En esta época del año, cuando los días empiezan a ser cálidos y las noches refrescan todavía; cuando dejamos las ventanas abiertas a la brisa, huele a plantas en flor, y se llenan las terrazas al caer la tarde… tu casa también pide un cambio. La emoción del verano nos hace atrevernos con sandalias y bermudas, comprar polos helados y hacer planes de vacaciones, pero no sabemos todavía si guardar el edredón… Lo mejor en estos días es tener paciencia. Cada cosa a su tiempo, y el entretiempo también. Con esta reforma en el Poble Nou de Barcelona, el estudio de arquitectura Miel Arquitectos resuelve el desasosiego con un espacio despejado, versátil y práctico. Un interior entre dos estaciones: fresco y acogedor.
En este artículo
- Abierto y versátil
- Contraste y armonía
- Comunicando espacios
- Blanco, tranquilo
- Terapia de agua
- Sencillo y práctico
Proyecto de: MIEL Arquitectos
Fotografía: Asier Rua
Abierto y versátil
La casa se adapta a la nueva distribución conservando la estructura original y reconfigurando las estancias, persiguiendo un interior diáfano, cómodo y abierto a futuros cambios. Así se logra acomodar un salón-comedor-cocina transformable, un baño y un dormitorio principal con un segundo baño en suite. Los giros de la planta favorecen a los espacios, generando aperturas y pliegues que ayudan a dar forma a las etsancias sin necesidad de particiones totales. La casa adquiere movimiento, y la superficie se aprovecha al máximo.
Contraste y armonía
La mesa de comedor se sitúa convenientemente en el centro de la casa. Escena primera de la mañana, y último acto de la noche, pretende aportar solidez y naturalidad, siendo una pieza robusta de diseño en madera maciza. A partir de esta punto se abre el espacio principal, cuyo límite lo dibuja la cocina, como discreta envolvente. El pavimento de tarima industrial unifica el espacio, cubriendo cada estancia, y su combinación con la madera de mobiliario y armarios de cocina crea un ambiente cálido y apacible. El mosaico alicatado del frente evoca un paisaje marino y aporta un fuerte contraste haciendo vibrar la estancia. El sencillo diseño del mobiliario y corte limpio de la encimera de cuarzo sintético blanco rematan un espacio pulido y despejado.
Comunicando espacios
El baño central resulta un sorprendente catálogo de soluciones. Proyectado para servir a un segundo dormitorio que se desprende del salón por medio de unas cortinas y un sofá reversible, consigue sacar el máximo partido al espacio del que dispone. Se trata de un espacio privado, como res lógico, pero que asoma al exterior de alguna forma, y participa de las estancias colindantes. De esta forma, conecta visualmente con el recibidor por una franja superior, haciendo que la luz del interior ilumine también este rincón de la casa. De igual manera, se abre una pequeña ventana hacia la cocina encima del lavabo, camuflado en el interior de uno de los muebles de la cocina. La conexión entre ambas estancias se materializa además mediante la perforación del tablero de madera que encierra el lavabo, haciendo que el interior se ilumine con la luz del espacio principal, y éste a su vez quede alumbrado de noche con la luz del interior del baño.
Blanco, tranquilo
El dormitorio respira calma y quietud. Con envolvente blanca y detalles en tonos avainillados, desprende una sensación de pureza y naturalidad. El proyecto conserva las vigas de madera originales del techo, suponiendo un contraste en el interior, y marcando un agradable ritmo cromático. El cabecero de madera se asemeja al pavimento y esconde la instalación eléctrica al tiempo que ofrece supercicie de apoyo y espacio de almacenamiento. Sábanas blancas y poco más.
Terapia de agua
Sin duda la estrella de la casa es ésta: el spa. La pausa y el descanso son imprescindibles en esta casa, y qué mejor lugar para relajarse que esta galería reconvertida en pequeño balneario. Con un alicatado de gresite en azul claro y mobiliario de contrachapado de abedul, el espacio divide las dos áreas da lavabo y ducha mediante una jardinera y conecta de manera natural el dormitorio con el patio central de manzana.
Sencillo y práctico
El mobiliario de diseño se realiza en su mayoría con tableros contrachapados de abedul, en una solución cómoda, resistente, aconómica y versátil. Sin tabiques ni particiones, el mobiliario es el que determina el contorno de las estancias, que quedan unidas en un único espacio principal. El uso de las cortinas permite disfrutar de las etsancias de manera distinta, jugando con el grado de privacidad, y lejos de sobrecargar el espacio con mecanismos o exceso de mobiliario adaptado a las distintas situaciones, se resuelve todo con un gesto limpio y sencillo, en una ligera combinción de madera y elementos metálicos en blanco.
hace 6 años
Menudo acierto ese tono de madera con el azul mar. Precioso.