¿Cómo asegurar una puerta por dentro?

Estos son los métodos más eficaces para asegurar una puerta por dentro:

• Instalar una cerradura.
• Instalar un cerrojo de seguridad.
• Poner barras de seguridad.
• Instalar sensores de movimiento.
• Instalar una cerradura invisible.

A continuación, analizamos cada sistema y te contamos qué tipos dispositivos existen para reforzar la seguridad de la puerta de entrada de tu casa.

Instalar una cerradura

La cerradura es el punto más delicado de la puerta e instalar una cerradura no es ninguna tontería. No en vano, la mayoría de los robos en viviendas o locales se perpetran forzándola. Existen distintos métodos para forzarla, desde el bumping hasta la ganzúa, las llaves falsas, la extracción o el taladrado del escudo. Existen muchos tipos de cerraduras, pero una cerradura de calidad prevendrá estos ataques y servirá como medida disuasoria para los intrusos.

Si has decidido asegurar tu puerta por dentro cambiando la cerradura, estos son los modelos que más fiabilidad ofrecen:

• Cerraduras antibumping. El bumping es un sistema de forzado consistente en introducir una llave especial en la cerradura y darle un golpe seco (de ahí su nombre, ya que ' bump' significa golpear en inglés). Este golpe hace saltar los pistones del bombín, con lo que los bulones de la puerta se retiran y esta se abre. Las cerraduras antibumping hacen más complicado y lento el proceso, y en la mayoría de los casos los ladrones desisten de su empeño.
• Cerraduras electrónicas. Son las más fiables de todas a la hora de bloquear una puerta desde dentro, y por supuesto, desde fuera. Se accionan mediante claves específicas, con el móvil (por Bluetooth), tarjetas o incluso huellas dactilares. Su conexión al móvil permite saber en el momento si alguien está intentando entrar en la casa para tomar medidas de inmediato. Las más eficaces y modernas son las que están conectadas directamente a la alarma de la vivienda, dando aviso a la central cuando sea necesario.

Instalar un cerrojo de seguridad

A la hora de determinar cómo asegurar una puerta por dentro, la instalación de un cerrojo de seguridad por el interior es una de las elecciones más populares. Desde los antiguos sistemas con cadenilla que permitían abrir la puerta solo unos centímetros (y que a día de hoy apenas ofrecen seguridad) hasta los sólidos cerrojos actuales, estos elementos han evolucionado muchísimo. 

Su instalación es muy sencilla: simplemente, se atornillan a la puerta y al marco por el interior de la propiedad. Para abrirlos o cerrarlos hay varios sistemas: llaves, pomos o una combinación de ambos. También los hay que funcionan con combinaciones numéricas, como si de una caja fuerte se tratase, y añaden más seguridad al sistema. Lo mejor es elegir un modelo acorazado, de acero inoxidable, con llave incopiable y escudo.

Poner barras de seguridad 

Una de las formas tradicionales de bloquear una puerta desde dentro es colocar una barra. Antiguamente, esto se conocía como "atrancar la puerta", y consistía en algo tan simple como deslizar una gruesa "tranca" por dos pasadores situados en ambos lados del marco. Hoy, el sistema ha evolucionado y existen distintos tipos de barras de seguridad:

• Barras de bloqueo. Inspiradas en los sistemas de atranque mencionado, con barras rectangulares que se fijan en el centro de la puerta, por el interior, y en sentido horizontal. Constan de un cerrojo con cerradura dentro y fuera de la casa, que permiten deslizarlas para que se inserte en los dos pasadores fijados en el marco.
• Barras antipalanca. Similares a las anteriores, la diferencia está en que se colocan en sentido vertical. Constan de dos partes: la barra en sí, que se atornilla en el canto vertical de la hoja, y el perfil de encaje, fijado en el suelo y al marco. Son una buena medida para prevenir el desmontaje de la puerta usando una palanca.
• Barras telescópicas. Estas barras se ajustan a la longitud necesaria y no van fijadas a la puerta: se apoyan en el suelo y bajo el picaporte y luego se ajustan, generando una tensión que impide el accionamiento de la manilla. No son tan seguras como las anteriores, pero funcionan bien en casos puntuales o para reforzar puertas con buena seguridad, sin tener que taladrar y a precios asequibles.

Instalar sensores de movimiento

Los sensores de movimiento son unos pequeños dispositivos que se colocan entre la puerta y el marco. Cuando esta se abre o se produce un intento de forzado, el sensor envía una señal al teléfono móvil. Hay sensores que se comunican con los ecosistemas domóticos de la vivienda, activando también las cámaras de seguridad y las alarmas sonoras. Además, también se pueden instalar en las ventanas. 

Instalar una cerradura invisible

Como es de suponer, estos sistemas para bloquear una puerta desde dentro no son invisibles. Se llaman así porque se pueden instalar en todo el perímetro del marco, por lo que desde fuera es prácticamente imposible saber dónde están para forzarlas. Las mejores cuentan con apertura por mando a distancia y kit de conexión con el móvil; a diferencia de lo que sucede con los cerrojos corrientes, esta tecnología permite abrirlas desde el exterior cuando sea necesario.

La seguridad de la puerta de entrada es clave para garantizar nuestra tranquilidad, tanto cuando estamos fuera como mientras ocupamos nuestra vivienda. Una puerta endeble o poco reforzada es casi una invitación para los intrusos, que saben distinguir entre distintas calidades. 

Está claro que contar con un sistema de seguridad conectado a central y/o a la policía es una medida eficaz. Pero si la puerta se abre con facilidad, es posible que a los ladrones les dé tiempo a llevarse todo tipo de artículos antes de que se presenten los agentes. 

Por eso, además de instalar una puerta de seguridad homologada y con garantías, merece la pena apostar por alguna de las soluciones antes mencionadas para mejorar su resistencia. Son sistemas seguros, fiables y fáciles de instalar, que nos aportarán tranquilidad a un coste muy asequible. Además, te ayudarán a cómo pillar a alguien que te ha robado.