Los propietarios quieren traer algún recuerdo de inspiración oriental a su nueva casa, sin mimetizar. El negro, el blanco y el roble, para dar calidez, son los colores escogidos para definir los volúmenes de la vivienda que configuran los espacios.
Nos dieron una serie de premisas para adaptar la distribución de la vivienda a sus necesidades, en la que debíamos ubicar dos
habitaciones para niños con un baño compartido, una habitación principal con baño en suite, un estudio que pudiera utilizarse como
habitación eventual y un baño de cortesía vinculado a él y a las visitas. El resto de la vivienda se pretende lo más abierto posible.
La parte más emocional del programa es la que da el alma al proyecto.
Salón
Cocina
Distribuidor
Dormitorio principal
Baño
Dormitorio infantil
Iluminación y acabados
Mobiliario
Planos
Bocetos previos
Ficha de proyecto:
Año: 2016
Superficie útil: 127 m aprox.
Contratista: Ingeninsa.
Fotografías: Álvaro de la Fuente y La Reina Obrera
Mampara y mobiliario auxiliar: Diego Macarrón
- Etiquetas descriptivas:
- reformas viviendas, técnicos, arquitectos, reformas, reforma integral vivienda, antes y después
1 Comentario
Un cambio brutal. Además la combinación de colores y materiales de lo más acertada.
Gracias Vicente! Un saludo!