Os presentamos una reforma cuya premisa principal ha sido deshacerse de los añadidos y devolver el espíritu de los elementos originales. El arquitecto Bruno Seve, autor de la rehabilitación, dio prioridad a la desaparición de los elementos de los años 80 y a retomar la calidad de los elementos originales de 1930.
En el Eixample de Barcelona abundan las fincas modernistas y clásicas del principio del siglo pasado. "El nuevo reto para los arquitectos en la ciudad, dice el autor, es la reforma de estos legados con conciencia ecológica y energética"
En este artículo
- Una reforma que no cambia apenas la distribución
- Nuevo parquet de roble Vs mosaico hidráulico recuperado
- La importancia de los elementos originales
- El blanco con toque industrial nunca falla
- Un dormitorio con lo justo
- Dos materiales en pavimento para diferenciar espacios
- Mueble recuperado y vintage
Una reforma que no cambia apenas la distribución
La reforma decide actuar sutilmente en cuanto a lo que a distribución de refiere. Se opta solo por la simple apertura de la cocina, concentrando las demoliciones en un parte del piso, en contra de las "tabulas rasas" que
solemos ver sistemáticamente en otras reformas. El resultado es un piso luminoso y amplio con solo una ligera actuación y, eso sí, la apuesta por el estilo minimalista y el blanco.
Nuevo parquet de roble Vs mosaico hidráulico recuperado
La convivencia de elementos nuevos y existentes recuperados se hace patente desde el pavimento. El nuevo
parquet de roble de aceite ecológico une las diferencias estancias del hogar y
deja delante del mueble industrial de la cocina una alfombra de mosaico
hidráulico recuperado. Un recuerdo del pasado que convive de un modo perfectamente actualizado con el nuevo suelo.
La importancia de los elementos originales
El enfoque global con el que se decide actuar, permite una renovación de calidad con una actitud minimalista, económica y ecológica encontrando partes valiosas como unos "Objets trouvés": El propósito principal de la reforma fueron de revelar un gran muro de ladrillo o las bóvedas catalanas antes escondidas por un falso techo. También, como hemos visto, re-usar partes del suelo. Además, se apuesta por recuperar las antiguas puertas y carpinterías (con doble acristalamiento para un mejor rendimiento energético).
El blanco con toque industrial nunca falla
Todas las paredes se pintan de color blanco puro
y usando pintura ecológica, incluso el muro de ladrillo existente recuperado. La madera combina especialmente bien con ese color. Muchos de los muebles, de diseño de los años 50 como la silla Eames, son también blancos y se combinan con detalles como lámparas industriales que dan al piso un toque nórdico que nunca falla.
Un dormitorio con lo justo
Para descansar se necesita, realmente, muy poco. Siguiendo las tendencias minimalistas japonesas, el dormitorio se amuebla con lo estrictamente necesario. Una cama baja tipo futón, una mesilla y poco más. Decidir equipar un espacio dedicado al descanso con lo mínimo, ayuda, sin duda, a tener una noche "zen".
Dos materiales en pavimento para diferenciar espacios
Podemos jugar con distintos suelos para diferenciar distintos ambientes dentro de un mismo espacio. Es una muy buena solución cuando la cocina se integra con el salón, como en este caso. Os hemos hablado en múltiples ocasiones de los suelos de madera y también de la recuperación de las antiguas baldosas hidráulicas. Normalmente y dependiendo del estado en que se encuentren, hay que restaurar estos suelos para corregir la falta de color o reparar las baldosas que puedan estar deterioradas con resinas y pigmentos especiales. Como la madera y las baldosas hidráulicas tienen distinta dilatación, habrá que estudiar bien el encuentro y valorar si es necesaria una junta que las separe.
Mueble recuperado y vintage
Reformar una vivienda con conciencia ecológica implica que sea importante cuidar también el mobiliario y evitar los objetos de "usar y tirar". Por eso, en esta vivienda se optó por utilizar muebles recuperados o construir otros con elementos reciclajes, como esta mesa hecha de palés de madera a la que se le han añadido ruedas.
¿Qué os ha parecido la reforma? El precio total fue de aproximadamente 50.000 euros para 130 metros cuadrados y el resultado es, si duda, inspirador y demuestra que menos es casi siempre más.
hace 7 años
Buena idea lo de la madera con el hidráulico. Supongo que no será nada complicado hacer que se vea como una superficie continua y casi sin desnivel, pero merece la pena.