8 Razones para dejar que el color blanco inunde tu casa este verano

El verano tiene muchos colores, pero sobre todo, blanco. Blanco de la espuma del mar y blanco de iconos tan mediterráneos como las casas de cal viva estilo ibicenco, que salpican el paisaje de muchos pueblos de España. Pero entre ellos, las casas Ibicencas se lleva la mayor fama, porque se han convertido en una especie de marca reconocible en todo el mundo.  Pero si no tienes la suerte de tener una casa de estilo ibicenco, quizás puedes emular su estética en la terraza. ¿Qué te parece?

De igual forma, no hay estilo decorativo que se le resista al blanco: puede ser tan nórdico como rústico, y tan mediterráneo como moderno o sofisticado. Por ejemplo, en Habitissimo te hemos mostrado cocinas blancas espectaculares de todos los estilos, y eso mismo sucede con todas las demás estancias del hogar. Tú escoge el estilo que más te guste y tíñelo de blanco. Acertarás, seguro.

La combinación del blanco con la madera es una de las más bonitas y equilibradas que hay en el ámbito de la decoración y el interiorismo. Son como el ying y el yang. Se complementan porque el blanco es frío y la madera cálida. Porque uno aporta la esencia de lo natural y el otro, de lo divino. Y no es una combinación nueva, ni mucho menos, pero cada vez la vemos más en los hogares españoles, en gran parte, una tendencia importada del estilo nórdico.

Habrá quién piense que las casas blancas son para amantes de lo clásico, porque no arriesgan. Pero no es una cuestión de riesgo sino de practicidad: el blanco es atemporal, no pasa de moda, combina con todo y no caduca. Por lo tanto, no deja de ser una decisión muy sabia.

Otra de las razones de peso para introducir el blanco en tu casa, es que acentúa la sensación de limpieza y pulcritud. En los baños, por ejemplo, no solo logra que se vean más limpios y luminosos, si no que crea una atmósfera de calma, ideal para que tus momentos de higiene diaria sean un ritual relajante para embellecer tu cuerpo y tu espíritu.

Un dormitorio blanco, harmónico y decorado con gusto es como disponerse a dormir envuelto en una nube. ¿Quién no quiere tener esa sensación cuando se va a dormir? Puedes lograrlo de muchas formas, pintando las paredes, a través de la ropa de cama y, si te animas, construyendo una hornacina de obra tradicional o de pladur, que siempre quedan geniales en los dormitorios.