En este artículo
- 1. Cortar las ramas y hojas secas
- 2. ¿Tu planta ha sido víctima de una plaga?
- 3. Hidratar las plantas de nuevo
- 4. Colocar la planta en un lugar soleado
- 5. ¿Tu planta tiene hongos?
- 6. La sansevieria y los cactus: los más fáciles de mantener
1. Cortar las ramas y hojas secas
Muchas veces, las plantas se marchitan por la falta de agua o por el exceso de agua. Y es normal que durante las vacaciones, algo haya fallado, si no hemos podido regarlas de forma adecuada y personalmente a diario. Pero ¡tranquilo porque aún hay esperanza! El primer paso es eliminar todo lo que esté marchito: hojas, ramas... y el motivo es sencillo: si la planta está enferma difícilmente podrá enviar los nutrientes y repartirlos por toda la planta, y por eso, hay que "sanarla" lo antes posible: para tratar de recuperar su funcionamiento vital lo antes posible.
2. ¿Tu planta ha sido víctima de una plaga?
A veces, las plantas son atacadas por insectos o por alguna plaga. Fíjate bien si las hojas tienen algún tipo de agujeritos o manchitas oscuras, o polvo blanco, porque puede ser indicio de un ataque. En este caso, hay que eliminar la plaga cuanto antes. ¿Cómo hacerlo? Si es de pulgones, se puede usar ajo hervido en agua y después volcarlo a un pulverizador. A partir de ahí, rociaremos la planta con el spray y observaremos cómo van mejorando las hojas. Así, recuperarás tu planta de forma natural.
3. Hidratar las plantas de nuevo
Si notas que las plantas están especialmente secas, puedes hacer lo siguiente para re-hidratarlas: saca el cepellón (o sustrato que se pega a las raíces de las plantas creando una forma cilíndrica) y sumérgelo durante unos minutos en agua tibia. Es posible que consigas recuperar el aspecto sano de tu planta, si es que su problema era la deshidratación.
4. Colocar la planta en un lugar soleado
Algunas veces las plantas se nos marchitan porque no las colocamos en el lugar idóneo: unas veces las ponemos en un lugar con demasiada luz y otras veces, al contrario: en lugares oscuros donde apenas llega luz. Es importante conocer bien lo que cada tipo de planta necesita: por ejemplo: el ficus o el poto necesitas luz intensa, pero el helecho o la kentia necesitan luz media. Y conocer esto es fundamental para recuperar las plantas.
5. ¿Tu planta tiene hongos?
Es algo muy frecuente que puede pasar pero la puedes recuperar y devolverle la salud con un poco de mimos. Primero, limpia bien las hojas y después saca el cepellón con cuidado y limpia bien las raíces. Comprueba si ahí quedan hongos o no. Por salud, yo trataría de cambiar el sustrato completo y usar una maceta limpia y nueva. Con un poco de suerte, esto será necesario, si no, tendrás que usar algún producto más agresivo que elimine los hongos.
6. La sansevieria y los cactus: los más fáciles de mantener
La verdad es que este tipo de plantas aguantan casi todo y a no ser que haya heladas o un calor extremo, es probable que te las encuentres en buen estado a tu vuelta. Casi seguro que lo único que tendrás que hacer es regarlas un poco a tu vuelta y limpiar las hojas, pero poco más. Son plantas muy agradecidas y resistentes.