En este artículo
- El pavimento de gres
- Los suelos de madera con sistemas radiantes
- Suelo laminado
- El hormigón pulido y su eficiencia con suelo radiante
- Suelos de piedra natural
El pavimento de gres
El gres es una opción interesante para unir a nuestro sistema de suelo radiante. Es un pavimento con poco espesor y cuenta con una gran capacidad para transmitir temperatura. Un suelo porcelánico dará sensación de frescor durante los días más calurosos, pero también será un excelente transmisor del calor que emana de nuestro suelo radiante.
Son suelos resistentes, aunque no irrompibles. Además, también hay que añadir que los suelos porcelánicos actuales imitan cualquier tipo de material, por lo que estéticamente se adaptan a todos los espacios.
Los suelos de madera con sistemas radiantes
No podemos negar que la madera es uno de los materiales más elegantes a la hora de vestir nuestros suelos. La calidez natural que desprende es inigualable. No obstante, en cuestión de suelo radiante quizá tengamos que pensar en sus puntos negativos, que también los tiene. De hecho, uno de los principales inconvenientes del suelo radiante es con suelos de madera, su rendimiento baja. ¿Cómo podemos minimizar este problema
Para empezar, es importante su colocación. Encontramos tres formas de colocar madera natural en un suelo: encolada, flotante y sobre rastreles. La opción apta para el suelo radiante sería sobre rastrel.
Además, también es importante fijarse en el tipo de la madera. Maderas como el roble, el nogal o el bambú cuentan con un bajo hinchamiento y contracción, por lo que serían más adecuadas que otras como el arce, haya o incluso pino. Aún con ello, hay que dejar claro que su poca inercia térmica siempre hará que el suelo radiante en este caso sea menos eficiente.
Suelo laminado
Los suelos laminados están formados por láminas de distintos materiales. Entre ellos encontramos tableros de HDF que encuentran su origen en serrines o fibras de madera. Esto hace que cuenten con el mismo poder aislante que la madera y que, por tanto, también puedan presentar algunos problemas al instalarlo con suelo radiante.
¿Se puede usar? Sí, pero hay que tener en cuenta que estos suelos se colocan encima de lámians de foam o espuma que, a su vez, también actúan como aislante. En resumen, vamos a tener un pavimento que se calentará de una forma más lenta y hará que el calor nos llegue de una forma más suave, por lo que quizá no sea la opción más eficiente. Ante todo, informaos siempre en el fabricante para poder saber las especificaciones de las lamas. Ten en cuenta, además, que cuanto más densas y delgadas sean esas lamas, mejor conducirán el calor por el suelo.
El hormigón pulido y su eficiencia con suelo radiante
Si la madera y el suelo laminado nos daban resultados menos eficientes, terminamos con un material que aumenta mucho la eficiencia del suelo radiante; el hormigón pulido.
El motivo de su eficiencia es que podemos aprovechar la misma capa de hormigón que se coloca sobre los tubos del suelo. Simplemente hay que conseguir un acabado pulido y dejarlo como suelo definitivo. Esto hará que obtengamos una estética minimalista ideal incluso en casas con estilo industrial. Al mismo tiempo, obtenemos un pavimento muy eficiente, pues hay muy poca capa de material entre los tubos y el ambiente.
Suelos de piedra natural
Terminamos con los pavimentos de piedra natural. La piedra natural es un material conductor, esto significa que es excelente para usar con este tipo de suelos radiantes. Un suelo de piedra con este sistema nos ofrecerá espacios confortables con mayor eficiencia. Ahora bien, ten en cuenta que hay algunas variedades que ofrecen menor calentamiento, como el mármol frente a la pizarra. Aún así, siguen siendo la opción más interesante.