La mayoría de nosotros buscamos confort en nuestra casa y, si no, que levante la mano la persona que no busca sentirse a gusto en su salón. Para ello, podemos ojear revistas u otras casas que conozcamos pero, a menudo, no sabemos cómo copiar ese estilo a nuestro propio espacio. Si buscas opciones y tienes pensado darle un cambio de look a tu salón, hoy te recomendamos algunos cambios sencillos y otros más complejos para conseguir un salón 5 estrellas.
Salón social

Al pensar en un salón, además de practicar el clásico sofá y peli, deberíamos pensar en un espacio social. Es el lugar de nuestra casa en el que pasamos más tiempo con nuestra familia y amigos. Por esa razón hay que pensar bien en la distribución que queremos darle al salón. Si tienes el espacio suficiente para enfrentar dos sofás o sillones, no lo dudes. Esta es una manera simple de promover conversaciones y juegos. Ten en cuenta que es mucho más fácil charlar con alguien que tenemos frente a frente que con el que está sentado dos sitios más a la izquierda.
Incorpora un elemento personal

¿Quién no se ha enfrentado alguna vez a una pared vacía?
Nosotros podemos ayudarte a descubrir qué puedes colgar en tus paredes para que parezca un hogar. No siempre queremos colgar fotos de la familia o cuadros de autor. Por eso, te animamos a reflexionar sobre algo artesanal que te guste y tenga algún vínculo con tu familia o amigos o que, simplemente, te entusiasme. Nos referimos a platos, cestos, flores disecadas o alguna pieza deportiva (remos, palos, frisbees, etc.) que puedas colgar en las paredes para darles tu toque personal. Para elementos pequeños, puedes buscar cuadros con fondo para poder exponerlos, y para elementos más grandes, ten en cuenta que necesitarás tacos y tornillos adecuados a su peso y tipo de pared.
Mini despacho

Si quieres aprovechar el salón para trabajar o que los niños hagan los deberes, puedes incorporar un pequeña espacio para ello. Es tan fácil como colocar un pequeño escritorio tras el sofá o entre las estanterías de los libros. Una pequeña superficie para el ordenador será suficiente, eso sí, no te olvides de hacerte con una silla del estilo del salón o aprovecha un sillón que ya tengas para sentarte cuando lo necesites.
Revestir la pared

Al hilo del punto anterior, nos enfrentamos a una pared vacía en la que no tenemos pensado colgar nada así que te proponemos revestir la pared. Es tan fácil como hacerse con unos listones de madera y adaptarlos a tu pared del salón. Puedes colocarlos creando líneas rectas paralelas o alguna figura geométrica (rombos, cuadrados, triángulos, etc.). Si después unificas el tono con pintura, conseguirás tener un pared con textura y personalizada. Si no te atreves a hacerlo tú mismo, puedes contactar con un pintor que te ofrezca unos resultados profesionales.
Con vistas a la cocina

Si te gusta la idea de unificar espacios pero te asusta un poco compartir olores de la cocina al salón, una preciosa opción es hacer un ventanal desde el salón a la cocina. Es la mejor manera de dejar pasar la luz y crear sensación de amplitud. Podrás compartir el espacio con tus invitados y crear un ambiente de loft. Puedes crear un ventanal a media altura, o una puerta acristalada completamente. Hay muchas opciones en función de tu presupuesto y estilo.
Un mismo tono

Si no te atreves a decorar tu salón, puedes probar algo muy sencillo y que siempre funciona. Apuesta por colores claros en las piezas más grandes como el sofá o las paredes. Después añade alguna pieza antigua o reciclada como mesa o auxiliar (un baúl antiguo queda siempre bien) y, por último, añade un toque pequeño de color en varios puntos de tu salón. Si utilizas la misma gama funcionará seguro. En la foto puedes ver como el baúl, algunos cojines, las cortinas y el cuadros utilizan la misma gama de color. Es fácil y funciona.
hace 6 años
Me ha gustado especialmente el que tiene el despacho integrado, lo veo útil, eso sí siempre que la tele no esté encendida!
hace 6 años
Lo del ventanal me parece muy útil, no sólo para controlar el tema de los olores, también para aprovechar la mitad de pared que te ofrece el cerramiento.