Hay reformas que piden verano por muchos motivos: más tiempo libre, días más largos, mejor clima... Te contamos por qué merece la pena hacer reformas en casa durante la época estival y cuáles deberías plantearte hacer cuanto antes. Mejoras que le van a sentar de maravilla a tu casa y que te vas a poder quitar de encima antes de la vuelta al cole y al trabajo.
En este artículo
- Por qué hacer reformas en verano
- #1. Reformar la cocina
- #2. Quitar la bañera y poner un plato de ducha
- #3. Derribar un tabique o varios para ampliar espacios
- #4. Pintar la casa
- #5. Reformas para preparar la casa frente al frío
- Y una última recomendación
Por qué hacer reformas en verano

Son varios los factores que empujan a muchos a hacer reformas en verano. Está el tema vacaciones: teniendo más tiempo libre se puede supervisar mejor los trabajos. Otro es culminar a tiempo las reformas que deben estar listas antes de la llegada del frío (climatización, chimeneas...). También es un hecho probado la tranquilidad que se respira en una ciudad en los meses de vacaciones: eso se traduce en menor tráfico y mayor facilidad de los trabajadores para aparcar, subir materiales, instalar un contenedor en la calle para el escombro. En verano todas estas molestias, incomodan mucho menos. Por todos estos motivos, tanto si lo que pretendes es una reforma integral, como si estás pensando en mejorar algunas zonas de casa, ahora es un buen momento para ponerse con ellas.
#1. Reformar la cocina

En verano pasamos más tiempo fuera de casa y las comidas son mucho más ligeras. No tenemos prisa con los horarios y nos da un poco igual tener las ventanas abiertas todo el día. Por eso es un buen momento para reformar la cocina. Mientras duran las obras podéis cocinar cosas ligeras fuera, pasar unos días en casa de algún familiar, y asumir con mucha menos tensión el jaleo que se lía durante los días que dura la reforma. Nuestro consejo es que cierres un presupuesto con una fecha de inicio y de fin, y que con la culminación de la obra la cocina esté lista para limpiar y usar. Si algo queda pendiente (encimera, conexiones de agua, iluminación...) te puedes plantar en septiembre con la cocina sin terminar. Ya sabes, agosto es el mes en el que todo el mundo para porque las casas de materiales cierran.
#2. Quitar la bañera y poner un plato de ducha

Es el motivo principal por el que muchos afrontan la reforma del baño. Un plato de ducha es una buena opción para todos pensando en el ahorro de energía y la facilidad de acceso. Además, permite aprovechar mejor el espacio, especialmente en baños pequeños. ¿Por qué hacerlo ahora? Por un tema de ausencia de rutinas y de horarios flexibles. En verano, quizás te puedas duchar fuera, o no te moleste tanto hacerlo en casa de algún familiar unos días. Hacer una reforma completa de un baño puede costar una semana. Cambiar solo la bañera por un plato de ducha, un par de jornadas. El tema del ruido y las molestias al vecindario también empuja a hacerlo ahora. Los martillazos no les molestarán si están fuera de vacaciones, o están trabajando pero pasan más tiempo fuera de casa aprovechando los días largos y el buen tiempo. Si a ti te molesta la obra, imagínate a ellos.
#3. Derribar un tabique o varios para ampliar espacios

Si estás deseando cargarte la pared del pasillo para dársela al salón, o derribar esa frontera entre la cocina y el comedor, ahora es el momento de ponerse con esto. No es ni siquiera una reforma, más bien una remodelación que te permitirá disfrutar en un par de días de todo ese espacio que te estaba faltando en casa. Derribar un tabique se hace en pocas horas. Lo mismo si lo sustituyes por un fijo de cristal o una puerta corredera de vidrio. Y si después de esta intervención hay que pintar, tampoco te preocupes. La pintura en verano seca mucho antes.
#4. Pintar la casa

Al pintar una casa amueblada y habitada siempre se mueven trastos de un lugar a otro y se pasan unos días un poco caóticos en lo que se refiere a encontrar nuestras cosas, incluída la ropa. Se ralentizan un poco las lavadoras y se altera el ritmo normal de la casa. Por eso, y porque la pintura seca mejor y más rápido en verano, esta época es buena para pintar la casa. Al tener menos rigidez de vestimenta y de horarios, los 3 o 4 días que dure el proceso de pintar la casa pasarán volando. Además al contar con más horas de luz se puede terminar más tarde disfrutando todavía de luz natural. Esto es clave si se retiran lámparas o se bloquea algún enchufe durante el proceso de pintar.
#5. Reformas para preparar la casa frente al frío

Cambio de ventanas, del sistema de calefacción, reparaciones de la caldera... Son obras que se deben hacer en verano para que todo esté a punto antes de la llegada del frío. En estos meses, se gasta mucho menos el agua caliente, hacemos muchas duchas fuera de casa y no tenemos inconveniente en tener la casa abierta de par en par por tema de polvo o ventilación. Piensa que en cuanto acaba el verano a todo el mundo le entran las prisas por preparar la caldera o los radiadores y si surge algún problema te tendrás que poner a la cola para que los profesionales te atiendan.
Y una última recomendación

Si al final decidís que es mejor pasar esos días fuera de casa para no sufrir tanto las molestias de las obras, valorar la posibilidad de dejar contratado un servicio para que una persona supervise las obras. Puede ser el interiorista o decorador, o un jefe de obra o arquitecto. Es fundamental mantener comunicación constante con esa persona para supervisar posibles modificaciones del proyecto y resolver los imprevistos que puedan surgir en tu ausencia. Al final lo importante es que la obra se desarrolle bien y en plazo, y una vez culminada podáis disfrutar plenamente de todas las ventajas que aporta a tu casa.
¿Y tú, qué proyecto estás pensando en poner en marcha en verano? Anímate a dejar tu comentario.