Si el suelo de casa no te convence porque está muy desgastado o deslucido, pero ahora mismo no estás pensando en hacer una reforma para mejorarlo, no te rindas. Hay muchas soluciones para cambiar su aspecto en tiempo récord. Además sin dejar echando humo la tarjeta. Repasamos algunas de las soluciones más prácticas y bonitas, para que cambiar suelo sin obras. Te las explicamos.
En este artículo
- Suelos vinílicos
- 2. Cerámica en seco
- 3. Pavimentos de linóleo
- 4. Microcemento
- 5. Suelos de resina Epoxi
Suelos vinílicos
Son una maravilla. Los tienes con sistema click o en formato adhesivo. En forma de lama, o de la típica baldosa. Es un suelo todo terreno que puedes usar en cualquier habitación de la casa (incluidos cocinas y baños) porque es muy resistente a las manchas, y se puede fregar tranquilamente. La instalación no genera nada de polvo y además es bastante rápida, en comparación con la instalación de un suelo normal. Para disfrutarlo en casa, solo hace falta contar con un suelo nivelado como base y en algunas ocasiones rebajar un poquito las puertas. ¡Nada más! Algunos aprovechan también para poner un rodapié a juego (muchas veces blanco), para integrarlo mejor con las puertas. Echa un vistazo y descubrirás que los hay también con capa aislante térmica y acústica incorporada. Su versatilidad le permite imitar madera, cemento, piedra, etc.
2. Cerámica en seco
Si te gusta el acabado de la cerámica por su dureza y facilidad de limpieza, no renuncies a ella para evitar la obra. Puedes poner un suelo cerámico de colocación en seco sobre el que ya tienes. La instalación se puede hacer con junta o sin ella. Muy a tu gusto. Y tiene una ventaja adicional, que puede venir muy bien en viviendas: permite ser pisado en cuanto se instala. Acepta el intercambio de piezas en cualquier momento (imagina que se rompe una baldosa) e incluso aprovecha la instalación para pasar cableado por debajo (para el home cinema, una toma de antena...) o añadir aislamiento térmico y acústico. ¿Y qué pasa con el suelo de debajo? Pues que se queda como está. Este tipo de suelo no daña el pavimento existente, es removible y se puede reutilizar, si te hiciera falta en otra casa (o negocio, si es tu caso). En cuanto a los formatos disponibles, hay una variedad enorme: desde 30x60 cm, hasta 90x90 cm.
3. Pavimentos de linóleo
Desde hace unos años el linóleo se comercializa en losetas para facilitar su instalación. Es un tipo de suelo mucho más ecológico que utiliza como materias primas el aceite de linaza, el yute y la madera. Un material natural que sin duda será una buena alternativa para los que buscan un hogar más ecológico. Están disponibles en un montón de colores, para adaptarse al estilo de tu casa, son muy duraderos y de muy fácil mantenimiento. Al ser un suelo antiestático por naturaleza y repeler el polvo que atrae a los ácaros, es un suelo muy recomendable para hogares con personas alérgicas. Eso sí, debes tener cuidado al arrastrar los muebles y con los objetos punzantes, porque podrían deteriorar el suelo. ¿Y requiere de algún mantenimiento? Sí, y eso lo diferencia también de los vinílicos. Es posible que en las habitaciones más transitadas tengas que aplicar cera 1 o dos veces al año para que recuperen su brillo.
4. Microcemento
Los revestimientos continuos ganan adeptos cada día. Son suelos de mínimo espesor y gran adherencia que puedes aplicar sobre una gran variedad de superficies: mármol, hormigón, mosaico. Puedes usarlo para cubrir el suelo, y también paredes, bañeras, platos de ducha, piscinas... Con un acabado más o menos pulido, según el gusto, se ofrece en una carta inmensa de colores que van mucho más allá del gris. Además ni se cuartea, ni se agrieta. ¿Y cómo se limpia? Con agua y jabón neutro. Al ser un material de larga duración y buena resistencia al tránsito, el desgaste y las altas temperaturas, podrás usarlo tranquilamente en cocinas, baños o incluso exteriores. Si se trata de una zona húmeda (por ejemplo: un plato de ducha) le aplican un acabado antideslizante para que sea 100% seguro.
5. Suelos de resina Epoxi
Es un tipo de suelo autonivelante muy duro e impermeable que forma parte de la familia de pavimentos continuos que puedes instalar en casa. No lleva juntas de dilatación y por tanto se coloca sobre el pavimento que tienes en casa (ojo, no sobre madera). Seguro lo has visto antes en ambientes industriales o en comercios. Sin embargo, en los últimos años se usa también en viviendas por sus múltiples posibilidades decorativas. Un pavimento que no se deforma con el calor, antideslizante y muy característico por su acabado brillante. Si te decides a ponerlo en casa, en solo 24 horas ya se podrá pisar. ¿Y qué determina su precio? La calidad del material y sistema elegido, si el soporte necesita preparación, el tamaño del espacio. Consulta con un profesional todas las dudas para estar seguros de elegirlo bien.
Ya ves que ningún material es mejor que otro. La elección dependerá de tus gustos y del uso que le vayas a dar. Un buen punto de partida siempre será evaluar el suelo de base. A partir de ahí, déjate siempre asesorar por un buen profesional y verás cómo queda, ¡perfecto! Y todo sin pasar por el calvario del polvo y los escombros típicos en cualquier obra.
hace 2 años
no tenia ni idea que existian estos materiales.Gracias
hace 2 años
Muy interesante. Pensaba que piso vinilico y linoleo era lo mismo. Ya veo que no es asi.
hace 2 años
¿Cómo es la instalacion en seco de azulejos??