profundidad, altura, distancia entre ejes) coincidan con las de tu puerta.
✔️ Nivel de seguridad: Considera el nivel de seguridad que deseas y elige el sistema más adecuado (multipunto, gorjas…)
✔️ El acabado también importa: Las cerraduras deben ser seguras, pero también estéticas. Al fin y al cabo vamos a verlas a diario y deben de respetar nuestros gustos, además de estar en consonancia con la decoración del hogar.
¿Todo esto te parece un mundo y crees que lo mejor es delegar en un cerrajero? Aquí te contamos cuánto cuesta un cerrajero.
No te vayas sin saber: