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El edificio existente se corresponde con una edificación residencial característica de la construcción doméstica madrileña de finales del siglo XIX y su ubicación se localiza en la ampliación de la antigua Calle de Fuencarral hacia el nuevo “Ensanche”, que coincide en el tiempo con la formación del actual Distrito de Chamberí.
El edificio se encontraba en un estado de abandono que no permitía su habitabilidad ni la explotación del inmueble situado en una zona tan cotizada como es la glorieta de Bilbao.
Después de una pequeña reforma en los años 40, tras la guerra civil, el edificio ha sufrido el envejecimiento natural de sus elementos estructurales así como estéticos hasta llegar al abandono en la actualidad. En la imagen, se puede ver como se ha tratado la fachada, recuperando el revoco que imita sillería y restaurando también la cornisa original, conservando así la lectura original de la fachada del edificio histórico. La diferenciación entre las plantas de nueva construcción y el edificio original fue desde el principio un objetivo, ya que uno de los principios fundamentales de BAB en la restauración es el del respeto por la arquitectura ya constituida, sin importar el calado de la arquitectura original.
Aquí podemos ver el interior de una vivienda de nueva planta. La configuración de los espacios interiores, atiende a necesidades actuales combinando los elementos originales del edificio. Espacios diáfanos para viviendas de superficie modesta, resuelven de forma estética las necesidades y aportan calidez y comodidad.
Con unas vistas privilegiadas a la glorieta de Bilbao, aquí tenemos las terrazas de la sexta planta a las que se accede por unos grandes ventanales que aseguran una gran cantidad de luz en la vivienda. Una vivienda bien iluminada, bien distribuida, y con buenas vistas... Apenas se tardó 15 días (después de la obtención de la LPO) en explotar esta vivienda, recuperando la inversión con creces, convirtiendo la rehabilitación y el agotamiento de la edificabilidad en un negocio más que rentable.
Aquí volvemos a ver la importancia de una distribución bien planteada... Espacios diáfanos para superficies modestas. El aprovechamiento del espacio al servicio de las personas.
Se puede apreciar el estado de deterioro de las buhardillas del edificio original. La puesta en valor de este inmueble representa de una forma muy gráfica lo rentable de un negocio creciente en Madrid, pues los edificios en un estado similar de deterioro o abandono y que no agotan la edificabilidad en altura, de momento, abundan. En un mercado que se recupera poco a poco y que ha visto las construcciones de nueva planta casi desaparecer, la rehabilitación y adaptación a la normativa actual de edificabilidad de edificios con cierta antigüedad, así como las rehabilitaciones para mejorar la eficiencia energética, se perfilan como los trabajos que generarán un movimiento renovador de la estética de la ciudad y la economía del sector de la construcción.
Aquí se puede ver el pasillo de acceso a las viviendas de la cuarta planta, originalmente la cubierta del edificio. Y la diferencia del estado previo al reformado es evidente. En este caso, valen más dos imágenes que cien palabras.
Aquí podemos ver la escalera catalogada y protegida, en un estado lamentable de deterioro y abandono.
Y podemos ver la escalera original catalogada, recuperada y adaptada para compartir espacio con un núcleo de ascensor de obra nueva, ya que el edificio original no contaba con ascensor.
El mimo por los elementos arquitectónicos valiosos en sintonía con los elementos nuevos, generan una estética única y desde un punto de vista cultural, aporta identidad.
hace 8 años
Me parece sencillamente espantoso. Es una falta total de respeto a la arquitectura antigua de Madrid. Medio edificio antiguo y medio edificio moderno queda realmente fatal. O hacen la ampliación igual que lo antiguo o mejor que no lo hagan. No entiendo como el Ayuntamiento puede consentir estas cosas
hace 8 años
Pueden ir a poner un parche en el Palacio Real
hace 8 años
Una autentica chapuza. En todas las ciudades de Europa, el casco antiguo se conserva casi intacto, como hace 300 anyos y a nadie se le ocurre poner una casa nueva encima de una casa del siglo XIX. Ha alterado totalmente la esencia de esa casa tan antigua, es una patada a la arquitectura de Madrid, a su histotia y rompe el conjunto arquitectonico de la zona. Estropea tambien el conjunto de la Glorieta de Bilbao. Se nota que ha actuado la codicia de los arquitectos. Si fuera la alcaldesa de Madrid, les mandaba quitar ese pegote ahora mismo