8 terrazas que querrás tener

Este es el ejemplo de una terraza ubicada entre el asfalto, pero que inspira naturaleza y paz. Lo logra con algo tan sencillo como envolver la cubierta con un cañizo natural de mimbre o brezo y poner muchas plantas para teñirla de verde. El mobiliario de terraza y accesorios tan básicos como los cojines hacen que el conjunto, sea perfecto.

Como bien sabes, existen muchos estilos decorativos en el ámbito del interiorismo: rústico, nórdico, boho chic, etc. Y esos mismos estilos, se pueden reflejar también en la terraza. Este ejemplo en concreto, va dirigido a los amantes de los estilos más bohemios. Aquellos que prefieren sentarse a tomar un té en el suelo, rodeados de cojines estampados y sobre una alfombra. Accesorios como los quinqués o farolillos y las lámparas de techo de estilo árabe son buenos complementos.

Antes de reformar una terraza cabe preguntarse: ¿Para qué la quiero exactamente? Ya que, no es lo mismo acondicionar una terraza para que los niños jueguen, que para recibir amigos todas las noches de verano. Esta terraza es un reflejo de la segunda opción: para quienes reciban muchas visitas en casa y adoran las reuniones con amigos al aire libre. Es una terraza práctica, equilibrada y decorada con mucho gusto.

Es muy bonito decorar una terraza pensando en compartirla con la gente que más quieres. Pero también es muy bonito tener una terraza pensada para ti, y solo para ti. Un rincón donde puedas sentarte a desayunar con tranquilidad, leer o simplemente columpiarte y dejar que tus pensamientos fluyan. Y si tienes una afición, como por ejemplo leer o escuchar música, ¿qué lugar es más relajante para ello que una terraza frente al mar? Pinta tu terraza de blanco, cuelga un columpio ¡y a disfrutarla!

No hace mucho, te hablamos en otro artículo de las cocinas abiertas al exterior. Son una auténtica joya, porque te permiten disfrutar de la cocina y la terraza al mismo tiempo. Comer al aire libre se hace mucho más práctico y en invierno, es una magnífica entrada de luz natural al tiempo que se disfruta de las vistas al exterior. Este es un ejemplo de ello: la cocina y el comedor dan a una terraza muy acogedora en la que la madera y el mimbre son protagonistas.

Muchas personas que viven en edificios en pleno núcleo urbano tienen azoteas, en lugar de un patio o una terraza con jardín. Y tienen su encanto, porque las vistas al skyline de la ciudad pueden ser muy bonitas. De hecho, los hoteles de todas las ciudades convierten las azoteas en auténticos chill out urbanos. ¿Tienes una azotea? Pues sácale partido como si fuera una terraza. Coloca muebles de colores, guirnaldas de luces, cojines…Por la noche ganan mucho y por poco que pongas, conseguirás que tenga mucho encanto.

Terraza con piscina y jardín, todo en uno. ¿Quién no firmaría ahora mismo tener algo como esto? Fíjate bien, esta terraza es el ejemplo perfecto de un espacio equilibrado, que tiene de todo pero en su justa medida, sin excesos que den más trabajo del necesario. Una área para comer con una tarima de madera o composite para darle calidez y una piscina mediana (suficiente) para refrescarse. ¡Genial!

No se puede hablar de terrazas y no poner un ejemplo de una de las más soñadas: las terrazas de estilo ibicenco- mediterráneo. Las blancas impolutas, combinadas con mucha madera al natural, cañizos y brezos que hacen las delicias de cualquiera. Imposible no enamorarse de una terraza como esta, que solo transmite paz, frescura y vacaciones. Aunque la tuya no tenga vistas al mar… píntala de blanco y añádele naturaleza rústica.