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Una madera bien preparada
Hay muchísimas pinturas interesantes para poder darle vida a un viejo mueble. Es más, existen productos actuales que acortan los trabajos de restauración de muebles, como las pinturas que pueden fijarse sin utilizar una capa de imprimación previa. No obstante, a pesar de todo, sigue siendo imprescindible preparar bien la madera y eliminar las capas de los productos viejos que recubrían las superficies. Es justo ahí donde entra en juego el decapado.
¿Qué es eso del decapado? Se trata de una técnica que eliminará la pintura o barniz que tienen los muebles para facilitarnos la aplicación de otros productos nuevos, ya sean pinturas o barnices.
En principio podríamos decir que es un paso imprescindible para que el acabado final sea profesional, pero es que, además, el decapado nos ayuda a dejar la madera completamente a la vista, observando así si la pieza en cuestión está afectada por algún hongo, carcoma etc. De no ser así, si pintamos un mueble con algún tipo de problema, no podremos aplicar el tratamiento necesario y su vida útil se acortará enormemente.
Decapar con productos químicos
Cuando hablamos del decapado en muebles (aunque también podemos decapar piezas más grandes como una puerta o incluso un armario entero), hay que saber que existen varias opciones. Una de las más empleadas es la del decapante químico. Para ello, se usa un producto específico que elimina las capas de la pintura o barniz antiguo.
Es importante saber que estos productos químicos son agresivos, por lo que hay que usarlos con muchísima precaución. Tenemos que hacerlo al aire libre o en un espacio bien ventilado. Además, también es importante colocar plásticos y utilizar ropa adecuada, como guantes y gafas de protección.
Una vez tengamos todos estos puntos bajo control, podremos aplicar el producto en la superficie del mueble. Se recomienda, además, hacerlo con una brocha de cerdas de nylon, pues es un material que aguanta muy bien la agresividad de los productos químicos.
Decapar paso a paso
Como comentábamos, una vez tengamos preparado el espacio, el mueble esté limpio y nosotros tengamos la ropa adecuada, tendremos que aplicar el producto. No escatimes nunca, pues su efectividad puede ser menor si no ponemos la cantidad suficiente.
Una vez se aplica el producto, hay que esperar un tiempo para que haga efecto. Cada fabricante pone sus tiempos, pero suelen ser entre 10 y 15 minutos. No te quedes corto y no te pases. Además, si quieres una aplicación más cómoda, apuesta por los decapantes con textura de gel, pues no gotean.
Cuando pase el tiempo indicado, veremos como la capa anterior, ya sea pintura o barniz, se va arrugando poco a poco. Este será el momento en el que tendremos que ir retirándola con la espátula metálica. Rasca siempre en el sentido de la veta para que sea más sencillo y no se dañe el mueble. ¿Qué hay de las partes con talla o torneadas? No nos quedará otra que usar un estropajo de lana de acero con muchísimo cuidado.
Una vez retiramos la pintura vieja, tendremos que neutralizar el efecto del decapante. Este paso es esencial para poder volver a pintar o barnizar. Para hacerlo, usa un trapo mojado con alcohol. De esta forma evitarás que el producto que queda en la superficie pueda seguir actuando.
hace 1 año
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