Puertas enrasadas, integradas en la pared, puertas filomuro o puertas de paso de suelo a techo… Se las llama de distintas maneras, pero básicamente se las conoce como puertas invisibles, lo que ya nos permite hacernos una ligera idea de en qué consisten. A pesar de que no son una novedad, antes solo se veían en hoteles u oficinas. Ahora, sin embargo, fabricantes y arquitectos han empezado a instalarlas en los hogares, ya que tienen características más que interesantes para el ámbito doméstico. Si quieres descubrir cómo son, sus ventajas e inconvenientes ¡sigue leyendo!
Van del suelo al techo

Lo que más nos llama la atención cuando vemos una de estas puertas invisibles es su tamaño. Son puertas más largas que las tradicionales, porque la mayoría de los modelos van, literalmente, del suelo al techo. El objetivo es instalar las puertas sin necesidad de carpintería, pues quedan perfectamente integradas en la pared.
No tienen marcos

Las puertas invisibles no tienen marcos que rodeen su perímetro, sino que encajan y se alinean perfectamente con la superficie de la pared. La idea es lograr una estética elegante y minimalista, de líneas limpias para crear espacios más despejados a nivel visual.
Se mimetizan con la pared

Existen muchos modelos de puertas invisibles, pero se las llama así porque la mayoría se mimetizan con la pared. Son del mismo color o están revestidas con el mismo material para que se camuflen y engañen a tu ojo. Si, además, no tienen pomo o tiradores, encontrarlas puede ser un desafío. Todo depende de su diseño.
Dan continuidad visual

La principal ventaja de las puertas invisibles es que alcanzan una increíble continuidad visual con la pared. Lo que permite crear espacios más despejados, sin ruido visual. Una ventaja que pueden aprovechar muy bien las viviendas pequeñas, porque contribuyen a dar una mayor sensación de amplitud.
Pueden ser correderas

Las puertas invisibles también pueden ser correderas. Al abrirlas, quedan ocultas dentro de la pared (si son de obra) o por encima de la pared (si no son de obra). En ambos casos la sensación es que las puertas desaparecen.
Hay modelos pivotantes

Algunas de estas puertas son pivotantes. Es decir, se pueden abrir tanto desde el lado derecho como desde el lado izquierdo gracias a que tienen un eje vertical. Se puede tirar de ellas o simplemente empujarlas, porque se abren en cualquiera de los dos sentidos.
Permiten ganar espacio

El hecho de que sean invisibles (sin marcos) y que puedan ser correderas o pivotantes hace que este tipo de puertas permitan ahorrar espacio, sobre todo en su versión corredera, ya que se ahorran el espacio del ángulo de apertura que sí necesitan las puertas abatibles.
Sirven para ocultar espacios

Estas puertas son muy útiles para ocultar todo tipo de espacios en el hogar. Por ejemplo, unas puertas invisibles que oculten la cocina de un apartamento pequeño en el que se quiere ganar espacio y pulcritud a nivel visual. Es como bajar la persiana de un local; con las puertas cerradas, nadie diría que detrás se oculta una cocina.
Se pueden colocar en armarios

Las puertas invisibles no solo se instalan como puertas de paso de una estancia a otra, también pueden colocarse como puertas de armarios. Armarios que se quieren ocultar o integrar con la pared para conseguir continuidad visual. Son muy comunes en esos armarios que se colocan aprovechando los huecos de una escalera, por ejemplo.
Una alternativa de diseño

La principal desventaja de este tipo de puertas es su precio; son más caras ya que son puertas de diseño, más o menos sofisticadas para clientes que buscan una diferenciación a través del diseño. Además, muchas se hacen a medida para satisfacer las necesidades de cada casa en particular, personalizando aspectos como: el tamaño, el revestimiento y el sistema de apertura.
hace 6 años
Son magníficas aunque pienso que ha de ser difícil encontrarlas y supongo que el precio ha de ser mucho más caro que las habituales. Las de madera natural hasta el techo, elegantes a tope...
hace 6 años
Cualquier carpintero podría instalarlas? Por Valencia.