Las calderas de biomasa generan calefacción y agua caliente sanitaria de forma eficiente y ecológica. Conoce cómo funcionan, qué tipos existen y cuáles son sus pros y sus contras.
En este artículo
Existen muchos tipos de calefacción, pero las calderas de biomasa son una opción muy interesante para calentar la casa y disfrutar de agua caliente sanitaria. Son ecológicas, eficientes y cada vez son más populares, tanto en viviendas como comercios, oficinas, etc. Funcionan mediante la combustión de biomasa, un término que agrupa una serie de combustibles obtenidos a partir de materias de origen vegetal. Descubre cómo funcionan estas calderas, qué tipos hay y cuáles son sus principales ventajas.
¿Qué son las calderas de biomasa?
Una caldera es un aparato que quema combustible para generar calor. En este caso, se trata de calderas que funcionan con biomasa, un tipo de materia obtenida de árboles, plantas o frutos. Una de sus características más interesantes es que, a diferencia de los combustibles fósiles, la mayor parte del CO2 que emite la biomasa al arder es neutro. Es decir: es el que absorbieron las plantas durante su ciclo vital, que vuelve al aire. Por lo tanto, apenas aumentan el nivel de contaminación. Son adecuadas para cualquier tipo de hogar; pero concretamente, instalar una caldera de biomasa en una vivienda unifamiliar es una estupenda opción. Es necesario contar con un espacio para almacenar el combustible, y este tipo de viviendas lo permiten.
Cómo funciona una caldera de biomasa: componentes
El funcionamiento de estas calderas es similar al de cualquier otro sistema de calefacción por combustión. Un equipo de estas características consta de los siguientes componentes:
- Caldera. En ella se realiza la combustión y la transmisión del calor al fluido de las tuberías. Para usos domésticos suelen tener una potencia entre 10 y 50kW, dependiendo del tamaño y las necesidades de los habitantes.
- Grupo de impulsión. Este dispositivo impulsa el combustible (la biomasa) hacia la caldera.
- Vaso de expansión. Se encarga de absorber las variaciones de volumen producidas por el calentamiento del circuito, a causa de la combustión.
- Depósito de inercia. Se encarga de almacenar la energía sobrante producida por la caldera para emplearla más tarde. No es obligatorio, pero sí muy interesante.
- Colector. Este aparato conecta la caldera con los emisores: los radiadores o el suelo radiante (el método más eficiente y confortable).
- Depósito de ACS. Acumula el agua caliente sanitaria en las calderas de biomasa mixtas, para luego enviarla a la red de fontanería.
- Emisores. Pueden ser radiadores o suelo radiante. Esta segunda opción es más eficiente y confortable, aunque también más costosa y complicada de instalar.
Tipos de calderas de biomasa
Las calderas de biomasa se pueden agrupar por distintos criterios. En general existen dos grandes grupos: las calderas monocombustibles y las calderas policombustibles.
- Monocombustibles. Funcionan con un único tipo de material combustible: pellets, leña, huesos de aceituna…
- Policombustibles. Pueden utilizar más de un tipo de material. Por lo general funcionan tanto con pellets como con leña.
Sin embargo, lo más habitual es clasificar este tipo de calderas según el combustible concreto que utilicen. En este caso, nos encontramos con:
- Calderas de pellets. Es el combustible más habitual. Son pequeños cilindros elaborados con restos de madera (serrín, virutas, etc.), ecológicos y sostenibles. Además, el consumo de una estufa de pellets no es muy elevado.
- Calderas de astillas y leña. Funcionan con leña, que se puede obtener de la poda o comprar en serrerías. También se pueden quemar astillas, briquetas y en muchos casos, pellets.
- Calderas de huesos de aceituna y cáscaras de almendra. Estas calderas emplean este tipo de restos vegetales, sobrantes del procesado de las industrias alimentarias, para obtener calor.
Unas calderas con más ventajas que inconvenientes
El reducido impacto medioambiental de la biomasa no es la única ventaja de este tipo de calderas. Te contamos cuáles son sus principales pros y contras:
Ventajas:
- Es una fuente de energía inagotable, procedente de la naturaleza y que contribuye al reciclaje y la limpieza de los montes.
- Apenas contaminan: prácticamente todo el CO2 que emiten estas calderas es nulo.
- Gran eficiencia energética. Una caldera de biomasa mixta con suelo radiante puede llegar a reducir el consumo energético de un hogar hasta en un 50%.
- Hay ayudas y subvenciones para su instalación.
Desventajas:
- Almacenamiento. Se necesita espacio para almacenar los pellets, la leña, las briquetas, etc. El suministro no es constante, como sí sucede con las calderas de gas natural.
- Son más costosas que las calderas de gas. Su instalación también es más compleja y menos económica.
La calefacción por biomasa es una forma eficiente, segura y ecológica para calentar tu hogar y disfrutar de agua caliente. ¡Apúntate al confort ECO!