¿Notas alguna fuga en una tubería de cobre o sabes específicamente que se ha roto una? En ese caso, es posible que necesites tapar tuberías de cobre.
Existe la posibilidad de hacerlo tú mismo, ya que el precio de cambiar tuberías de casa es, por lo general, inferior al precio mano de obra de un fontanero por hora, aunque es cierto que, en determinados casos, va a ser necesario contar con la ayuda de profesionales.
A continuación, vamos a conocer todo lo necesario para tapar tuberías de cobre, incluyendo los motivos por los que este procedimiento es necesario, los tipos de tapones disponibles y, por supuesto, los pasos a seguir para hacerlo.
En este artículo
- Cómo tapar una tubería de cobre
- Razones por las cuales hay que tapar una tubería de cobre
- Tipos de tapones para tubos de cobre
Cómo tapar una tubería de cobre
Existen algunos casos en los que una tubería de cobre precisa de un taponamiento para evitar que el agua gotee. Algunos de los motivos principales es una avería que hace que el extremo se rompa, que la tubería se encuentre en una vivienda u oficina desocupada, por lo que tiene que bloquearse de los sistemas externos, o sencillamente porque se están llevando a cabo obras y es necesario limitar el paso de agua por algún punto concreto del sistema de fontanería.
Sea cual sea el motivo por el que deba hacerse, vamos a conocer cuáles son los pasos a seguir para tapar tuberías de cobre.
1. Preparar el tubo para el corte
El primer paso que se debe llevar a cabo para tapar tuberías de cobre es, además de elegir el tipo de tapón que se va a colocar entre los que veremos más adelante, preparar la tubería. Para ello, hay que proteger tanto manos como ojos, cerrar la llave de paso del agua, abrir una instalación del mismo sistema que se encuentre en una posición inferior para drenar todo el agua de la tubería y marcar con una cinta o un rotulador el punto concreto en el que se va a cortar el tubo.
2. Cortar el tubo
A continuación, llega el momento de cortar el tubo por el punto señalado anteriormente. Para ello, hay que seleccionar la herramienta correcta. Cabe destacar que se recomienda optar por una sierra automática si existe espacio suficiente, puesto que el corte es limpio, pero en caso de que no haya espacio, se puede utilizar sin problema una sierra de arco.
3. Limpiar el extremo del tubo
Una vez hecho el corte, antes de tapar la tubería es necesario limpiar el borde. Para ello, hay que raspar tanto el interior como el exterior del tubo con el fin de afinar los bordes afilados. Finalmente, con un papel de lija, hay que repasar dichos bordes para acabar con cualquier posible imperfección.
4. Marcar la tubería para instalar los accesorios
El siguiente paso es medir la profundidad a la que llegará el tapón y hacer una marca en la tubería.
5. Tapar una tubería de cobre con un racor de conexión rápida
Una de las opciones disponibles es colocar un tapón a presión en la tubería. Para ello, basta con introducir dicho elemento en la tubería de cobre por el extremo que se ha estado tratando. Para probar que se encuentra fijado de manera correcta, basta con tirar del tapón, comprobando así que no se suelta.
6. Tapar un tubo de cobre con un tapón soldado
Por otro lado, encontramos una segunda opción de taponamiento utilizando un tapón soldado. En este caso, hay que tener en cuenta que se precisa de unos conocimientos básicos de soldadura, ya que hay que fundir la superficie de conexión entre la tubería y dicho tapón.
En este caso, los pasos a seguir son la aplicación de fundente tanto en el exterior de la tubería como en el interior del tapón antes de proceder a colocarlos juntos. Posteriormente, una vez se ha puesto todo en el lugar correcto, será necesario fundir la unión con la ayuda de un soplete de propano, apuntando con la llama lejos de la tapa, incidiendo en la junta entre ambas piezas.
Por último, hay que dejar enfriar la unión y limpiarla.
7. Probar la conexión
Después de colocar el tapón, sea cual sea el que se ha elegido finalmente, es necesario probar que la conexión se ha llevado a cabo de manera correcta. Para ello, hay que abrir de nuevo la llave de paso del agua y comprobar si hay algún tipo de fuga.
Razones por las cuales hay que tapar una tubería de cobre
Tal como se adelantaba anteriormente, existen distintas razones para tapar tuberías de cobre, siendo las principales las siguientes:
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Cierre temporal para llevar a cabo una obra o un cambio en el sistema de fontanería. De este modo, se limita el paso de líquidos y gases que puedan ser perjudiciales para la instalación.
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Del mismo modo, el cierre temporal puede ser debido a trabajos de reparación o mantenimiento llevados a cabo por fontaneros.
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También puede ser necesario cuando se busca modificar o incluso ampliar dicho sistema de fontanería.
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Si se necesita hacer algún tipo de prueba de presión, es necesario tapar tuberías de cobre con el fin de buscar los puntos débiles del sistema, así como la existencia de posibles fugas en el mismo.
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Un motivo muy relevante para tapar tuberías de cobre es el cumplimiento de la normativa vigente, la cual puede llegar a exigir la colocación de tapones en aquellas tuberías que no se utilicen con el fin de prevenir cualquier posible riesgo.
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Por último, también puede ser debido a la prevención de la entrada de agentes contaminantes en la tubería durante un determinado período de tiempo.
Tipos de tapones para tubos de cobre
Ya conocemos el procedimiento a seguir para tapar tuberías de cobre y los distintos motivos que se pueden dar para que esto sea necesario. Entonces, llega el momento de conocer los tres tipos de tapones disponibles para esto, los cuales se diferencian en función de cuatro aspectos principales, la presión del sistema, el coste del tapón, la permanencia que ofrecen y la comodidad de uso que aportan. Los tres tipos de tapones para tubos de cobre son los que se indican a continuación.
Tapones mecánicos para tubos
Son un tipo de rascones que funciona a rosca, ya sea interior o exterior, con varias opciones en función del diseño y tamaño de la rosca.
Se suelen utilizar al instalar tuberías.
Tapones de conexión a presión
Son muy cómodos, puesto que, como su propio nombre indica, se colocan a presión, por lo que no se precisa del uso de ningún tipo de herramienta. Para su colocación y fijado cuentan con dientes que se clavan a la tubería y ofrecen un sellado preciso.
Para soltarlos basta con presionar el collarín de liberación con el que cuentan.
Tapones soldados
Se trata de un tipo de taponamiento más estético y con una fijación de lo más efectiva. Además, ofrecen la mayor presión nominal al sistema.