Aprende a renovar la decoración de tu salón sin gastar demasiado
Parece que todo lo que tenga que ver con renovar la casa implique gastar mucho dinero. Pero no es verdad, o al menos no necesariamente debe ser así. Si hace tiempo que tu salón no te inspira nada y te apetece darle un buen lavado de cara, pero no quieres dejar echando humo la tarjeta (o quedarte sin vacaciones, ahora que por fin se puede hacer algo), toma nota de estos trucos para decoración de salones. ¡Verás qué cambio!
- 1. Redistribuye la estancia
- 2. Cambia textiles
- 3. Pintar es tan efectivo
- 4. Atrévete con las molduras
- 5. Cubre el suelo
- 6. Busca una pared y haz que se convierta en la protagonista
- 7. Atrévete a restaurar
1. Redistribuye la estancia
Esos salones atiborrados de muebles tienen que acabar, ¡ya! La luz y sobre todo el aire, corre mejor en un espacio con menos piezas y mejor distribuidas. Siempre decimos que más vale un buen mueble a medida y con capacidad, que 3 o 4 auxiliares repletos de trastos. Las nuevas circunstancias mandan y piden salones mucho más polivalentes, en los que toda la familia pueda descansar, comer, charlar, incluso, trabajar... Crear rincones en los que poder realizar actividades diferentes, al mismo tiempo, es básico para conseguirlo. Es una de las claves más importantes a la hora de valorar cómo decorar un salón rectangular.
2. Cambia textiles
La tapicería del sofá, de tu butaca favorita o de las sillas del comedor. Las fundas de los cojines, una alfombra nueva (las hay de fibra, perfectas para el verano), pantallas de lámparas... Te sorprenderá ver el cambio tan grande que da el salón con prestarle atención a algo tan básico y económico como los textiles. ¿Y qué color se lleva más? Ya sabes que las modas van y vienen (este año sin ir más lejos hay dos colores según Pantone: Ultimate gray + Illuminating). Si no quieres cansarte pronto, apuesta por los tejidos neutros para el sofá o las sillas, y ve cambiando las fundas de los cojines y los complementos cada vez que te apetezca cambiar.
3. Pintar es tan efectivo
Pintar las paredes es siempre un cambio rápido y barato. Antes de llamar al pintor, echa un vistazo a tus revistas o blogs favoritos y comparte con el profesional tus planes. La mejor manera de saber si a tu salón le va bien ese tono que te ronda por la cabeza, es pedir que te hagan una prueba de color en la pared. Así podrás ver cómo recibe la luz durante el día, y qué efecto causa la luz artificial al caer la tarde. Unos visillos más ligeros terminarán de hacer magia, para que la luz entre a raudales por las ventanas, y se proyecte en las paredes iluminando con un aire nuevo todo el salón.
4. Atrévete con las molduras
Poner molduras decorativas es una manera rápida y económica de darle alegría a tus techos y paredes. Aunque no lo creas, rosetones y molduras vuelven en ambientes de todos los estilos. Un elemento bastante barato y decorativo con el que puedes destacar también las ventanas, alguna puerta, o incluso rematar un zócalo. Hay un montón de molduras decorativas de materiales distintos como son: poliestireno expandido y extruido, poliuretano, poliestireno de muy alta densidad... Todos son materiales ligeros, resistentes, de larga duración y fáciles de colocar. Si dudas, como siempre te decimos, consulta con tu profesional de confianza.
5. Cubre el suelo
Sabes eso de ojos que no ven, ¿verdad? Pues eso, si ahora mismo no hay presupuesto para invertir en un suelo nuevo para el salón (o toda la casa) y el que tienes te horroriza, prueba a taparlo. Además de con parquet (que seguro se nos subiría de precio), se puede hacer con un bonito suelo vinílico. Hay modelos efecto madera, cemento, hidraúlico, adhesivos o de lamas con sistema click, tremendamente resistentes y muy fáciles de instalar. ¿Y hace falta rebajar puertas? La mayoría de las veces, no.
6. Busca una pared y haz que se convierta en la protagonista
En todos los salones hay una pared que merece ser protagonista. Quizás sea la del televisor, o la del aparador, ese rincón en el que trabajas, la zona de la librería... Siempre hay alguna zona que recibe más luz natural que las demás y que podríamos convertir en protagonista. ¿Cómo? Con molduras (como te decía arriba), con pavimentos alistonados de madera, lamas pintadas o al natural, revestimientos de palillería de pino o de roble, o papeles pintados. Hay un mundo de posibilidades a precios asequibles. Tú decides hasta donde quieres llegar.
7. Atrévete a restaurar
No podíamos terminar esta colección de ideas a buen precio, sin hacer hincapié en todas las opciones que se plantean si te atreves a restaurar los viejos muebles (ya sea tú mismo, o contando con el buen hacer de un profesional). Por viejo o deteriorado que esté, siempre hay soluciones para restarles años y disfrutar de una pieza única. Una mano de pátina envejecida, patas y pomos nuevos, y ¡mueble a estrenar! ¿Y no quedará muy antiguo? Para nada. Mezclar piezas nuevas con otras vintage es algo que siempre funciona. Además da muchísimo carácter a cualquier hogar.
¿Y tú, tienes pensado cambiar la decoración del salón? ¿Qué idea te apetece más? Esperamos que con estos trucos económicos consigáis vuestro objetivo.